lunes, 21 de mayo de 2018

LA MATEMÁTICA RAZÓN POR LA CUAL LA OPOSICIÓN SE NEGÓ A PARTICIPAR EN LAS PRESIDENCIALES

1

En un principio son 20 millones 482 mil 113 los habilitados para votar en la elección presidencial 2018.

De ellos, 2 millones se han ido del país, según las cifra más conservadora manejada por el Laboratorio Internacional de Migraciones de la Universidad Simón Bolívar, que asegura que no hay cifras oficiales al respecto y que los dos millones surgen de la suma de los reportes de los países receptores.  La oposición y otros entes tendenciosos manejas cifras de hasta 6 millones. Quedémonos con dos.

Ello arroja un universo de 18 millones 482 mil 113 posibles votantes.  Restemos la participación, 9 millones 132 mil 655 votos,  hasta ahora con el 98,78% de los escrutinios, de acuerdo con el segundo boletín CNE.  El resultado es 9 millones 349 mil 458 de potenciales votantes que se abstuvieron, esto es, un 50.58% de abstención, una cifra menos severa que la oficial (53,98%) calculada sobre los 20 millones y pico del padrón electoral.

Si convenimos en que 2 millones de personas se han ido del país, cada una de ellas registradas en el CNE, 50.58% de abstención sería una cifra más ajustada a la realidad, aunque no oficial.

2

Pero la abstención ha debido ser la histórica en los comicios presidenciales, un 30%, es decir, 5 millones 544 mil 633 (ojo: sobre la base de los 18 millones y tanto).  Sabido es que la oposición hizo un llamado a abstenerse y alteró el comportamiento histórico, colocándolo en 50.58%.  De manera que la diferencia entre un término abstencionista alterado (9 millones 349 mil 458) y otro que ha debido serlo de modo histórico (5 millones 544 mil 633) nos da una cifra crítica que nos permitirá determinar, en términos espectaculares, cuál tendría que haber sido el resultado electoral bajo condiciones de normalidad.

La cifra diferencial es 3 millones 804 mil 825.  Es un aproximado de la cantidad de personas que en verdad se abstuvo en el contexto de la coyuntura política actual: llamado a abstención opositor, guerra económica, propaganda, presión exterior, decepción, voto castigo, etc. Toca ahora determinar cuántos de estos fueron chavistas blandos (o críticos) que dejaron de votar y cuantos fueron de la oposición que no lo hicieron respondiendo a las líneas de su dirigencia; qué porcentaje es atribuible a uno y qué a otro.

3.

Para hacerlo, debemos tomar como referencia el evento electoral más cercano donde se midió la fuerza chavista, a saber, la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) en 2.017, férreamente combatida por la oposición, como la misma elección presidencial presente, bajo una cruda guerra económica y desconocida por más de una decena de países.  Entonces el resultado fue 8 millones 89 mil 320 votos.

La diferencia entre el voto actual chavista para Maduro y el voto para la ANC-2017 tendría que ser la cifra aproximada de la deserción roja para este evento presidencial: 8.089.320 menos 6.190.612 es igual a 1 millón 898 mil 708.  Sentémoslo: casi dos millones de votos anteriores chavistas (ANC-2017) dejaron de votar el 20M-2018.

Por fuerza, el restante del universo de abstención que manejamos arriba (3 millones 804 mil 825) constituiría la abstención aproximada opositora real; es decir, 1 millón 906 mil 117 de venezolanos respondieron al llamado a no votar de su dirigencia opositora (3.804.825-1.898.708=1.906.117).

4.

Ahora las atribuciones.

En condiciones digamos normales de elección (al menos sin el llamado a abstención), Nicolás Maduro tendría que haber obtenido 8 millones 89 mil 320 votos, mínimamente los mismos obtenidos por la ANC siendo conservadores; es decir, lo que obtuvo (6.190.612) más lo que dejó de obtener (1.898.708); y la oposición toda junta (Falcón+Bertucci+Quijada) tendría que haber obtenido 4 millones 848 mil 160, o sea, lo que obtuvo en sumatoria (2.942.043) más lo que dejó de obtener por su mismo llamado a la abstención (1.906.117).

