La derecha está de fiesta. Esa que empezó a sentarse al lado derecho del parlamento francés después de las revoluciones que derrocaron monarquías. Esa que sueña con el sueño de uno: un rey, un amo, un millonario y, por contraparte, un súbdito, un esclavo y un miserable. Este sueño es: "el país es mío".
La derecha con Hugo Chávez fue acorralada en el continente con jugadas maestras de ajedrez político. Lo primero fue la comprensión de la fortaleza productiva de Venezuela: el petróleo. El político inició un viaje por los países petroleros y otros espacios para fortalecer los precios. Ningún debilitado revoluciona nada. Entonces se le acusó de utilizar el petróleo para comprar fuerza. "¿Y qué?", vale responder ante el abanico de bajezas que utiliza la contraparte política para atacar.
Luego Chávez se inventó las UBCh (Unidades de Batalla Hugo Chávez, también conocidas como Unidades de Batalla Bolívar-Chávez), unas células de la fuerza política que lo mantendría en el poder hasta su muerte por enfermedad y que en la actualidad, como una férrea herencia, ha sostenido a Venezuela y su propuesta socialista contra la tormenta golpista que la ha asediado desde siempre.
Tan poderosas son en su accionar electoral y organización de masas populares que, vale decir, los gobiernos con propuestas de izquierdas, si no las tienen en el continente americano, caerán ante el asedio de la derecha, como sucedió con Salvador Allende en Chile y ahora con Evo Morales en Bolivia. En un mundo en sujeción esclavista neoliberal, una propuesta socialista equivale a una propuesta de guerra. Es como el Norte portentoso ante el Sur esclavizado durante la época de esclavitud en los EE.UU. Por lo tanto, responsablemente, cada gobernante con pretensión de liberar a su pueblo con la propuesta humanista debe organizar a las masas para su defensa, para defender al pueblo y al ente mismo ejecutor de la propuesta.
Al cabo de una primera etapa política, marcada por la muerte de Hugo Chávez, empezó la derecha continental su contraataque. Y logró posicionar fuerza en el continente con esbirros bajo el mando de los EE.UU. Básicamente se centró continentalmente en sumar fuerzas contra Venezuela, el motor ideológico de la América mestiza. Se posicionó en Brasil, Argentina, Perú, Ecuador, entre otros. Pero, de pronto, en virtud de las recetas económicas mortales del FMI, de explotación de los pueblos, empezó un proceso de declive político que, como aviones asediados por su propio peso, derribó gobiernos. Y ese declive continúa hasta hoy.
La mecha se encendió en Ecuador, estuvo en Perú, pasó a Argentina y golpea a Brasil, entre otros. Pero es Bolivia, en medio del derrumbe del modelo neoliberal en América Latina, quien abre la fiesta para la derecha política, que se aferra a este logro de haber hecho correr a Evo como un evento de supervivencia crucial.
El mensaje es grave: el golpe de Estado es la salida para las situaciones críticas de los gobiernos de derecha política. Nada nuevo, pero terriblemente eficiente y flagrante, como ocurrió en Bolivia, donde Evo Morales facilitó las cosas con dos acciones.
La primera fue haber aceptado la tutoría de la OEA en relación a los resultados electorales. Decir que aceptaría lo que la OEA recomendase en relación a las elecciones, fue condenatorio. La OEA es el departamento de colonias del Departamento de Estado de los EE.UU., primer interesado en restar a un incómodo contra las políticas neoliberales. Fue un error grueso.
La segunda acción fue más grave. Irse, renunciar, declinar, facilitar la asonada. Anunciar que renunciaría, que se asilaría en México, amedrentado por la policía y el Jefe del Ejército, sonó a huir y a abandonar a su suerte a quienes lo acompañaron durante tanto años. Simplemente no debió ocurrir. Evo debió asumir en su país el devenir político e ir, si es el caso, como prisionero a la cárcel derechista, como lo hizo Luiz Inácio Lula da Silva
Vaya lo anterior sin contar lo que se ha reflexionado en el escrito: ¿dónde están las huestes organizadas de Evo Morales, tipo UBCh, ésas que protagonizan 13 de abriles en Venezuela ante golpes de Estado y mantienen la democracia en los países?
Lula mostró el camino. No se abandonan los espacios, no se dan las espaldas. Los revolucionarios deben persistir en el combate, sembrarse en la pachamama si es posible.
Oscar J. Camero
1 comentario:
No menciona el fraude electoral, el pasar por alto la Constitución Art 18 que no lo dejaba postularse nuevamente y mucho menos el pasar por alto al Pueblo Soberano , quien no le dio permiso a reelegirse, y ahora para el colmo lleva a cabo un Fraude electoral, oiga su articulo esta bien sesgado!!!
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