sábado, 10 de diciembre de 2016

COLECTIVOS EN CATIA, CARACAS, COMPRAN DE PRIMERO EN COLAS Y LUEGO REVENDEN LOS ALIMENTOS

Se vive en la era comunal.  Los imperios, los reinos, los Estados, las repúblicas, las democracias, cada cual en su respectiva era de apogeo, han dado lo suyo y ninguna forma ha soportado el deterioro del uso y el abuso.  De manera que la sociedad avanza siempre con una amenaza de caos e incertidumbre, con un polvo frustrado de experiencias y datación histórica debajo de las sandalias.  Profecías hay que proyectan mundos distintos, superadores de vicios, quizás envueltos en otros desconocidos.  Daniel, el bíblico, habla de la era presente, de las comunidades pequeñas organizadas y en sinergia como nueva forma de organización social y política para la convivencia humana.  Adiós Roma, adiós EE.UU., adiós Grecia con tu cuento de democracias.

En Venezuela el aluvión comunal está en boga.  Leyes rigen la materia en su concatenación con el poder central, el Estado; leyes predican el arte de la organización comunal para el logro.  El poder de millones contra la cataplasma capitalista que ahoga al mundo, esto es, el poder de uno.  Comunidades al poder con asambleas de ciudadanos y decisiones vinculantes.  Se busca en específico, en medio del impulso revolucionario de deposición del capitalismo, el establecimiento de una justicia social, antihistórica (lo tradicional ha sido el sometimiento), redentora; de manera que los grupos organizados, las comunidades, con pliegos de firmas en asamblea, invocan la intervención del Estado y subsanan, avanzan.  Se aspira, pues, en el marco socialista, procurar el equilibrio, la paz, la justicia, el altruismo, la solidaridad, hermandad, desarrollo, avance, autonomía, independencia.

Pero el poder se ha malinterpretado, siguiéndose en lo mismo; es decir, ahora los grupos organizados reivindicados siguen con el poder del uno sobre millones, como antes.  Ahora el papel firmado en asamblea es secuestrado por quienes invocan las leyes del poder comunal y lo utilizan para su beneficio personal, grupal, capitalista y explotador, como ha sido la historia.  Y la situación de derivación de erróneas malinterpretaciones o usos perniciosos de la ley, se debe en mayoritaria parte a la falta de Estado, de ejercicio de la autoridad, seguimiento y control, vigilancia, cumplimiento de su obligación dentro de ese acuerdo que se denomina contrato social.

Los colectivos se han desbordado y han tomado el poder que confiere el Estado y la ley a masas honestas y progresistas organizadas.  Es decir, han pervertido el uso.  Abusan.  Usan la letra legal para sus propósitos individuales.  Recogen la firma obligada de los asistentes a reuniones y la utilizan para el beneficio del líder  y su entorno, que funge como rey, como jefe, señor feudal, como patán, como hijo de puta cabecilla de un basurero leguleyo en materia comunitaria.

En Catia los colectivos compran de primero los alimentos cuando el pendejo de a pie hace cola para comprar sus alimentos.  Llegan con pistola en mano y obligan, y se acaba todo.  Se llevan todo.  Y luego ellos mismos, los colectivos, el poder comunal malinterpretado, monta su propia cola de pendejos para vender.  Así compran la pasta en BsF. 1.300 y la venden en 2.100 (casi 100% de ganancia); el arroz, en 2.200, previamente comprado en 1.300; medio Kg. de café lo venden en 7.000; azúcar, 2.500.  ¿De qué demonios se habla a futuro?  ¿Es una profecía bíblica del desastre o es un Estado comunal organizado el que se proyecta en el porvenir?   He acá el caos, el barullo, la incertidumbre, el retorno, la explotación, la misma peste de siempre.  ¿Mienten estas líneas?  Autoridad, Estado, dese una vuelta por los laterales del Centro Comercial El Lago, Catia, en un boquete de puerta que hay por allí, al lado de una panadería, antes de llegar al semáforo, Segunda Avenida entre calle Bolívar y calle Argentina.  Puede que presenten una fachada de legalidad para la venta, pero hay una suciedad procedimental para hacerse con los rubros en venta.

Lo dicho acá es público y notorio, de manera que estas líneas lo que hacen es señalar con valor de denuncia, sin intención de denostar u ofrecer herramientas para el ataque político.  Se quiere crecer, mejorar, informar para soportar toma de decisiones.  Es preocupación que se mire a la "niña" de la ley en la calle ser violada y que no se mueva una paja.


miércoles, 30 de noviembre de 2016

EL INN Y LO AGROURBANO EN LA PARROQUIA SAN JUAN, CARACAS

El Instituto Nacional de Nutrición (INN) junto al responsable agrourbano parroquial, PSUV-San Juan, autor de estas líneas, despliegan una agenda de trabajo en la mencionada parroquia, Caracas, en materia de producción y procesamiento alimentario.

Maibric Navarro, funcionaria de la institución, adscrita a la Dirección de Participación Ciudadana, la cual es presidida por Oliver Rivas, ha concertado para la parroquia una serie de talleres que abarcan desde una reflexión sobre la guerra económica, una exposición práctica titulada "Guerrilla comunicacional",  hasta el taller estrella de procesamiento alimentario, que consiste en presentar a la comunidad una cocina basada en el rubro que por temporada se encuentre en mayor producción, para el caso la auyama, sobre el cual se han dictado ya cinco talleres.

Hasta el presente los siguientes talleres se han organizado en la parroquia, según jurisdicción de los Círculos de Lucha Popular (CLP):

CLP 1:  Sala Técnica "Voces Revolucionarias sin fronteras", 3ª Vuelta del Atlántico, Barrio Unión, Artigas:  Taller "Procesamiento alimentario - Renglón auyama"

CLP 1:  Sala Técnica "Voces Revolucionarias sin fronteras", 3ª Vuelta del Atlántico, Barrio Unión, Artigas: :  Taller "Herramientas para comprender y combatir la guerra económica"

CLP 2:  Teatro Cantaclaro, Capuchinos:  Taller "Herramientas para comprender y combatir la guerra económica"

CLP 2: Preescolar Libertad, Capuchinos:  Taller "Procesamiento alimentario - Renglón auyama".

CLP 2:  Sala Técnica comunal Ana Karina Rote:  Taller "Guerrilla comunicacional".

CLP 5:  Escuela Nacional Agustín Zamora Quintana, San Martín, metro Maternidad:  Taller "Herramientas para comprender y combatir la guerra económica"

CLP 5:  Escuela Nacional Agustín Zamora Quintana, San Martín, metro Maternidad:  Taller "Procesamiento alimentario - Renglón auyama".

CLP 5:  Mercado Juan Francisco de León (mercado de San Martin), San Martín:   Taller "Procesamiento alimentario - Renglón auyama".

CLP 9:  Casa Negra Matea, San Martin, zona industrial:  Taller "Procesamiento alimentario - Renglón auyama".

En cada uno de los talleres se ha contado con el valiosísimo de Alexis Fernández, del INN, quien de hecho es quien imparte el contenido del taller guerrilla comunicacional, enseñando técnicas de estampados de franelas.

Para los talleres de procesamiento alimentario se habilita hasta el sector la persona de un chef profesional.

La mecánica de trabajo es simple, y se enmarca en el programa de activación agroproductiva que desarrolla en la parroquia el pregonero agrourbano, Oscar J. Camero.  En los espacios donde se han dictado talleres de agricultura urbana, donde existe un punto de producción y de formación conciencial en la materia, se le propone a la comunidad la impartición del los talleres.  De manera que dos conceptos se conjugan en la labor final entre el agrourbano y el INN:  producción de alimentos de propia mano con los talleres agrourbanos y procesamiento del alimento producido con los talleres del INN.

El taller sobre la auyama, por ejemplo, comprende diversas recetas culinarias, y permite establecer un contacto con la comunidad donde las personas tienen la ocasión de comentar y presentar su propio recetario.  Mantequilla de auyama, ensalada tricolor, bebidas refrescantes, etc., son alguno de los conceptos manejados en el taller.

Es útil aclarar que dichos talleres son parte del programa de la Red de Defensores y Defensoras de la Seguridad y Soberanía Alimentarias (REDDSSA), una organización que pertenece al Ministerio del Poder Popular para la Alimentación, cuyas funciones datan desde febrero de 2013 y consisten en trabajar

"de forma articulada con las comunidades organizadas, desarrollando una serie de tareas formativas a fin de fortalecer la lucha contra el acaparamiento, la especulación, el boicot y todos los artificios con los que quieren someter al pueblo, en esta guerra económica declarada por sectores empresariales de la oposición venezolana." ("Red de Defensor@s de la Soberanía Alimentaria 'Hay que ser vigilantes, contralores incorruptibles" [en línea]. Aporrea.  22 oct. 2013.  Pantalla 3. (http://www.aporrea.org/actualidad/n238507.html).  [Consulta:  30 nov 2016]

La coordinación entre el ente de la alimentación venezolana, el capítulo agroproductivo del PSUV y las comunidades es un emblemático ejemplo de cómo superar cualquier crisis, desarrollar e impartir conocimientos entre las comunidades, enrumbar al país hacia la concreción de uno de los postulados del Plan de la Patria:  convertir a Venezuela en una potencia social y económica.

Vale decir que, en el contexto de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), la suma del INN con su bagaje técnico en la materia conduce a que la experiencia se escriba con las siglas del procesamiento alimentario:  CLAP-P.

Si usted, parroquiano sanjuanero, tiene interés en llevar los talleres a su comunidad, contacte al responsable de esta líneas en el buzón de comentarios abajo a la derecha en el blog.  Por otra parte, la dirección del INN es Av. Baralt con esquina El Carmen, Caracas, Dirección de Participación Ciudadana, piso 4.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

UN DÍA CITADINO CON SERVICIOS PÉSIMOS Y UN GRITO AMOROSO DE LLAMADA DE ATENCIÓN

Elementos para la reflexión llegan a los oídos.  Uno de ellos es que la CANTV, sus empleados, molestos o lo que fueren, dizque por causa de unos pagos, están saboteando el servicio.  No hay plataforma estable para enviar mensajes de textos, por ejemplo, o, si hablas mediante una llamada, el otro extremo no oye el audio.  En algunas partes se ha caído el ABA.  Una situación lamentable.  Si llamas al servicio de emergencia, 0800CANTV00, la musiquilla que te colocan dura una eternidad antes que te contesten al otro lado.

La tinta fluye para denunciar de manera constructiva.  No es aceptable el hecho de que no hay que hacerlo para no darle armas al contrario gubernamental para atacar.  Se debe arreglar la situación porque se debe arreglar, así un extremado, de esos que procuran incendiar al país escriban a quienes critican para palmearle las espaldas, como si militasen en las mismas filas políticas. Así el dizque cagatintas salga por un canal de televisión opositor, como Globovisión o Venevisión.  ¿Cómo estremecer, entonces?  El agua fría sobre un adormecido lo vuelve a tono con la realidad.

Guardando ya el teléfono con decepción en el bolsillo antes de entrar en el metro, otro es el panorama que se presenta.  El servicio va grave.  No hay tickets, las puertas están francas a quien desee entrar sin pagar (Propatria), los perros duermen echados en los andenes (Propatria), los vendedores informales se pelean los vagones y acucian de manera interminable a los usuarios (todo el sistema).  Se ha perdido un perfil de servicio especial.  No existe la vigilancia, la seguridad:  el hampa y el bachaqueo lo han deteriorado.  El metro, en fin, se ha puteado, como dice el mal término, y no porque lo use el pueblo llano, sino porque no tiene reglas de juego ni de funcionamiento maquinario, esto es, se han caído los protocolos.  Es un acto heroico usarlo.  Además, se debe reflexionar sobre el precio escaso del boleto: la dádiva no se compadece con la necesidad de cariño que el sistema de transporte se merece porque generalmente lo regalado no genera reciprocidad.

Al salir del subterráneo y tomar la calle, viene la parte tres del drama citadino:  el bachaqueo, las calles de nadie y de todos en un mismo tiempo anárquico.  Se vende de todo.  Existe un filón de gente extranjera y connacional depauperado y dedicado al asalto bajo el rótulo del comercio informal.  Si no miras con detalle el suelo, puedes tropezar con algún indigente acostado olímpicamente bajo la luz del sol.  Ciertamente, la responsabilidad es de todos.  No sólo del gobierno.  Existe una proyección legal de ejercicio comunal para resolver y compartir tareas con el Estado, pero la misma libertad de ejercicio le permite también a ciertos grupos formar colectivos para anular cualquier iniciativa redentora comunal, es decir, cualquier grupúsculo con armas en las manos surge para castrar cualquier intención de soñar.  Si se piensa en el bachaqueo, sabido es que son mafias armadas; si se va con la indigencia, no se explica por qué no se reforman las leyes para recoger por la fuerza a un tirado en la calle y someterlo a un programa de rehabilitación…  Pero no, que va, tienen derechos a perseverar con libertad tirados sobre las aceras, sobre sus propias heces, así como el delincuente mismo tiene sus derechos humanos cuando aniquila a un buen pendejo.

