lunes, 3 de diciembre de 2012

¿Por qué el hombre y el idealismo?

I

¡Cuántas humanas ideas no pertenecen a lo imposible!  Usted nombre y piense.  Si no se le ocurre alguna, entonces piense en las que son susceptibles de concreción sobre el plano de lo real.  No es difícil empezar a imaginar.

Una idea es una proposición mental de realidad que, lógicamente, aspira (en tanto proyección) a un espacio fuera de los volátiles contornos del cerebro para virtualizarse.  Es un súmmum trascendental corporizarse, fundir su naturaleza etérea en un formal cuerpo donde sea el alma ─ese principio vital─ quien gobierne a la materia que lo comporte.  Y tanta más gloria tendría la transmutación si esa forma inicial se concreta en un sistema, esto es, en un conjunto de cuerpos gobernados por la concepción precursora, cuerpos (ya seres) debidamente ensamblados para un propósito. Lo que se llama sistema de ideas, ideología, doctrina, etc.

Pero ya es esto un colmo de realización, como quedó dicho.

 

II

Algunas pueden concretarse exitosamente; otras chocan con objeciones para su desarrollo.  No obstante, continúan siendo ideas porque su naturaleza siempre estará definida por esa aureola precursora.  Y al continuar siendo ideas, lógicamente, seguirán incidiendo sobre el comportamiento humano.  ¿O no?  Realmente son las ideas las que trazan ese camino fáctico que un día se decide seguir, corporizado sobre el mundo de las materializaciones.

¡Qué hay ideas completas (las realizadas), otras chuecas (las semirrealizadas) y otras incompletas (las imposibles)!  Nada más falso.  La idea es eso, el principio o proyección de algo; no más.   No se realizan porque se concreten sobre el espacio físico humano, sino por el simple hecho de existir mental e inicialmente (así sea durante el tiempo de un estallido fugaz), y por el magno efecto de, aun en tal estado, ejercer determinaciones sobre el destino de los hombres.  “En el principio era el verbo [...]”

Que sean chuecas o estúpidamente realizables, como un golem; preciosas y profundamente humanas, como propone, por ejemplo, el sistema socialista, con su ética y justicia; injustas e inhumanas, como las enarbola el sistema capitalista en uso; o completamente irrealizables, como cualquier utopía, es una elaboración de la divina creatividad humana.  Algo así como ideas de ideas.

 

III

Y así han vivido y viven los hombres, en medio de tales situaciones dígase inconclusas o realizables.  De hecho, ellos mismos se conciben a sí mismos como las mismas ideas:  triunfadores si se realizan, fracasados si no cristalizan; o sabios o trascendentales si se concretan; o soñadores o revolucionarios si cultivan aquellas ideas de concreción aparentemente imposibles.  Es asunto de perspectiva o cultura, de formación o decisión personal.

Sobre estos últimos especímenes (en realidad lo hacía sobre uno de sus personajes de ficción), decía Jorge Luis Borges que padecen de irrealidad.  No parece haber otro modo alterno de definir “soñador” o “iluso”.  Ser hortelano de cultivos que fácticamente no germinarán a la realidad es un oficio que demuestra dos cosas, por lo llano:  (1) el hombre es un ser de ideas (etéreo o mental), y estas per se pueden fundan cabalmente su realidad; (2) el mundo exterior, ese espacio donde toman concreción complementaria tantas ideas, podría hasta no ser necesario para la existencia del humano pensante.

Porque todas las ideas son siempre en un principio:  fundan mundos, vivifican, recrean, definen, independientemente de que tengan o no aplicación real.  Es lo que el hombre es, esencialmente.  La consideración sobre si las ideas son el producto de una experiencia fáctica es irrelevante para la apreciación del estado actual de humanidad; figura una discusión bizantina del tipo “¿quien fue primero, el huevo o la gallina?”, para utilizar uno de esos maravillosos lugares comunes que zanjan disquisiciones.  Ya se es humano y no importan para ello las causas (el gran enigma), y esto podría convenirse con algo de comodidad y no sin algo, también, de vergüenza.   Es un estado logrado (caso que se plantee la causalidad evolutiva), una marcha sin retorno.  La dotación en el hombre de una corteza cerebral, que le posibilita la imaginación del futuro como un espacio de proyección mental, es un plano para la existencia infinita con omisión ─si se quiere─ de la dimensión ambiental.

Dice Hermann Hesse, en Demian

Las cosas que vemos son las mismas cosas que llevamos en nosotros. No hay más realidad que la que tenemos dentro. Por eso la mayoría de los seres humanos viven tan irrealmente; porque cree que las imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su propio mundo interior manifestarse.

 

IV

Tomás Moro fue quien empezó a bautizar ese término llamado “utopía”, ese planteamiento de jugar con ambos planos, uno real y el otro probable o irrealizable, según su posibilidad materializable.  Con él podría haberse empezado a pensar en mundos paralelos, irreales, competidores con el real.

Pero es una necedad colocar así las cosas.  Es lo que dicen los manuales, los recortes, las historias o biografías.  El hombre es un ser birreal desde el mismo momento en que piensa; desde que fundó su primera ficción, soñada, hablada o escrita.  Desde que tiene la capacidad de inventar mundos paralelos al real que habita, sea de modo crítico, evasivo, consolador o artístico.

Las utopías son más viejas que Moro, y más, incluso, que los griegos mismos con su Platón y su República, y que el recuerdo inmemorial de una sistémica ciudad llamada Atlántida, que presuntamente existió realmente.  (¡Vea usted lo que se habla:  existe la Atlántida en la fuerza ideal del pensamiento, a pesar de no tener pruebas de su existencia física!  Existe la idea, pues; ergo la idea es, primordialmente).

Lo que pasa es que Moro acuñó la palabra de marras: utopía.  Y utopía es la posibilidad enhebrada y sistémica de la existencia de las ideas.

 

“morir por causa de un lanzazo, bala o idea es, finalmente, morir por lo único de que se muere en la vida:  por las ideas”

 

Desde entonces es utópico, por ejemplo, aspirar a que se concreten ideas que no sean realizables o toleradas en la práctica, en ese espacio exterior que se habita.  Como si ese ámbito, donde se virtualizan o repercuten los efectos ideales, privara sobre aquel otro donde se generan las ideas, la madre humanidad.  Algo así como que se entienda que los efectos son la madre de la causa y no a la inversa.

Y así, también, es utópico aspirar al mundo feliz porque instaurarlo, con su cargamento ético de paz y justicia, entraría en conflicto con la guerra e iniquidad efectivamente fundadas en el mundo de desarrollo fáctico de las ideas.

Ser cristiano, ecologista, socialista, etc., supone choques dimensionales entre lo ideal y lo práctico instituidos.

 

V

Pero cultivar utopías no te hace menos realista que quien se decanta por el materialismo existencial.  Se puede asertar con legitimidad que primero fue el verbo que la materia tanto como argumentar lo contrario.  ¡Epa, epa!  Si física y comprobatoriamente no tenemos a la Atlántida frente a nuestros ojos, ¿por que existe en la mente humana y por qué se habla de ella como de un sistema de ideas hecho carne y hueso, losa y concreto, oro, plata y mito?

Podría serse más lapidario con quienes detractan de las ideas arguyendo lo contrario:  por un momento imagínese que hay de hecho una ciudad en ruinas por allí, pero que nadie la recuerda ni visita, ni siquiera un pájaro; ¿podría alguien decir que es más real que la susodicha Atlántida, por ejemplo?  ¡Diga, pues, dónde está, hable de ella!  ¡Presente pruebas, en fin, no tanto ya de la fantasmagórica ciudad como de la condición sine qua non de la sustancia material!

 

VI

De forma que nadie ha de sentirse invisible o menos (es posible al imaginarlo), y menos avergonzarse, por militar en el mundo real de las ideas, esa madre parturienta de realidades.  Te empuja tanto una idea de esas llamadas utópicas como cualquier otra corporizada en una de esas formas que conocemos por fusil o bala, por ejemplo.  De otro modo:  morir por causa de un lanzazo, bala o idea es, finalmente, morir por lo único de que se muere en la vida:  por las ideas.

Un hombre en estado vegetal existe.  Tiene vida esencial, mental, inexpresiva a través del material del cuerpo.  Al menos podría así especularse con la fuerza del pensamiento, como se ha hecho siempre.  Pero no es tal la especulación.  ¿Pruebas?  Ya las hay.  Es noticia presente el hallazgo de científicos sobre la comunicación que vía eléctrica han sostenido con un paciente en semejante estado.  De manera que, más allá del acto de darle a la situación vida con la imaginación, hay existencial esencia de facto, comprobada materialmente.

Lo que ocurre es que el mundo sensitivo del material cuerpo humano ha impuesto su tangibilidad sobre lo etéreo, al grado tal que su condición ha hecho más real a los sentidos el efecto que la causa, como se ha dicho.  Es la historia humana y material hasta hoy, regido por las leyes efectistas de la materia.

Ya se dijo:  una idea corporizada materialmente no es más idea (ni más fuerte) que otra no concretada.  Apenas es más práctica.   A los hombres no los mueven sus pasos, sino sus pensamientos, hechos de ideas materializables e inmateriales.

Idea que no traspasa el umbral de lo mental hacia lo real material es categorizada como virtual, y así los hombres, idealistas todos (es ocioso ejemplificar).  Pero ser virtual encarna la condición de comulgar perennemente con la madre fuente de la humanidad (el lago ideario) sin el riesgo perverso del alejamiento y la desvirtuación de la realización materialista.

La estirpe, pues, del utópico, soñador o idealista es quien llama al hombre, magnamente, a mantenerse con los pies sobre la humanidad, sobre la idea, cosa que ha de ser muy distinto al hecho inveterado de mantener los pies sobre la tierra, como se dice.