5

Tal es la realidad que se esconde detrás del llamado a abstención que hiciera la oposición venezolana y la negativa a participar en las elecciones presidenciales: el horrible panorama de una derrota casi disfuncional. De haberse realizado las elecciones sin el llamado opositor a la abstención (cortina de humo) y unificándose en un mismo candidato contra Nicolás Maduro (el sueño dorado de la unidad), estos habrían sido los saldos pavorosos:

Nicolás Maduro:   8 millones 89 mil 320 votos

Candidato opositor unificado: 4 millones 848 mil 160

CERO FIESTA: A INTERPRETAR EL MENSAJE

No creo que el momento sea de exaltada festividad. Es cierto, se impuso la revolución, necesaria para continuar con la independencia nacional,  y lo celebramos; pero sabíamos  que eso iba a ocurrir, más cuanto si la oposición estaba llamando a abstención.  Nada festejábamos  para evitar caer en bobos triunfalismo.  Necesaria es la contención, esa que debe conducir a la reflexión y derivarse del análisis duro de los hechos. 

 Nuestro triunfo esperado habría sido una más alta participación, más que "ganar".  Pero ahí están los resultados: nos salvó el voto duro:  6 millones 190 mil (segundo boletín del CNE, 98,8% de escrutinio).  Tanto es así que ronda el fantasma perturbador de que, si la oposición no llama a la abstención y se hubiera unido un poco más, habríamos perdido las elecciones. 

El aguafiestas no soy yo con mis palabras, sino el hecho  que, restando masa de gente que se fue del país (quizás voto eventual chavista) y otros que por debilidad ideológica dejaron de votar, casi dos millones de anteriores votos chavistas dejaron de votar el 20 de mayo respecto de los resultados de las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente.

Nuestro trabajo es volcarse hacia las comunidades.  Caminarlas.  Concretar el legado comunero chavista.  Dejar el burocratismo.  Ejercer la democracia.  Evitar la dedocracia y la conformación de sectarismos.  No perder la perspectiva.  Evitar el coleteo: creer que las personas son cartuchos que se usan y se desechan, como ha sido el uso histórico del hecho político.  Que el político establezca su gabinete en medio de las entrañas del pueblo.  Una completa autocrítica que nos involucra en la tres R chavistas.

Y la perspectiva… ¿Qué es eso?  La perspectiva es no creer que la "gran política" sea la política tradicional y convencional.  ¿No estamos en revolución? Hay nuevos brotes, nuevos paradigmas.  La perspectiva comulga con lo que es estratégico para el futuro y la seguridad del país.  Activar la producción es una, para mencionar uno de los temas; y la formación, para mencionar otro.  Ambos son de importancia capital, replegados a segundos planos en la conversación de la "alta política", en las reuniones políticas. 

La perspectiva tiene que ver con la salvación ciudadana, con el rescate y atención de la persona, de modo más directo y fraternal.  Hablar de siembra, tierra y barros es un hecho que roza lo "tierrúo", según rigidez mental; hablar de ideología, es paja aérea.  Pero, en verdad, no asumir ambos puntos, eso sí que resulta perder el humano raciocinio y echar una meada fuera del perol.  ¡Tú no puedes seguir hablando de riqueza, de su brillo y contextura, si no la produces, caramba, bajo un esquema de comprensión social y responsabilidad personal!

¡Producción y formación, formación y producción, han de ser el norte!

Si hay producción, es difícil que abandones un país con seguridades; si hay formación, es seguro que lo pensarás dos veces antes de partir porque tendrás el don de la comprensión. Y valga la retahíla final para ejemplificar con el caso de quienes se han ido de nuestro país.