Situaciones de asfixia citadina.  Nadie traiciona al juzgar y proponer; el país vale la pena salvarlo.  Se pide, pues, amor, y amor no es necesariamente dejar hacer para dejar pasar.  Amor, para el caso concreto, es hacer respetar la ley, encarcelar al bachaquero, bajar hasta los niveles populares de organización social desde las alturas de gobierno y meter la guadaña.  No es matar, no es asesinar, ni mutilar, ni violar.  Es hacer cumplir las reglas del juego para favorecer a grandes mayorías en detrimento de unas contadas excrecencias.  Es democracia, pues, el poder de todos en contraposición de unos cuantos.  Recójase el indigente y aplíquese el amor de la atención forzada, por decirlo de algún modo; métasele la mano a la CANTV (¿qué es lo que pasa en las comunicaciones?); asúmase el metro con más cariño y plantéese, por ejemplo, que no se saturen de usuarios las instalaciones y se controle el acceso, no importando la cola, carajo, quizás esto aplicado en ciertas horas.

No es situación de juzgar a priori al que pinta una situación anómala como el responsable de la tal situación; es lógica acción de corregir la misma situación para evitar el ataque político sobre las filas de la revolución bolivariana, en trance de recuperación a partir de ciertas fallas conocidas de descalabro electoral.

lunes, 21 de noviembre de 2016

DESALOJADOS EN EL BULEVAR DE SABANA GRANDE, CARACAS, CLAMAN POR AYUDA DE LA SUNAVI Y POR LA ASISTENCIA DEL PODER MORAL.

Inquilinos de San Juan-Caracas y el Movimiento de Inquilinos estuvieron presentes hoy en una acción de solidaridad con el Sr. Willian Jiménez, quien fue desalojado arbitrariamente por su arrendador, calle Pascual Navarro con Av. Francisco Solano López, a pocos metros del bulevar de Sabana Grande.

El hecho destaca no solo por la violación de los derechos consagrados en la ley en materia inquilinaria, sino por los ribetes de burla que la situación adopta en virtud de que hay en curso dos hechos en Venezuela que congelan los desalojos:  la sentencia 1171 del TSJ y la Mesa Nacional de Arrendamiento de Vivienda, la cual se lleva a cabo entre las instituciones, los arrendadores y arrendatarios precisamente para definir protocolos que rijan caracterizaciones de la materia, como la discutida en esta líneas, estos, los desalojos.

La ciudadana que echó a la calle al Sr. Willian se niega a reconsiderar sus acciones y, presuntamente avalada por un abogado que supuestamente defiende hechos arbitrarios como una botadura de una persona a la calle por encima de sus derechos, proclama que el afectado no ingresará más en su domicilio.  Se averigua al presente el nombre del abogado y se preparan cargos legales contra la propietaria, quien regenta un conocido restaurant vegetariano en el sitio. 

Al sitio de presentaron, además, otros afectados por arbitrariedades de desalojos por parte de sus arrendadores.  Se presenta a continuación un par de materiales audiovisuales que recogen el acto de apoyo a favor del Sr. Willian y una entrevista a tres desalojados que actualmente viven en situación de calle.

Se espera con la proyección concitar el apoyo de las instituciones para resolver tales concretos problemas.  Se llama la atención del ente rector en la materia, la Sunavi, al poder moral, instituciones involucradas en asistir a las víctimas violentadas en sus derechos.

Se denuncia la dejadez, la negligencia, la burocracia institucional cuya obra no es otra que lo mostrado en el presente escrito:  gente sufriendo lanzada a la calle en nombre de la apetencia y el lucro.

Movimientos sociales contra un desalojo arbitrario en Sabana Grande, Caracas.


Testimonios de personas desalojadas arbitrariamente por propietarios y en situación de calle