Emanada de su originaria fuente, realizada en un acto concreto, aunque siempre sea idea, correrá siempre el riesgo de distanciarse del estanque primigenio con ínfulas de única realidad.  De tal suerte que jamás será menos auténtico y humano el ideario de una utopía que la encarnación de una construcción material.  No es casual que de mundo aquejando por tanto entuerto, como el presente (ojo, el pasado y futuro también existen), emerjan imperfecciones para su enderezamiento.  ¿Cuánto no pende sobre la necesidad cívica humana actual la tentación, por ejemplo, de las propuestas socialistas como correctivo al materialista caudal de sangre, sudor y lágrimas en el que se deshace la explotación del hombre por el hombre?

 

VII

De modo que, correctivamente, se desplaza este escrito a sus líneas primeras, a morder la cola de los principio.  La comodidad del habla y del irreflexivo mundo aparencial llevó a empezar el presente escrito con “¿Cuántas humanas ideas no pertenecen a lo imposible?”  Respóndese:  ¡ninguna!  Todas, hasta la más mínima o famélica, emergen como una realización per se, desde el mismo momento de su posibilidad existencial.   Constituirían las ideas la madre de lo creado, y lo que debería estar bajo discusión, sobre el enfoque de su plenitud aberrantemente imperfecta, es ese espacio (llamado mundo exterior sensible, realidad experiencial) donde los hombres convienen encarnarlas.

Como testimonio impuro, imperfecto y hasta “inhumano” (aunque no sea posible la inhumanidad, estrictamente razonando por aquello de que todo es relativo al hombre, en verso y reverso) de la concreción pragmática y perversa de la intelectualidad humana, considérese la esclavitud, probablemente el sistema de ideas de concreción humana más viejo, elaborado y perverso convenido para la explotación social, política y económica del hombre por el hombre con propósitos de poder.  Considérese en su doctrina, si se quiere, el capitalismo, ese marco jurisdiccional del poder de uno y la opresión del resto.  Y compárese, finalmente, con ese ideario humano que es su contra, que palpita aún en el vientre de los pensamientos irrealizados, pero que pugnan por hacer el milagro de fundar una real praxis con las bondades redentoras y purificantes del estanque originario.  ¡Considerad el poder balsámico de las ideas socialistas en contraposición al lastre que para la felicidad y realización humanas constituye el sistema neoliberal!  ¡Consideradlo aun así como actualmente palpita, en su plenitud mental, con apenas conatos de realización!  Su peso es innegable en la configuración de la humana esperanza contemporánea.

Mueve a los hombres, los compele al cambio, al correctivo sobre el campus vivencial donde lo ético y estético (fuerzas nativas) se han aberrado.   Y es porque las ideas son eso, una pulsión, una proyección esencial humana, un acto de creación puro que degenera en impurezas e imperfecciones cuando prende su alma en una materia.  Toda idea, pues, en su concepción, comportaría un súmmum de pureza de la condición humana, pervertido en su realización práctica.

Ya más arriba este texto aludió a la probabilidad ilusoria del mundo, mundo de imperfecciones. Para el caso, habría estado viviendo siempre el hombre de modo falso, inauténtico, más en el efecto que es su vida que en su condición matriz, es decir, su esencia.

viernes, 26 de octubre de 2012

Consultores 21 y Varianzas, Miguel Salazar y Nelson Bocaranda: el triste camino de las encuestas y la predicción del futuro

Consultores 21 Después de los resultados del 7-0, cuando seVarianzas  aporreó de nalgas un montón de encuestólogos (incluido quien escribe, pero quien no es encuestólogo, por cierto, y ello lo descarga un poco), bastante tendría que ser la rectificación ha realizar, por no hablar de lamentaciones.

Y digo “lamentaciones” porque tal debiera ser en algunos casos la acción a acometer, en vez de la honorable “rectificación” que te da el hecho poder reconocer el yerro.  Porque no otra cosa sino el harakiri político o comercial tendrían que afrontar quienes, llevados por la mano peluda de la conspiración política (¿qué otra cosa uno puede pensar a contrapelo de tan avasallantes evidencias?), dieron al candidato vencedor como perdedor.  Léanse, entre ese mundo tan delimitado de la encuestología venezolana, las firmas Consultores 21 y Varianzas.

Ambas franquicias numerológicas dieron fe de un Henrique Capriles in crescendo, además de ganador final, por encima de un depauperado Hugo Chávez, después de todo, como sabemos, tajante ganador, como lo indicó el resto de las encuestadoras, algunas hasta por 20 puntos porcentuales.

El punto no es la inflexión o la intransigencia política, es decir, que tales empresas estaban en la obligación de conocer el futuro y dar con el candidato ganador porque sí, no teniendo ahora que andar escondiéndose bajo la sombra de la vergüenza política y empresarial, como se supone subsisten por ahí.  El punto es que, si tú acometes una empresa científica para intentar encontrar algo, lo lógico es que te apoyes en herramientas de última hora tecnológica y no en los consabidos rudimentos esotéricos de siempre, como el uso de una bola de cristal, por ejemplo, cosa que al parecer fue lo hicieron las mencionas firmas de marras, en medio de la más oscura noche y con el agua turbia, de paso.

Pero es el caso que el cuento no termina allí, puestos a buscar excusas salvadoras.  (“No, que la bola de cristal me falló, y punto.  ¿Qué culpa tengo yo?  Son los arcanos y ya, insondables como siempre”).    Vienen los barruntos, por mejor no decir sospechas o quintas patas de gatos.  Desde que el pulpo Paul salió a la luz pública adivinando futuros ganadores en un mundial de futbol, no puede haber justificación para yerros tan garrafales en firmas encuestadoras mínimamente tasadas como serias.  Es humillante errar de manera tan grotesca.

Así que, adentrados en el siglo XXI, atiborrados con tanta ciencia y dispositivos tecnológicos para la certeza, no queda más que decir que estos señores y firmas no son más que unos inmorales sinvergüenzas, injustificados inclusive en el caso de manifestar haber utilizado las tales bolitas de cristal.  Ergo no es difícil construir el siguiente sintagma:  o fueron comprados o pactados andaban con el tan vociferado “Plan B” de la injerencia mediática extranjera para desconocer los resultados electorales y agredir a Venezuela.  Tremebundos sinvergüenzas, para un caso, tremebundos traidores patrios, para el otro.  Cualquier escogencia da inmoralidad.   No otras alternativas dejan el raciocinio, el libre pensar, la opinión pública, la divina razón y hasta las mismas matemáticas que ellos mismo tanto pervierten.

Por otro lado, ya más saludable, son destacables los aciertos de las firmas GIS XXI y Datanálisis, quienes bosquejaron un escenario aproximado (la primera) y una precisión de diez puntos porcentuales (la segunda, cifra que también acertó la primera).

 

“Desde que el pulpo Paul salió a la luz pública adivinando futuros ganadores en un mundial de futbol, no puede haber justificación para yerros tan garrafales”

 

En el caso concreto de quien escribe, quien lleva un blog y el único financiamiento que recibe para escribirlo y decir sus “verdades” es el de su corazón y razón, se quedó corto (estimó 5%) en cuanto a calcular la ventaja de Chávez sobre Capriles, que ya sabemos fue superior al 11%.  En su bitácora se explica en detalles el método al cual se acogió (http://zoopolitico.blogspot.com/2012/09/ojo-con-el-triunfalismo-chavez-523-y.html), mismo que consistió, fundamentalmente, en calcular una media histórica de crecimiento y decrecimiento electoral para, finalmente, aplicárselo a los candidatos.  Dio 52 a 47%.  Ni leyó el autor una bola de cristal ni se vio en la obligación de despanzurrar aves para contemplarles las vísceras, como era uso entre antiguos y como parece, aún, ser uso entre las firmas mencionadas.

Pero hay más.

Entre los semanarios que este escribidor consulta (¡que son todos!), destaca con especial inteligencia Las Verdades de Miguel.  La peculiaridad para el énfasis es que, por un lado, su editor, Miguel Salazar, se manifiesta como acérrimo hombre de izquierda, al grado que vota por el Partido Comunista de Venezuela y no directamente por Hugo Chávez o su Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV); y, por el otro, siempre se precia en su semanario de ser un proyectista electoral acertado.  ¡Pues bien, amigo Miguel, te sale también escribas tus líneas de rectificación!  Y no tanto por la cifra final que proyectaste, que fue 53 a 47% (ver semanario Nº 410), mismas que nadie puede criticar, pues tus métodos de cálculo tendrás, sino por ese escrito final guabinoso (p. [24]), casi de despedida a Hugo Chávez, a quien mandas a un “merecido” descanso y le recriminas el no haberte concedido una entrevista durante su gestión, ya menguante y rayante en lo pretérito, como es el tiempo de la mayoría de los verbos utilizados en el escrito.  Casi se podría decir, don Miguel, que nada censurable ante la moral revolucionaria tiene vuestra última página si no fuera por ese sesgo “guabinoso” que este escribidor interpretó y que pareciera jugar con ese doble discurso del acomodamiento político:  el de la despedida dicha y el de bienvenida a un eventual Henrique Capriles Radonski como flamante presidente de Venezuela.  Como si se dijera que con semejante actitud alguien pudiera aferrarse a la pulpa de un nuevo cambur en emersión pero sin terminar tampoco de soltar la vieja concha política del que se hunde.