miércoles, 9 de mayo de 2018

QUERER AL PAIS ES TAN FÁCIL COMO SEMBRAR UNA CEBOLLA



I

Mire, es una simple fotografía.
Es una cebolla (Allium cepa) en un macetero.  Pero no está sembrada ni siquiera en un macetero, como formalmente se llama a un envase comercialmente destinado al fin.
¡Es un envase recogido de la calle, un galón de pintura, reciclado para el útil fin de cultivar un alimento!
Es, en fin, una fotografía de la humildad.
II
Neruda la llama en su "Oda a la cebolla", "constelación constante / redonda rosa de agua / sobre /  la mesa / de las pobres gentes".
Refiere Alberto Moravia, en su novela La campesina, que los italianos se la comían cruda ante la carestía de la guerra.  Y cuando se está en una situación de confort, esto puede parecer una audacia, casi tan heroica como comerse un limón a gajos.
III
Pero este vegetal humilde está en toda parte planetaria y es requerido en la cocina.  Como decir que es ya un apéndice culinario del hombre, del mismo modo que el perro es la mascota por excelencia.  De manera que, si de humildad se habla, podría la cebolla, como el perro, ponerse altanera y causar bastantes tristezas y deficiencias al compungido humano.  Se alza la cebolla y se va de la tierra, así como la mascota podría rebelarse y dejar en soledad a tanta alma.
¡Qué tan buen sabor puede tener un guiso sin la cebolla, sin ese sabor lloroso y dulzón a un tiempo, potencial de la tierra!
IV
En el mercado se cotiza en Bs 150 a 200 mil el kilogramo, hoy mediados de 2018.  Al mayor se compra en 60. Y todo el mundo enloquece por comprarla y paga el chantaje de la usura.  Y por acá se va entendiendo una de las razones históricas de los refranes: que lo sencillo y humilde no se contradice con lo importante.  Si no, mírese cómo tanta gente llora por esa cenicienta.
V
Si usted tiene un balcón donde incidan cinco horas de sol como mínimo, o una azotea, puede sembrarla.  Espera tres meses y medio y luego puede comerla.  Ella emerge de la tierra como un regalo, con facilidad, capa por capa, lista para ti.
Mire la foto: la cebolla no es nada remilgada.  Parió en un envase recogido en un basurero.  Ese envase debe tener una capacidad al menos para tres o cuatro litros.  Sencillo: mientras usted trabaja, relincha o vegeta no se sabe por dónde, acordándose de regarla cada dos días y de aplicarle compost cada dos semana, un alimento toma forma en la naturaleza para su mesa.
¡Imagine ahora que tiene cincuenta envases reciclados!
VI
No hay justificación para quejarse y no producir.  La sencillez de la cebolla debe callar tantas quejumbrosas bocas. 
Qué hay la crisis y el presidente es culpable porque no tengo cebolla en la mesa, así como otros alimentos...
¡Mentira!
La crisis la llevas tú en el alma, maltratando a diario tu ecuménico espíritu humano, que es capaz de engendrar vidas e inventar mundos.
¡Es más fácil y barato sembrar una cebolla que quejarse y tildarse de inútil!  Lo primero da vida; lo segundo, extermina y enferma.
VII
Por las razones que fueren, nuestro país, nuestra casa, nuestras vidas, familias, están sometidas a presiones de guerra, políticas y económicas. Ello conlleva a la carestía, hecho puntual a resolver con capacidades de supervivencia.
¿Qué eres tú?  ¿Una criatura de los cénit, hecha para los periodos confortables de las victorias, en nada hecho para la batalla?  ¿Eres un ciudadano con la patria servida o al servicio de la patria?
El humano es un ser de evolución y adaptación perseverante, quizás con rememoración jurásica.  No está la victoria en la victoria misma, sino en la permanente batalla.
VIII
Hora es de la refundación patria, de la producción, del levantamiento de un país que a fuer de dignidad ante la conspiración mundial ha quedado por entero en manos de los venezolanos.
"¡Vamos a todo!" ha de ser el eslogan general para reconstruirlo después de arrancarlo de las fauces hegemónicas; pero "Vamos a sembrar", ha de ser el principio básico, productor de alimentos.
Nadie es libre si no genera su propio sustento.  Y no vendrá usted a recitar que Venezuela es una aglomeración de eunucos.
¡Hombre, mire la cebolla!  Usted, naturalmente hablando, no es más que ella, pero tampoco es menos.
--   Oscar J. Camero - Twitter:  animalpolis

domingo, 6 de mayo de 2018

TRES VIDEOS SOBRE EL SIMULACRO ELECTORAL DEL PSUV, PARROQUIA SAN JUAN, CARACAS, 6 MAYO DE 2108

Tres videos sobre el simulacro electoral del PSUV del día 6 de mayo de 2018.  Las UBCh nuevamente como la maquinaria de combate y ganadora de elecciones.
Hubo nutrida participación.
Alegría chavista.  Rumba en la calle.
Perseverancia en el voto hasta las 9:00 pm.

Toldos por CLP: Impresiones en la cola de votación: Rumba chavista: