sábado, 5 de abril de 2025

SE ARANCELA A VENEZUELA CON EL 15% PORQUE VENDE MÁS QUE COMPRA A LOS EEUU

Vienen los aranceles, además de sanciones. El emperador del universo, Donald Trump, así lo dispuso. Son para todos y algunos, respectivamente: para todo aquel que le venda productos a los Estados Unidos y para aquellos que requieran alguna presión especial debido a su peculiar relación con el imperio. Aranceles para pechar el "privilegio" de venderle a los gringos y sanciones para aquellos que se les declaran amenazas inusuales.
El emperador Trump decidió que el impuesto universal será de un 10%, es decir, para todas las importaciones de aquellos países con los cuales Estados Unidos mantenga un superávit a su favor; y un impuesto especial por encima del 10% para aquellos con los que mantenga un balance comercial desfavorable.   
Por ejemplo, a Vietnam se le calzó un 46% porque en la relación comercial entrambos países el asiático mantiene un superávit a su favor: le vende al gringo 136 mil millones de dólares, comprándole apenas 13 mil. ¡Un desastroso desbalance! A Venezuela se le endosa un 15% porque en 2023 y 2024, a pesar de años de sanciones, tuvo un superávit comercial a su favor, 1094 millones de dólares en 2023 y 541 en 2024. Las exportaciones de Venezuela hacia los Estados Unidos en 2023 aumentaron en un 770% mientras que sus importaciones apenas crecieron en un 10%. ¡Otro horrible desbalance para el imperio!
Y es que nada le ha caído mejor a Venezuela para atornillar su independencia económica que esas mil sanciones aplicadas desde que Barack Obama y su congreso se inventaron la ley de "Defensa de los derechos humanos y de la sociedad civil en Venezuela" en 2014 y 15; por supuesto, se dice lo anterior con la debida consideración al dolor generado durante el ínterin a millones de venezolanos. El gobierno se vio obligado a parir soluciones y a implementar en 2018 el Plan de Recuperación Económica.
Su resultado es que al sol de hoy hay un abastecimiento del 98% en los supermercados y el 97% de los productos que se expenden son de fabricación nacional, de acuerdo con la Asociación Nacional de Supermercados y Automercados (ANSA). Ponme a prueba, dijo Venezuela, y verás como crezco.
Respecto de las sanciones, habrá que creer que eso del superávit en contra es para los Estados Unidos también una amenaza inusual, aparte las discordancias ideológicas.

jueves, 3 de abril de 2025

VENEZUELA COMO BOTÍN EN EL NUEVO ORDEN MUNDIAL

Si el mundo es un teatro donde innombrados poderes determinan el curso de la sociedad humana, entonces, valga la redundancia, hay dos teatros de operaciones, militares para mayor seña. El primero es Ucrania, apuntando a Europa (Occidente), y el segundo, Irán-Siria, apuntando al Medio Oriente (Oriente), ambos frentes fraguando el nuevo esquema de poder mundial.
Tres potencias se dividen el nuevo orden, a saber, Estados Unidos, Rusia y China, destacando la desaparición de la vieja Europa como polo de poder. Por el contrario, su destino parece rifarse en los acontecimientos que se suscitan ahora en la guerra de Ucrania.
En el nuevo esquema, como si de un acuerdo global se tratará, Rusia resolvería sus preocupaciones en su flanco occidental, dando cuenta de Ucrania y de gran parte del ego europeo; Estados Unidos y su satélite Israel, habiendo reducido ya a Siria, doblegarían a Irán, amén de hacer recular la idea nacionalista de Palestina en Gaza; y China reclamaría su mesa con la recuperación de Formosa.
Para ese logro, es claro que tales actores adoptarían la política de "dejar hacer, dejar pasar", resolviendo la individualidad propia permitiendo la ajena. Un panorama en extremo bélico, a no dudar, mientras se cumplen los objetivos de la nueva realidad geopolítica.
Latinoamérica, en especial Venezuela, que es un país de enorme importancia energética, y hasta Brasil, de potencial variado, al no disponer de un poder militar disuasivo para el nuevo esquema mundial, queda al margen del desarrollo, estigmatizada como zona de minería y reservorios. Su papel proveedor quedará en importante parte bajo efecto estadounidense, pero, si se está por creer en una nueva era de entendimiento geopolítico, se dividirá en zonas de influencias china, rusa y gringa.
Las actuales acciones de los Estados Unidos contra Venezuela (sanciones, aranceles, restricciones a la producción petrolera, Esequibo), intentando reservársela con sus recursos minerales, evidencian su afán por asegurar desde ya su tajada geopolítica, por cierto, secularmente colonialista (Doctrina Monroe); evidenciando también que, para este orden nuevo y cualquiera que advenga, el rol empático del país bolivariano siempre será un problema por dilucidar. En el barajar de las cartas, la potencia que lo sume podría asegurar una prometedora ventaja.
Pero, incluso, para esta hipotética proyección geopolítica, luchar siempre podrá cambiar el curso del destino e historia.


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