Dígase falta de definición política e ideológica ante un desenlace muy probablemente adverso, como el temblorosamente pintado en el semanario, teniendo en cuenta que en esa hora fatal es cuando se asumen posiciones, sin ambigüedades, de cara al futuro con la suerte definida en las ideas, más cuanto si alguien se precia de izquierda, así se trate del responsable de un  periódico al que siempre sí se podrá excusar siempre por aquello de la busca de la objetividad.  Al menos ese fue el último sabor del papel.   Una notita personal sobre el inminente eclipse ideológico, con daño arrasante sobre el alma de las convicciones, habría caído un mundo de bien sobre el lector; cualquier cosa menos ese guabineo al estilo saltimbanqui de un Teodoro Petkoff (“estamos mal, pero vamos bien”) o de un Pompeyo Márquez.  ¿No arrastra la política a todos, inclusive a los  intelectuales agazapados entre los intersticios contemplativos de una pared?  La política es el remolino de lo vivo pensante.  ¡El triunfo de Capriles suponía el derrumbe del país y de sus valores soberanos, y, para un periódico, no se atisbaba otro modo de acomodamiento al sistema que la clandestinidad o la complacencia!  Y del diario parecía soplar mucho de este viento último.

Es opinión del presente escribidor, míster Miguel, que sin embargo no dejara de leerlo.  El otro punto es el de las gobernaciones:  Las Verdades de Miguel pintó un panorama nacional de 9 perdidas, incluidas las correspondientes a los estados más poblados (ver semanario Nº 409, p. [24]), lo cual contribuyó a reforzar la imagen de un Chávez desbancado, apenas baluarte en los estados deshabitados.  El resultado final fue que Chávez hizo una casi completa barrida sobre el mapa de Venezuela.  ¡Cómo para amordazar un poco la intemperancia, eh!

Finalmente, un comentario sobre el periodista Nelson Bocaranda, empezando por una pregunta:  ¿se requiere reputación para ejercer el oficio en el gremio?  Lo dicho es porque desde hace meses mantiene agonizante en sus columnas a un Fidel Castro que ha poco habló y mandó al diablo a medio gallinero mediático especulador, ufanándose de muy  buena salud.  Luego de lo cual, en especial si se ha asegurado la muerte de alguien con todo un torrencial de presuntas fuentes de información de primera mano, no se sabe qué queda más por debajo, si el tintero o la moral del quien la convierte en excreta líquida.   ¿Entonces?   ¿Se puede continuar la faena “periodística” como si nada, matándose a quien se le asome en ganas al chapucero, difamando, hostigando, calumniando, desestabilizando y tantos otros “andos”?

Las Verdades de Miguel Un cambio generacional es lo que requiere la Nelsón Bocaranda patria, que oblitere tanto gen viejo e incorpore más dinámica de futuro en su información cromosómica.  Treinta años dura una generación, al decir de José Ortega y Gasset.  ¿Cuánto faltará?

lunes, 8 de octubre de 2012

El plan B se quedó si letra

Cojones Viudos se quedaron los factores que conspiraron contra el carácter democrático de la Elección presidencia 2012.  No tuvieron coro, coordinación, oportunidad, fuerza; el comportamiento cívico y superior del pueblo elector venezolano les dio una soberana trompada, teniéndose en cuenta que la dignidad humana está provista también de puños y pies y puede golpear y patear cuando la basura atasca su paso.

Venezuela desde hace rato ingresó en el primer mundo de la moralidad planetaria, muy escasa, por cierto.  Es un país ejemplar que, si de suyo es cierto presenta problemas típicos del desarrollo político, económico y social, se apresta en breve plazo a superarlos y a implementar (ahora sí decididamente) un modelo de crecimiento nacional bastante peculiar fundado en el concurso comunal.  Esto es, la gente forjándose a sí misma, tomando el destino patrio y personal entre sus manos, haciéndose Estado.  Puede, pues, llenarse la boca y decir que tiene democracia, pero democracia lo más próxima posible a ese espíritu ideario derramado por Abraham Lincoln en su Discurso de Gettysburg (1863):  "gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo".  Socialismo, en fin (está hecho de todo lo humanitariamente bello):  un sincero vaso comunicante gubernamental entre el decir y el hacer políticos en función de las humanas necesidades del pueblo.

Como lo tenían pautado, poco antes del pronunciamiento del Consejo Nacional Electoral (CNE), los complotados externos contra el inminente y adverso resultado electoral, en conchupancia con los internos, apátridas nacionales, cumplieron con su parte:  proclamaron a Henrique Capriles Radonski como seguro vencedor, según informaciones que manejaban.  CNN, Telemundo, Univisión, Radio Caracol, ABC, entre otras tantas siglas comunicacionales enemigas del pueblo de Venezuela, crearon la realidad virtual internacional de un Capriles vencedor.

 

Se quedaron como son ellos, empresarios metidos a políticos, temerosos de arriesgar la estabilidad de sus franquicias:  ¡sin cojones para la aventura política!

 

Esto con el propósito de desarrollar el funesto plan B por todos conocidos, en caso de saberse perdidos, como se supieron:  generar la dicha matriz de opinión mundial de un Capriles ganador, de un Chávez en desacato democrático, con la consiguiente inestabilidad en el país que justificara pronunciamientos militares y civiles en lo interno y la intervención de organizaciones de arbitraje internacional desde lo externo.

El plan falló.  Se quedó vestido cual novia de pueblo, como se dice acá en Venezuela cuando el novio no se presenta ante la pobre ingenua llegada la hora nupcial; o como una trampa cazadora armada para más nunca en un bosque infinito.  Los tales factores internos, que debían responder en sincronía con la malevolencia extranjera, no pudieron, no hallaron cómo, no tuvieron el concurso de ninguna realidad sociopolítica del país, peor aun, arrasados como fueron por el perfecto civismo de los venezolanos.

Ello no dejó espacio ni ocasión para atreverse a nada contraconstitucional.  Se quedaron como son ellos, empresarios metidos a políticos, temerosos de arriesgar la estabilidad de sus franquicias:  ¡sin cojones para la aventura política!  Tal es la catadura culilluda empresarial que lo primero que exclamó al saberse derrotada fue “¡Se perdieron esos reales!” (un tal Zingg podría muy bien haberlo exclamado después de ser pillado como un obligado contribuyente monetario opositor).

Pero no todo es lamentable para los sin-bolitas y el bienestar del país en general:  detrás de ese sacro respeto al que los obligó el pueblo con su inusitada lección cívica de ayer 7-O hay una esperanzadora lectura:  el pueblo consciente, sencillo, organizado, imbuido del humanismo socialista, junto a la fuerza ejecutiva del Estado, está obligando finalmente a la oposición venezolana a recorrer el camino del civismo.  Prueba es que ya dio síntoma al reconocer los resultados.  Es un principio, de cualquier modo, aunque desprenda ese tufo de obligada a la democracia.

Oposición, o te adecúas al mandato mayoritario o pereces en soledad.  No de otro modo se extinguen las especies políticas, retrogradando hacia lo jurásico y rindiendo luz y aceptación sólo para sus sectarios templos.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Ojo con el triunfalismo: Chávez 52,3% y Capriles 47,6

Empate técnico Chávez - Capriles Dado que el bipartidismo y la abstención ha sido una constante histórica en Venezuela, proyectar unos resultados electorales luce como un trabajo no tan complicado, con todo el respeto que la ciencia estadística, la sociometría, la publicidad y la psicología de las masas me merezcan.

Venezuela ha sido una constante de voto bipartidista y alta abstención cuyo comportamiento podría invitarnos a sacar unas cuantas cuentas, con sencillez, armado con la lógica nomás y despojado de complicados o rimbombantes títulos estadísticos académicos.  Basta con saber sumar, promediar, restar y proyectar.

Ya sabemos que nuestra historia electoral moderna la podemos dividir en dos capítulos:  el primero cuando los venezolanos votábamos por dos opciones de la misma versión ideológica (AD y COPEI, derecha política) y el segundo, a partir de 1998, cuando empezamos a votar por dos propuestas ideológicas bastante distintas, en un principio algo difusas quizás, pero hoy muy diferenciadas y antagónicas en la percepción nacional:  izquierda versus derecha, socialismo versus capitalismo.

Para nuestros efectos, que es tener una idea de lo que sucederá el 7 de octubre próximo (7-O), convengamos en arrancar a partir de ese segundo capítulo de esa nuestra historia política:  1998, hito sucesivo que marca un período con una entereza y fenomenología políticas propias. Y convengamos también en basarnos sobre lo que ha sido historia desde entonces:  la fragmentación del Registro Electoral Permanente (REP) en tres vertientes:  Revolución, Contrarrevolución y abstención.

A este respecto, presento de una vez una tabla con los resultados electorales desde entonces, tomando en cuenta que las cifras allí señaladas aluden a porcentajes de votantes inscritos en el REP, pudiendo decir con ello, por ejemplo, que en 2010 el 30,51% de los inscritos en el REP votó por la revolución y un 29,93 por la contra, absteniéndose un 32%.  Esto con el fin de facilitar la extracción de eventuales tendencias electorales, cristalizadas en tasas o promedios.  Véase la siguiente tabla:

 

1998

2000

2004

2006

2007

2009

2010

Revo

lución

33,36%
32,06%
41,33%
46,30%
27%
37,89
30,51

Contra

25.93%
21,60%
28,42%
27,19%
28,1%
31,19%
29,93

Absten

ción

4.024.729 (36,55%)
5.120.464 (43,69%)
4.222.269 (30,08%)
3.994.380 (25,3%)
7.105.972 (44,11%)
4.940.701 (29,67%)
5.700.000 (32%)

REP

11.013.021
11.720.660
14.037.900
15.784.777
16.109.664
16.652.179
17.772.768

Nótese que los años de los eventos se refieren tanto a contiendas presidenciales directas (1998, 2000 y 2006) como a eventos refrendarios donde la figura presidencial participa de modo indirecto (Referendo Presidencia 2004, Referendo Constitucional 2007 y Referendo Aprobatorio de la Enmienda Constitucional 2009).  Se incluyen los resultados de las Elecciones Parlamentarias 2010 por su estratégico valor de medir “el proyecto nacional revolucionario”, lo cual se barajó en su momento como una encarecida configuración ideológica propuesta por el presidente Hugo Chávez.

De inmediato obtenemos los siguientes aislados:

(a) el año 2000 marca el hito de la mayor votación de los inscritos en el REP a favor de la derecha política o contrarrevolución

(b)  2006 marca el hito de la mayor votación a favor de la revolución.

(c)  2006 también es la fecha del evento electoral con menor abstención de votantes, desde entonces en aumento.

 

Votación final:  Chávez 52.3%; Capriles 47.6%

 

Luego, si tomamos como pilares las fechas mencionadas para cada representación política, podemos realizar las siguientes deducciones con el propósito de proyectar finalmente una cifra para las elecciones presidenciales de este 7-O, calculando un promedio histórico: 

(1) a partir de 2000 y tomando como base comparativa el porcentaje de votos del REP obtenidos ese año (21.6%), se puede asentar que la Contrarrevolución ha venido creciendo al siguiente tenor:  sacó 28.42 del REP para 2004, es decir, 6,82 puntos más que el 21.6% basal referido; para 2006, 27.19, o sea, 5.59 puntos más; 6.55 más en 2007, 9.59 más en 2009 y 8.33 más para 2010.  Si promediamos los valores obtenemos una especie de media histórica de puntos a sumársele al 21,6% referencial (7.36), cifra que podemos utilizar para proyectar el apoyo que obtendrá el 7-0.

Esto es:  proyectamos el 21.6% base sobre el REP actual y le sumamos 7.36 puntos, lo cual da un total de 28.96%.  El REP tiene un registro definitivo para estas elecciones del 7-O de 18 millones 903 mil 143 electores; su 28.96% es 5 millones 474 mil 350.

5.474.350 sería el número de votos que obtendría Henrique Capriles Radonski.

(2) a partir de 2006 y tomando como base comparativa el porcentaje de votos del REP obtenidos ese año (46.30%), se puede asentar que la Revolución ha venido decreciendo al siguiente tenor:  sacó 27% del REP para 2007, es decir, 19.3 puntos menos que el 46.3% basal referido; para 2009, 37.89, o sea, 8.41 puntos menos y 15.82 menos para 2010.  Si promediamos los valores obtenemos una especie de media histórica de puntos a restársele al 46.3% referencial (14.51), cifra que podemos utilizar para proyectar el apoyo que obtendrá el 7-O.

Esto es:  proyectamos el 46,3% base sobre el REP actual y le restamos 14.51, lo cual da un total de 31.8%.  El REP tiene un registro definitivo para estas elecciones del 7-O de 18 millones 903 mil 143 electores; su 31.8% es 6 millones 11 mil 119.

6.011.119 sería el número de votos que obtendría Hugo Chávez Frías.

La suma de estos votos proyectados para Capriles y Chávez da un total de 11.485.469.  En términos relativos, ya viendo los porcentajes como usualmente se manejan, la votación se desglosaría así: Chávez obtendría un 52.3% de los votos y Capriles 47,6.  La abstención, los votos nulos y otros candidatos se repartiría el otro 39.2%.

Votación final:  Chávez 52.3%; Capriles 47.6%

Es de hacer notar que estas cifras coinciden exactamente con los números que manejan algunas encuestadoras y semanarios, pero acabo de explicar lo simple de su obtención para inferir que son de cálculo propio.

Las consideraciones relativas a lo ingrato o injusto que pueda parecer la no muy abultada votación para Hugo Chávez, sin duda un gobernante benefactor para Venezuela, lógicamente pertenecen a reflexiones de un orden distinto al de este escrito, que sólo expone una simple operación de cálculo matemático.  Lo mismo habría que decir sobre lo inadecuado para la causa propia de presentar tales razonamientos en momento tan electorales, pero, como militante, me justifico sobre el hecho del desmedido triunfalismo que se observa en algunos sectores de nuestras filas.

Sin duda el presidente Hugo Chávez gana las elecciones, pero la cuota de apoyo que obtendrá la oposición política venezolana es un hecho con el que habrá que lidiar para futuras estrategias de militancia y gobierno, así como para iniciar las revisiones y rectificaciones que se requieran.  Resolver, por ejemplo, preguntas como estas:  ¿por qué el pueblo venezolano en época de prosperidad parecieraa tener la mórbida tendencia de castigar su propia estabilidad?  Para sociólogos y otros académicos.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Obama requiere a Siria electoralmente

Parece costumbre entre los presidentes estadounidenses acometer una nueva aventura bélica poco antes de su reelección.  Obama no lo ha hecho, pero anda en esos menesteres, calculando, mirando, buscando el hueco.

La práctica ha sido muy exitosa en el pasado, definiendo “éxito” lógicamente a esa virtud que tiene la sangre derramada en otros para aumentar la popularidad en un eventual candidato en contienda electoral.  Votos, pues.

Por supuesto, calza a la perfección acá decir “Lo que es bueno para unos es malo para otros”.  Es decir, se consolidan en el trono imperial los hematófagos de siempre, la derecha política, su extremismo, los plutócratas, los estandartes del sistema neoliberal, todos plantas que se alimentan con el licor desgraciado en los demás.

Un montón de muertos en Siria (país experimental para implementar la técnica) eventualmente constituiría también un montón de votos para Obama y el sistema maquinesco que lo empuja.  Figuraría ante sus electores como el tipo arrecho y habilidoso para hacer respetar a su nación ante el mundo; lo haría calzar en esa especie de molde que el mercado y la publicidad han confeccionado para explotar profundamente la estupidez electora, no obstante el estigma racial que colorea al candidato.

De hecho Siria fue el país escogido para subirle los puntos a Obama, aunque estos aún permanezcan sobre el suelo.  Iban los EEUU con todo contra ese país árabe, con sus dispositivos de guerra y medidores electorales, sus revoluciones de colores y otros garabatos, amancebados en el hábito histórico, listos para repetir su Irak y Libia, entre otros escenarios.  Sólo que esta vez los rusos y los chinos se hartaron de tan enloquecida lógica de sostenimiento “democrático” que, de paso, afecta sus intereses económicos y geoestratégicos en el Medio Oriente.  Dijeron “¡No!” a la invasión y por ahí andan los tiros.

Pero hay más:  los sirios servirían para esta utilización técnica que quieren darle los gringos, pero a un tiempo se prestarían para escalar una vieja aspiración que data desde mediados del siglo XX, a saber, la toma mayoritaria y geoestratégica del Medio Oriente  con pretensiones de hegemonización mundial.  Ya se sabe, el petróleo y el control de fundamentales enclaves, la derrota energética de virtuales competidores, etc.  Para esa toma total de la región el botín es Irán, y no precisamente Siria. Siria es un laboratorio señuelesco.

 

“Lo que importa ahora es Siria, aunque sin ser exactamente lo más importante”

 

Pero tal es el razonamiento militar y politiquero:  Siria en sí no es el propósito, pero tomándola se matan dos pájaros con un solo tiro:  se bombea sangre hacia la Casa Blanca y se gana una elección más, y se allana el camino para rodear y debilitar a Irán, el final escalón de la coronación imperial mundial.  No es cuento el historial éste de las conquistas.  Ya tienen a los sumerios y sus riquezas y ahora van por Persia.  Que Rusia y China estén más allá es otro cuento, pero no ajeno a la literatura de su escalada universal:  para afrontarlas en la lucha final por el mundo, el Medio Oriente es el escenario también final de logístico aprovisionamiento:  granero, agua, petróleo, tierra, minerales, espacio...  Así está concebida esa región con su Golfo Pérsico en la llamada Doctrina Eisenhower de 1957. Prehistoria de esta historia.

Como están las cosas, actualmente la OTAN realizando ejercicios militares en el Golfo Pérsico, frente a Irán, en el Estrecho de Ormuz, dizque capturando minas, en cualquier comento salta la liebre de las justificaciones y la discordia (¡los gringos hayan el “hueco”!), eufemismo de dantesca guerra.  Un reacomodo funcional podría ser este:  Israel, que jamás atacaría sin el permiso imperial, podría recibir su luz verde para atacar a Irán mientras las OTAN distrae las defensas persas hacia las aguas del golfo, con amenazas pero sin intervenir directamente para no justificar reacciones simétricas de Rusia o China.  Se implementaría una guerra entre potencias a través de peones, como fue el estilo de la Guerra Fría. ¡Como ha sido el estilo de dominio sobre este mundo!

Lógicamente, cuando hablamos del platillo mayor atacado, Irán, es porque Siria habrá pasado a la historia ha rato, rindiendo su tributo a la perpetuación funcional de la “mejor democracia del mundo”.  Pero estos son barruntos.  Lo que importa ahora es Siria, aunque sin ser exactamente lo más importante ( lo es electoralmente para los EEUU).  La tentación para su ataque estribaría en que rusos y chinos no harían grandes mohines de protestas, reservados como están para restearse con Irán, uno con poder militar y otro económico.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

El Centro Carter no viene; ¡qué raro!

Centro Carter imperial El Centro Carter, presidido por el ex presidente de los EEUU que todos conocemos, Jimmy Carter, quien también como todo presidente de los EEUU tuvo su guerra genocida por ahí, ha rato que declaró que no vendrá a monitorear las elecciones del 7 de octubre en Venezuela.  Las razones, miles, con las interpretaciones que unos y otros quieran:  que si no hay garantías de tranquilidad o que sí la hay, o que si el CNE le merece toda su confianza o que no lo invitaron con tiempo, etc.

Y hace apenas unas horas, en el contexto de una comparación entre las elecciones de los EEUU y Venezuela en cuanto a la urgencia de atender mandatos sociales, acaba de declarar que la parte oficial en Venezuela abusa de ventajismo electoral.

Es el inefable Centro Carter, inevitable oficina de observación no sólo electoral que escudriña con el traje y la corbata de la neutralidad y la ayuda la intimidad de las virtuales y potenciales colonias de su país natal, los EEUU.  Como quiera que se maquille, es un aparato de monitoreo de información al servicio de la maquinaria imperial sobre aquellos puntos en el mundo de importancia estratégica y colateral para los EEUU y sus aliados

¿Qué razones tenemos para pensar que no sea así?  ¿Se graduó Jimmy Carter por casualidad de carmelita de la caridad?  ¿Es una figura de efecto inocuo sobre el escenario político de su país?  ¿No despliega una misión del Estado estadounidense en el mundo? ¿Se desligó del todo de su pasada condición de político y presidente de los EEUU, conocedor de las entrañas del monstruo imperial? ¿No reporta como ficha política hacia los centros de poder de su país de origen?  Además fue merecedor del Premio Nobel de la Paz 2002, una institución completamente desviada a cimentar los factores del poder plutocrático mundial (¡Obama es premio Nobel también!); y las razones por las cuales le adjudican el premio de marras es su trabajo de paz en aquellos puntos incendiados mayormente por su propio país de origen,  por apoyar el desarrollo social y económico y, finalmente, por desarrollar la democracia y los derechos humanos en los mismo puntos álgidos, no dejando pasar por alto que los tales argumentos son banderas groseras de coloniaje e injerencia que izan potencia militaristas como el país que le vio nacer.

 

¿qué información de agenda manejan ellos, el Centro Carter, que no manejemos nosotros [...]?

 

¡No pretenderán que creamos que accionará eventualmente, por amor al arte y al humanismo, en contra de los intereses de su país!

Para nuestros efectos democráticos, provistos de un poder electoral suficiente y autónomo, nadie lo requiere para el óptimo desarrollo electoral; pero sucede que extraña que no venga.   ¡Vaya, vaya!  ¡Y más que no haya insistido gran cosa para hacerlo! ¡Vaya, vaya, vaya!  Esto considerando que lo hizo en situaciones más peliagudas en el pasado reciente de nuestro país.

Ahora dizque no viene por una piedrita molesta en el zapato, como si de repente el país hubiese perdido la gran importancia estratégica que sabemos mantiene en la agenda de guerra de los EEUU, y doblegar semejante molestia no valiera la pena.

La pregunta suspicaz viene:  ¿qué información de agenda manejan ellos, el Centro Carter, que no manejemos nosotros los simples mortales desprovistos del saco y corbata de las primicias informativas, posiblemente ingenuas piezas de un ajedrez mórbido?  ¿De qué se desligan al no venir o con qué no se “rayan”?  ¿De qué sustancia evitan embarrarse al quedarse en casita?  ¿A quién o qué le hacen el juego?  ¿Qué cohonestan o legitiman?  ¿A quién le tienden la alfombra o meten la zancadilla?

El pensamiento tiene la libertad de muchas inteligencias con el apoyo de la lógica o del absurdo. Y ya sabemos que esto último, en cualquier caso, es materia firme de nuestra sagrada inteligencia.

jueves, 30 de agosto de 2012

Cómo es que nos atacarán los EEUU, luego de entender el porqué

A vuelo de pájaro, como reza el clisé, uno se puede imaginar la situación, esto es, cómo es que la derecha internacional (plutocracia mundial, imperialismo occidental, etc.)  pretende desplazar a Hugo Chávez del poder, es decir, a esta semilla de socialismo que se desarrolla en el país en medio de un esforzado propósito humanista, por ende, contracapitalista.

Las razones, muy simples pero descomunales:  como en los viejos tiempos de las nacientes repúblicas suramericanas a despecho del imperio español, cuando Simón Bolívar lo confrontó, éste hombre le ha hablado de frente, de tú a tú,  a los imperialistas de turno, a los postmodernistas EEUU.

Lógicamente, semejante actitud ha sido acompañada en la práctica por acciones que apuntan al cumplimiento de unos objetivos ideales e ideológicos (y valga el ideario), de la misma manera que lo fue en el pasado:  la autonomía política, la soberanía nacional, la independencia, en fin, el manejo y administración de la hacienda y casa propias.  Uno en tiempos de ilustración y romanticismo, cuando el hombre se debatía entre guerras y revoluciones por el amanecer de una nueva era, de libertad política e individual en aras de una felicidad social suprema; otro en tiempos…, ¿cómo decirlo?, de supervivencia y dignidad.

Porque hoy, amigos míos, hombres viejos que somos (en realidad lo que llamamos época antigua pertenece a la edad juvenil de nuestra historia),  después de tantas históricas guerras , sangre sacrificada, ideologías enarboladas o desmontadas, experiencias acumuladas, sistemas filosóficos ensayados, agudeza del pensamiento y herramientas de análisis puestas a su servicio, no parece concebible, mucho menos aceptable, que burdamente se recurra a proposiciones de control y sometimiento, como el cuento tal de la globalización y la pérdida de identidad, o la ridícula propuesta neoliberal de señoreo del mercado por encima de las pasiones y del alma humana, por mencionar sólo un tentaculito del monstruo que intenta hacer eterno su trabajo de opresión.  Debiera de haber suficiente salud mental para desenmascarar y combatir semejante estupidez

Tales acciones prácticas se han aplicado en correspondencia programática con los objetivos de soberanía de un humanístico socialismo, apuntando al desmontaje de la doctrina y práctica capitalistas y neoliberales de nuestros usos, con el tiempo (idealmente) de nuestra cultura.  (Vale preguntarse, en especial en aquéllos que aún no arriman una reflexión respecto del ejercicio de sistema tan vil, cómo es que los ojos no ven y las almas no sienten cuando la doctrina y praxis de marras han hablado por obra propia y arrasado a Europa y  América Latina, para contentarnos con dos menciones, disponiéndose a completar la obra con el resto del mundo, de cualquier modo, como lo demuestran ahora, por fuerza, por engaño, chantaje, bombas, embrujo o lo que fuere).

En Venezuela se han concretado en los siguientes aspectos, corriendo al monstruo no tanto por atacarlo directamente como por efecto secundario al atender las necesidades prioritarias de los nacionales y recomponer la soberanía política:  (1)  bienestar económico y salud:  emblemáticamente Mercal (Mercado de Alimentos) y Barrio Adentro, misiones de alimentación y salud, respectivamente, desmontaron el espíritu mercantilista que imperaba en la fisiología económica de estas actividades:  las transnacionales de los alimentos hacían desastres con sus monopolios y excepción del Estado en la materia, por un lado, y los médicos venezolanos, por el otro,  mercantilizados ellos, reacios a ofrecer sus servicios en las zonas pobres donde no brillase una moneda, debieron aprender de la humildad valiente de los médicos cubanos que, sin cortapisas, enarbolaron la bandera de Hipócrates sobre predios inimaginables para la mentalidad burguesa.  De este modo, con intervención reguladora del Estado, quebraron las empresas (transnacionales ellas) que basaban su actividad en el hambre y enfermedad del pueblo.

(2) Soberanía:  Venezuela afinca su autonomía política combatiendo la presencia e injerencia de los EEUU en tierra patria:  expulsión de la misión militar que hacía vida en La Carlota (en pleno centro de la capital), sinceramiento de las relaciones diplomáticas con los EEUU (lo que lleva a una crisis), promulgación de leyes para regir apoyos o financiamientos foráneos a sectores opositores, establecimiento libre y soberano de relaciones políticas y comerciales con países como China, Rusia, Irán, etc., todos ellos fuera del espectro de dominio político de los EEUU.  De forma que, por esta línea, se procura concretar lo que se ha dado en llamar nuestra segunda independencia política, ayer del colonialismo, hoy del neocolonialismo (siempre del imperialismo).

 

“Queda claro, en fin, dónde es que hay que trabajar desde el punto de vista de la inteligencia y la defensa nacional”

 

(3) Integración:  Venezuela ha extendido a todos los rincones de Suramérica, con trascendencia mundial, el espíritu de la solidaridad e integración en procura de la soberanía política y económica continental, en aras del establecimiento en el mundo de un orden y poder multipolares.  La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), Petrocaribe, la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA), son todas iniciativas con el sello humanista e integracionista de la patria de Bolívar.  Ello por sí solo, con empuje de patria grande, ha arrinconada a las viejas organizaciones como la OEA , donde la presencia de los EEUU ha servido únicamente para injerir y manipular la paz política de las naciones integrantes.  Ante la reacción continental integral, política y diplomáticamente los EEUU se han visto precisados a recular desde su concepción colonialista de “patio trasero” respecto de Suramérica.

Dicho todo lo cual, esto es, las razones por las cuales Venezuela es motivo de roncha para la derecha política y objetivo de ataque, la reflexión lógica nos coloca en el principio del escrito, que es saber cómo es qué se dará el ataque, dejando sentado que su lógica o mecánica procedimental no es nada nueva y se basa en el uso que la potencia estadounidense y sus aliados han desplegado en los últimos años a la hora de emprender sus guerras, coloniales,  neocoloniales o siempre imperiales.  Colóquese este “cómo” en fases, como a continuación se explican:

Fase A:  el país a ser asaltado debe figurar dentro de un esquema programático y geoestratégico de empoderamiento político o ataque militar con miras a cubrir la necesidad de supervivencia o de hegemonía globalizante de las potencias colonialistas occidentales.  De sobra sabemos que la toma del  Medio Oriente y sus recursos geoestratégicos, geopolíticos, geográficos y energéticos, por ejemplo, figura en los planes de expansión y hegemonización mundial de los EEUU.  Nada digamos de Venezuela que, por su ubicación geoestratégica y su condición de mayor reservorio de hidrocarburos planetario, con seguridad ha de estar protagonizando a futuro uno de tales esquemas.

Fase B:  el país a ser asaltado, si rebelde (los hay pacíficamente domeñados), debe ser satanizado ante la opinión mundial con el propósito de permear los requeridos apoyos institucionales para emprender el ataque, revestido de legalidad.  Irak en su tiempo fue calumniado como poseedor de armas de destrucción masiva (las cuales no se hallaron jamás), lo cual sustentó resoluciones de la ONU que dieron pie a su final agresión; Libia fue enturbiada con la acusación de genocidio y la agresión se permeó por los caminos de la “ayuda humanitaria” y “protección de la población civil”; hoy Siria es “trabajada” con el argumento del probable uso de sus armas químicas, caso que ameritaría el inevitable asalto benefactor de las potencias imperialistas con el propósito de “proteger” a la población civil.  A nadie se le esconde que Venezuela es perennemente acusada de cualquier cosa, esto hasta encontrar un argumento que sirva a los fines de su ataque, es decir, a hacer parir a la ONU ambiguas resoluciones justificantes:  narcotráfico, armamentismo, derechos humanos, dictadura.

Fase C:  el país a ser asaltado debe contar con una factoría política opositora dispuesta a ofrecer una cuota de sacrificio, es decir, a ofrecer una mortandad  de nacionales atribuibles al régimen adversado para así hacer patente su criminalidad o ineptitud y justificar el golpe.  Tal  mortandad puede operarse de varias formas:  que parezcan cifras directamente atribuibles al régimen adversado (asesinatos) o que se trate de cifras indirectas producto de su gestión (sabotaje), así sitiada con la finalidad de desestabilizarla y propiciar la aventura del garrotazo.  Véase la antigua Yugoslavia:  los serbios “parieron” sus muertos (asesinaron a su propia gente)  para endilgárselos a los serbio-bosnios bajo el rótulo de crímenes de guerra, contribuir a su satanización y a su final  arremetida desde el extranjero.  En Libia Gadafi “masacraba” a su pueblo (en realidad se defendía de la factoría política alimentada desde afuera que buscaba derrocarlo, como a la final lo logró); en Siria hoy Bashard Al-Assad ya es un cacareado asesino de lesa humanidad con varias masacres en su haber, listo para dar el siguiente paso de rociar con armas químicas a su propio pueblo (no se dice que se defiende de la factoría golpista alimentada desde el extranjero que en cualquier momento podría cumplir con el requerimiento de forjar un ataque químico sobre sus connacionales para atribuírselo al más grande criminal de todos los tiempos).    Respecto de Venezuela, huelga decir que la factoría política neocolonial (la oposición, pues) ya ofreció su cuota de “sacrificio” a la maquinaria extranjera que aspira a derrocar a Hugo Chávez con los muertos que “justificaron” el golpe de Estado del 11 de abril de 2002; y hoy, muy recientemente, al parecer de un intelectual como James Petras, acaban de asestar otra operación de sabotaje (tragedia de la refinería de Amuay) tendente a desacreditar al “régimen”, presentándolo como inepto y para incidir en los resultados electorales de 7 de octubre de este año, cuando se elige presidente.

Intente usted reflexionar que actualmente Venezuela no cumple con  los tales requerimientos que la hacen acreedora de los tales y respectivos porqué y cómo.   Piense:  según lo explicado, ¿no estriba en casa propia la probabilidad de gestarle al país el golpe derrocante?  O sea, para entendernos mejor:  ¿no ha dejado en claro la historia de las agresiones imperiales recientes que sus ataques a países se soportan sobre una pila opositora interna y apátrida que virtualice el maquiavélico apotegma de la división, esto es, el “dividir para gobernar”?

Queda claro, en fin, dónde es que hay que trabajar desde el punto de vista de la inteligencia y la defensa nacional.

viernes, 17 de agosto de 2012

Hasta que la guerra nos coja

I

Atomo El rollo en el Medio Oriente sigue allí a diario, en llama insistente.  Yo como, tú bebes y ellos juegan por allá o por aquí a los lejos, como si la vaina nos fuera con nosotros.  Y lo es, de hecho, si no pensamos en ello; si vemos TV, damos un beso al ser querido y nos servimos una copa.  Como reza el refrán, “Ojos que no ven, corazón que no sufre”.

Se dirá, en fin, que es como un cometa que se dirige a chocar contra la Tierra, exterminándola, sin que nosotros lo veamos ni sepamos nada.  Así, podría decirse, se vive en paz hasta el último minuto, despreocupado de tan funesto porvenir.

 

II

Y es cada quien está en su derecho. Nadie lo criticará.  Nadie tendrá que venir a mí, por ejemplo, a decirme que tengo que sufrir antes de tiempo, antes de que me llegue la segura muerte, el choque contra el meteoro, momento cuando coronaré el sufrimiento previo.  “Se acabará el mundo ─imagino decir─; corran.”  Laméntense, prostérnense, quéjense, entre otras tantas formas de exhalar suspiros.

Una estupidez, ¿no?  Igual vendrá.  Felices los hippies con su antihistoria y contracultural indiferencia.  Habrá quienes que, en medio de tal onda de amor, paz e indiferencia podrían disponerse a realizar un sancocho a la orilla de un río, festín que llevarían a su fin aun bajo la contemplación del temible meteorito surcando los cielos.

 

III

Pero hay gente que se preocupa, que se la pasa pendiente de los signos, que los estudia, que hace de ellos su oficio, aunque al final igualmente muera como los felices indiferentes mencionados, si es que el cáncer de su misma preocupación no la liquida antes.

Porque en la naturaleza todo está dispuesto a perfección:  unos para contemplar, otros para oír y otros para ignorar.  Igual el mundo avanza y es un súmmun de armonía.  Son roles de calculada evolución planetaria.   Póngase como se quiera:  unos que comen, otros que son comidos y otros que contemplan.  Nadie negará que así no sea la vida.

Después de muerto es difícil saber qué diferencia hay entre morir a conciencia o huéfana de ella.

 

IV

El presidente de Israel, Shimon Peres, recién declaró que su país no se encontraba bajo la capacidad de atacar solo a Irán, su archirrival en la región.  No obstante a diario su país también declaraba que atacaría, que bombardearía, que exterminaría la amenaza nuclear que representan los persas; y en ocasiones han asomado que lo harían inclusive sin el aval de su principal aliado, los EEUU.

Discursos son, por supuesto, cuanto más de guerra, más irreales o irracionales.  Nadie cuestiona ese cuento.  Total, es la guerra, esa misma que en los refranes echa mano a cualquier argumento, como en el amor, para rendir a la otra parte.  Inclusive bajo la eventualidad de su acaecimiento, bajo el ruido sordo o monstruoso de la explosión de las bombas, siempre habrá parias culturales (¡si pudiéramos darle un buen sentido a esta expresión!) que continuarán con su fogata cerca del arrullo de las aguas, disfrutando de un tajo de carne asado o una deliciosa sopa; lógicamente, esto si la explosión no es tan poderosa que acabe con los ríos y las tierras sobre la cual hacer vida.

 

V

El lío está encendido.  Los actores en concierto no son tales o los más importantes, como ilógicamente hay que decirlo.  Irán, Irak, Siria, Israel, Líbano, Libia, Turquía, Palestina y árabes en general cayéndose a puñetazos no constituyen el póster protagónico, aunque sí pueda serlo su entarimado.  Sombras, pelusas, entelequias, criaturas que padecen de irreales sensaciones humanas con pretensiones de existencia (me recuerda a un personaje de cuento de Jorge Luis Borges), una no vista obra de teatro donde insólitamente el ambiente dramatiza y el espacio son las personas.   No existen más que como teatro donde se derrama la sangre y se siente el dolor de las heridas.  Piezas del ajedrez tumbándose entre sí, movidas por la superior mano.

La representación arde, humea, continúa.  Por encima está el espíritu que planea, el dador o quitor de realidades (con el permiso de la palabra), el verdadero responsable.  Sí, ese dios como el de los hombres de madera o de maíz del Popol Vuh, ensayados para inaugurar nuevas eras.

Fuera del tablero siempre estarán los mencionados hippies, recoge-latas o dementes celebrando o conmemorando sus alegrías o penas a las orillas del Guaire, hasta que venga también el espacio, el efecto de la explosión universal, y los protagonice.

jueves, 2 de agosto de 2012

El Consejo de Seguridad de la ONU y Siria, ¿cuadrilátero último de la paz mundial?

I

Consejo de Seguridad, ONU Al ver cómo se deslizan los hechos en el Medio Oriente, en tierra Siria para lo concerniente, se puede presentir que algo está por reventar, no refiriéndonos a la guerra, claro está, porque de todos es conocidos que ésta ya empezó hace rato (al menos la guerra parcial y solapada de Occidente contra Siria, que no una guerra mundial, lo cual siempre será el verdadero peligro a reventar).

Nos referimos a la otra guerra, la que se libra en los espacios de los protocolos, de la formas, de la instituciones, de las convenciones, de la diplomacia..., y que de ordinario contiene a las partes confrontadas y las aterra a acuerdos después de cortas o largas conversaciones, de pulsos abiertos o disimulados, de guiños o cumplimientos obligatorios de normas; evitando el temido evento de la guerra directa entre las potencias, normalmente tras bastidores.

Es decir, para que las partes reales de poder se confronten directamente en medio de una guerra total debe fracasar primero el formato de contención institucional y de la diplomacia, encarnado en los actuales momentos en los espacios de discusión de la ONU, cual el Consejo de Seguridad.  La preguerra.  Allí las partes en desencuentro ostentan su lustre digamos de civilización antes de decidirse a hundir sus botas en el barro bélico (o lo hacen cuando ya calladamente lo han decidido).  Despliegan o agotan el cartucho de la cultura que insufla en cada una de las partes; hacen alarde de alianzas, de palabras bonitas o ingeniosas, de ilustración, de conocimientos, de ciencia, de historia, con el propósito de persuadir al contrario; deliberan y votan, como en las viejas ágoras de los antiguos antes de emprender una guerra o decidir no empezarla.

El discurso de la no-guerra prende en los espíritus y cada quien lo esboza como plaga a evitar para la humanidad.  Se habla siempre de paz, de historia, de masacres, de violación de los derechos civiles, de genocidio, democracia, invocando leyes, y cada quien parece lanzarle al otro a los pies el terrible cadáver de la guerra, sea ya como recordatorio fatal, sea ya como virtual acusación de villanía, como amenaza, como descalificación del contrario en todo caso.

En la contienda de las palabras cunde el esperpento de acusar al contrario de villano o bárbaro y de erigirse a sí mismo como salvador o benefactor; a cualquier precio y forma, bajo cualquier inusitada palabra o mecanismo, al amparo de una arreglada mayoría o cofradía.  El objetivo siempre será vencer en el ínterin de los sofismas, de las ágoras o senados griegos, donde sabemos la razón es un parto dialéctico en divorcio con la real contextura de la humanidad; obtener los votos necesarios ha de ser la meta para luego revestirse de legalidad y actuar consiguientemente, como corresponda actuar, bárbaramente o no pero en legalidad, como se dijo, lo cual figura extender una suerte certificado civilizatorio sobre las futuras acciones a acometer.

Son los juegos de la preguerra, contorno calculado del entrecruce civilizatorio para conciliar diferencias.

II

Hoy está a punto de reventarse la cuerda de tal contorno, con el riesgo consabido de la confrontación directa, peligro este siempre negado por los civilizados analistas (ya los oigo:  el mundo ha aprendido mucho para caer tan simplemente en una nueva gran guerra).  Como decir, si se cae la forma, se quiebra el cristal y se derrama el contenido.   Hasta hoy, después de la última gran guerra, las partes de poder se han enfrentado a través de terceros, peones representativos de sus intereses; ahora, con el comportamiento despectivo y violatorio de las formas protocolares por parte de los EEUU en el Consejo de Seguridad de la ONU, no parecen salvarse los institucionales argumentos de contención.

Esto es, si se agota la preguerra, el juego de los pulsos dialecticos, ¿qué queda?  Es decir, si se acaba el juego de los pretextos confrontatorio a través de otros...

La embajadora de ese país ante la ONU declaró que EEUU haría lo que tendría que hacer para deponer al gobernante Sirio, como los hizo en Libia, no obstante la renuencia de preponderantes miembros del Consejo de Seguridad al respecto, Rusia y China.  En fin, fin del juego.  Acabose de la forma, caída del telón y desmantelamiento del teatro de las conversaciones.  Pase a los hechos.

III

El antecedente más rápido es Irak.  Entonces los EEUU volaron por encima de las resoluciones de la ONU y bombardearon, facilitando el derrocamiento de Saddam Hussein.  Luego, ocupación, toma del petróleo, afincamiento de poder geoestratégico y debilitamiento consiguiente del contrario geoestratégico mundial, Rusia y hasta China.

Hasta ahora no hay resolución respecto a Siria, pero los EEUU parecen no aguantarse.  Ciertamente no hay resolución prohibitiva que violar porque Rusia y China se han negado a caer en la jugada de votar una para que luego sea burlada; y los EEUU no han incurrido (aún) el abierto descaro del bombardeo aéreo sobre Siria, en pleno rostro opositor Ruso o Chino; pero han hecho lo que dijo la embajadora que harían e infiltran mercenarios a granel a desde Irak, Turquía, Jordania, Egipto, Líbano, Sudán, Somalia, afianzando a los Contras sirios.  ¿A qué bombardear con aviación si compensatoriamente las fuerzas terrestres mercenarias permiten burlar las apariencias y suplir el defecto aéreo?

 

“En fin, fin del juego.  Acabose de la forma, caída del telón y desmantelamiento del teatro de las conversaciones.  Pase a los hechos”

 

La aviación impide la debida defensa del objetivo y posibilita su posterior toma por las fuerzas terrestres, incluso sin que éstas se cuenten en gran número. Irak y Libia son el muestrario.  En su defecto, o sea, ante la imposibilidad de aplicar el recurso aéreo, multiplican el terrestre, que no es comprobablemente evidente (“¡Demuéstramelo, pues, yendo al terreno de los hecho!”).  Al decir de Siria, 60 mil mercenarios la han penetrado hacia Damasco, capital del país sobre el cual aún no existe una resolución de guerra, pero que es atacada desde todos los ángulos terrestres sin la evidencia del escándalo aéreo y sin contemplación de nada ni nadie.

IV

De forma que la grosería imperial de los EEUU, su Europa y su OTAN quedan al desnudo.  Su desprecio por el orden del mundo y la institucionalidad que lo rigen es olímpico.  Desmorona con su actitud y acciones lo poco que en el mundo queda de ONU o Consejo de Seguridad.  Se burlan, en fin, del árbitro y tientan al caos implicado en su desconocimiento.  Con ello, inundan de ofensión e indignación a las partes activas en la organización (Rusia y China), quienes una vez más (como cuando Irak y Libia) quedarían ante el mundo como payasos monigotes para el escarnio.

No bombardean a Siria, es cierto; no logran instaurar sus soñadas coordenadas de vuelo para sus naves, pero abren brechas en las fronteras sirias y envían sus mercenarios.  El objetivo, como se dice, es Irán, y no tanto Siria por Siria.

Así los reveses que representa la renuncia chino-rusa en el Consejo de Seguridad ante sus planes expansivos, son exorcizados, suplidos.  Y cumplen, pues, como dijo la embajadora, con sus metas de hacer lo que tienen que hacer.  Punto.

Peligroso tentar de la suerte, de la paciencia del contrario, del accionar de tantos pueblos, incluso de aquellos que no están metidos en el cuento (cree uno: todo lo humano afecta: nada humano me es ajeno).  Uno mismo por acá, donde no se oyen las explosiones, aparentemente ajenos a los acontecimientos, en realidad explota en indignación:  no es posible que la progresiva hegemonía de unos pocos rubrique como “idiotas” al resto de quienes habitan este mundo.

V

Expuesta así la locura, Rusia y China tendrían que responder para mantener, por un lado, sus intereses y, por el otro, como efecto, el equilibrio de los polos de poder en el planeta.  Responder a través de otros, en la medida en que los espacios de la preguerra lo permitan, es decir, a través de terceros:  armando al ejército sirio e iraní, adiestrándolos, sumándoles también mercenarios.  No sería trampa devolverles la moneda a los estadounidenses y occidentales. Sopa de su propia sopa.

Y caído el espacio de la preguerra, actuar directamente, con tropas, como una vez asomó China hacia su aliado ruso.  Si no hay ONU, no hay árbitro; ergo, el caos y el actuar libremente es la consecuencia natural, según la razón de los armamentos.  Si se desinstitucionaliza el mundo, muta la civilización, adviene el gen de la guerra nuevamente, emergiendo de lo recesivo.

La otra cara de la moneda, el no-hacer y cruzarse de brazos, es la resignación a que el mundo tiene su amo:  los EEUU y la OTAN.  En el terreno, significa perder geoestrategia, socios económicos, políticos y militares.  Los rusos perderían sus contratos y el pequeño puerto que cultivan en Siria, pero mucho más les acaecería con la caída de Irán, hacia donde finalmente apuntan los cañones occidentales; y a los chinos les sucedería un tanto igual.  China es un devorador de petróleo que no puede darse el lujo de perder un potencial surtidor de país libre como lo es Irán hoy; privatizado bajo el armamento estadounidense, tendrían poco menos que arrodillarse para seguir alimentando su fabulosa infraestructura energética, y nada menos que ante el rival energético (las proyecciones colocan a estos países seriamente enfrentados por el surtido petrolero).

Ante el nuevo orden geoestratégico mundial al que podría apuntar la toma de un leve país como Siria (¿la Polonia de la segunda guerra mundial?), rusos y chinos conminados quedarían a ocupar sus puestos en la flamante configuración, sea ya en una última y debilitada alianza binacional (en el marco de la Organización de Cooperación de Shanghái, OCS), sea ya subsumidos en sus fronteras nacionales para defender lo que les queda tierra adentro.  Porque no existe polo de poder estabilizador en el mundo sin el concurso neutro del Medio Oriente (es decir, libre), madre de la mayoritaria reserva planetaria de hidrocarburos, paisaje de ingentes mares y extensísimas tierras aún no exploradas del todo (Irán no ha explorado la totalidad de su territorio en la busca de petróleo).

Quien tome el Medio Oriente se impone y manda al diablo la bipolaridad de poder que a duras penas parece existir en el mundo; hegemoniza el planeta.  Gana, para decirlo infantilmente, como provoca.  Se hace emperador. Inaugura ese insólito III Reich etnocéntrico, tan temido y abominado en la historia.

martes, 24 de julio de 2012

Animal político cumple 5 años y rebasa las 400 entradas (y en ocasión del homenaje a El Libertador)

Bolívar en 3D El blog Animal político cumple hoy 5 años.  Arriba ya a más de 400 entradas, publicadas en diferentes medios digitales e impresos.

Empezó con la siguiente y brevísima nota, titulada “Narciso protestón” (24-07-2007), transcrita a continuación:  “Los estudiantes de las universidades privadas que protestan y lloran por RCTV lo hacen porque todos querían ser actores. La mejor prueba son las millas de cámaras que agarraron durante las protestas.”  Entonces una crítica digamos intestinal a las despreciables actitudes burguesas de un sector estudiantil idólatra de la farándula.  Eran los tiempos del cese de la concesión al canal de televisión opositor RCTV y de las protestas callejeras de sus adeptos.

Luego siguió con unos diez artículos más bajo esta forma y estilo, de directa brevedad, hasta que su letra empieza a espesarse para adentrarse en una suerte de exploración de estilo, a ratos de investigación, académica, periodística, personalista, de experimentación...

En la actualidad el blog se expresa a través de un esquema modestamente ensayístico, de especificidad política, como la adjetivación de su nombre lo recuerda.

Pero vale hacer una pequeña memoria y a la vez justo reconocimiento.  Animal político nace del blog Mi palabra por delante, del cual se metamorfoseó.  Tal primer blog recogía de cualquier forma anotaciones, ideas y hasta cuentos de tema político sobre la realidad venezolana e internacional.

Es de apreciar también el efecto se dirá regulador y determinante del la página Aporrea.org, esto en cuanto a estilo, que no contenido.  Como se comprueba, el portal mencionado incorpora lo popular y coloquial a su trabajo periodístico de denuncia, reflexión y combate contra matrices de opinión que transnacionales de la noticia procuran imponer sobre la sociedad para privilegiar sus intereses.  Tal espíritu ha sido preocupación constante del autor a la hora de afinar su estilo, maléficamente influenciado por formalismos académicos de escuelas de letras.

El autor publica su escrito primero en el Animal político, como de suyo se entiende, y acto seguido lo envía a publicación ─¡en primera instancia!─ a la página Aporrea.org, donde tiene más posibilidades de lectura.  Naturalmente la idea es procurar una mayor difusión de su contenido en cuanto el autor lo pondera ─con la mayor humildad─ como un aporte para abonar una discusión que incida en el parto de una más noble conciencia política e ideológica.  En la sección Autores de la mencionada página se podrá consultar la totalidad de artículos allí publicados.

La prensa escrita del país, de otros estados diferentes a la región capital, han republicado los artículos (Yaracuy, Bolívar, Zulia, etc); así como otros sitios prestigiosos en línea, como Rebelión, respecto del cual el autor se honra grandemente en resaltar.  Lógicamente, en mundo tan globalizado, es necio asentar que blogueros de diferentes países también lo han hecho.

En día tan especial como hoy, cuando se conmemora el natalicio del Padre de la Patria, y el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, presenta al país la imagen del rostro de Bolívar, luego de estudios directos sobre sus restos mortales, Animal político se suma al homenaje y coloca dicha imagen en el encabezado del presente escrito.

sábado, 21 de julio de 2012

Los EEUU a punto de mandar el mundo al diablo

I

Guerra mundial - EEUU-Rusia Los EEUU están a punto de dar un paso histórico, de enorme repercusión en la desinstitucionalización del mundo.  Vale decir, revolucionarlo, con sus inevitables repercusiones sobre el mundo entre el cual se revuelven:  desmoronamiento definitivo de lo que queda del actual arbitro internacional (ONU), toma de posiciones geopolíticas de la comunidad internacional, asunción de bandos, defensa feroz de intereses económicos e inicio (en el peor de los casos) de un juego de fuerzas de cualquier modo, que es como decir la guerra, el nuevo y siempre viejo capítulo de la barbarie mundial.

Han anunciado a través de su embajadora ante la ONU algo así como que se han cansado ya de las negativas reiteradas de Rusia y China a la intervención de una fuerza internacional para deponer al gobernante sirio Bashar Al-Assad.¹

II

No es que el cuento sea nuevo, ¡puf, por favor!  Ya hay precedentes.  Irak, el emblemático.  Entonces pasaron por encima de las resoluciones de la ONU para invadir ese país, deponer a su gobernante “fabricante” de armas de destrucción masiva, matar a más de un millón de personas, dividirle el territorio en zonas de extracción petrolera y, lógicamente, empezar a bombearlo hacia sus arcas de origen.

En ese entonces los rusos como país contrapeso del contubernio occidental (EEUU, Francia, Inglaterra y otros) lucían algo más amodorrados que ahora, cuando se han atrevido finalmente a algo, por lo menos a protestar ante la ONU junto a China el torcimiento mismo de la organización arbitral y la pretensión de instaurar una unilateralidad hegemónica mundial.  Entonces como que andaban aún despabilándose del shock de la perestroika y su consecuente desintegración desde la vieja URSS.

Tuvieron que perder ante Occidente geoinfluencia en Afganistán, Irak, Libia, entre otros, para reaccionar hoy, junto a China, y atreverse a decir “no” a la troica colonialista de siempre respecto de sus flamante planes en relación a Siria e Irán, este último el gran botín, botín petrolero.  Su Organización para la Cooperación de Shanghái (OCS), donde se alía a China, Kazajstán, Kirguizistán, Tayikistán y Uzbekistán, además de la posibilidad de incorporación de países como  Irán, India, Pakistán, Turkmenistán, Mongolia y Turquía, es un balbuceante intento aún de contrapesar el avance hegemónico de las potencias emblemáticas occidentales.

Sin embargo, con toda su merma y distracción histórica, la cual la ha llevado hasta el grado de descuidar principios defensivos en sus propias fronteras del Este europeo (el llamado escudo antimisiles de los EEUU), no se puede dejar de reconocer el papel de contención y de balance geopolítico ruso.  Sin él, sin la China de hoy, los EEUU y los países europeos con seguridad se habrían atrevido a más y el mundo se estaría perfilando en una suerte de III Reich reformulado, el imperio de los mil años ahíto de unipolaridad.

III

La variación de novedad hoy, el paso brutal y fatal que enunciamos al principio como un evento de desinstitucionalización del mundo conocido, es que los EEUU decidan operar en Siria por cuenta propia por encima de la oposición abierta de dos miembros eminentes del Consejo de Seguridad de la ONU, a saber, como se lleva dicho, Rusia y China, tanto más grave cuanto el fundamento funcional de esa instancia es la toma de decisiones en consenso.

Las palabras de la embajadora gringa, más allá de fijar una posición de Estado, provocar o expresar frustrante ira, parecen delinear una profecía, según los estadounidenses le tomaron el gustito a su libre accionar durante las décadas de ausencia rusa:  “no dejaremos de hacer lo que hacemos solo porque no haya resolución”.²

 

“siempre con el inenarrable riesgo de la confrontación directa entre potencias madres”

 

Clara palabra de guerra, a no dudar.  En Irak, ya dicho arriba, hicieron lo que desde un principio quisieron por encima de la débil oposición rusa; se proponen hoy hacer lo que quieren por encima de la ahora enérgica posición ruso-china. He allí la tentación de los mil demonios.

IV

Las implicaciones serían simples y dramáticas.  No serviría para más la ONU o su Consejo de Seguridad, como primer efecto; y como subefecto, la OTAN parecería llamada a emerger como la instancia mundial de toma de decisiones según es privativo del nuevo orden mundial el deseo de las potencias militarista occidentales.  ¿Es que acaso existe por allí una gélida organización de contrapeso efectiva como el otrora Pacto de Varsovia?  La OCS, como se dijo, aún balbucea.

Rusia, a más de perder el pequeño puerto que mantiene en Siria, perdería Siria completa como aliada, como socio militar y comercial, como geoestrategia, así como China.  Pero lo de más dimensión sería Irán.  Los analistas proponen que en realidad se ataca a Siria para cercar al coloso persa, el real objetivo.  Sus descomunales reservas de petróleo, su significativo valor estratégico geográfico, de ser tomados darían cumplimiento a la llamada “doctrina Eisenhower”, de 1957 (o también “doctrina Carter”, de 1980), cuyo propósito es “asegurar el acceso de EE.UU. a las prolíficas reservas petrolíferas del Golfo Pérsico.”³

Para las nuevas alianzas que emergen como bloque de contrapeso al poderío de Occidente, perder a Irán como zona de influencia, como suelo de operaciones, significa a secas perder.  ¡Tan fundamental luce ese país en el Medio Oriente para el equilibrio y la paz en el mundo!  No de balde para unos representa el último zarpazo programático de una vieja guerra por el dominio del mundo; y supervivencia, para otros, esa suerte de matojo de la que te aferras desesperadamente antes de desprenderte al precipicio.

Geográficamente el mundo no es el Medio Oriente, pero simbólicamente estaría siendo engullido entre ese cierre de mandíbula militar que se operaría desde Israel hacia Europa.

V

Lo anterior para el caso de que Rusia y China crucen lengua y brazos ante una intervención directa en Siria, cual hizo una primera Rusia respecto de Irak en 2003 (ya los aliados están indirectamente dentro de Siria, ONU a un lado); caso contrario, que se hagan operativas alianzas y reacciones, militarmente hablando, en defensa de espacios e intereses, incluso, como suele suceder, luchando las potencias indirectamente a través de segundos o terceros países, se tendría la guerra, siempre con el inenarrable riesgo de la confrontación directa entre potencias madres.

Se estaría a la vuelta de la esquina histórica, es decir, donde el perro una vez se mordió la cola dando inicio al ciclo perruno presente:  creación de una nueva Sociedad de Naciones, reconfiguración del mundo hacia sus polos geopolíticos, renacimiento (y valga el contrasentido) de la perenne guerra fría, una vez más acusando el hombre sus altos niveles de civilización barbárica (y valga nuevamente la contraespecie semántica).

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¹ “Rusia, alarmada por propósito de EEUU de actuar al margen de la ONU en Siria” [en línea]. - Univisión Noticias. - 20 jul 2012. - [2 pantallas]. -  http://feeds.univision.com/feeds/article/2012-07-20/rusia-alarmada-por-proposito-de?refPath=/noticias/estados-unidos/noticias/. - [Consulta:  22 jul 2012].

² Loc. cit.

³ Michael Klare:  “La nueva geopolítica de la energía” [en línea]. – Rebelión. – 2 jul 2008. - [Pantalla 4]. - http://www.rebelion.org/noticia.php?id=69727. - [Consulta:  22 jul 2012].

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