sábado, 5 de abril de 2025

SE ARANCELA A VENEZUELA CON EL 15% PORQUE VENDE MÁS QUE COMPRA A LOS EEUU

Vienen los aranceles, además de sanciones. El emperador del universo, Donald Trump, así lo dispuso. Son para todos y algunos, respectivamente: para todo aquel que le venda productos a los Estados Unidos y para aquellos que requieran alguna presión especial debido a su peculiar relación con el imperio. Aranceles para pechar el "privilegio" de venderle a los gringos y sanciones para aquellos que se les declaran amenazas inusuales.
El emperador Trump decidió que el impuesto universal será de un 10%, es decir, para todas las importaciones de aquellos países con los cuales Estados Unidos mantenga un superávit a su favor; y un impuesto especial por encima del 10% para aquellos con los que mantenga un balance comercial desfavorable.   
Por ejemplo, a Vietnam se le calzó un 46% porque en la relación comercial entrambos países el asiático mantiene un superávit a su favor: le vende al gringo 136 mil millones de dólares, comprándole apenas 13 mil. ¡Un desastroso desbalance! A Venezuela se le endosa un 15% porque en 2023 y 2024, a pesar de años de sanciones, tuvo un superávit comercial a su favor, 1094 millones de dólares en 2023 y 541 en 2024. Las exportaciones de Venezuela hacia los Estados Unidos en 2023 aumentaron en un 770% mientras que sus importaciones apenas crecieron en un 10%. ¡Otro horrible desbalance para el imperio!
Y es que nada le ha caído mejor a Venezuela para atornillar su independencia económica que esas mil sanciones aplicadas desde que Barack Obama y su congreso se inventaron la ley de "Defensa de los derechos humanos y de la sociedad civil en Venezuela" en 2014 y 15; por supuesto, se dice lo anterior con la debida consideración al dolor generado durante el ínterin a millones de venezolanos. El gobierno se vio obligado a parir soluciones y a implementar en 2018 el Plan de Recuperación Económica.
Su resultado es que al sol de hoy hay un abastecimiento del 98% en los supermercados y el 97% de los productos que se expenden son de fabricación nacional, de acuerdo con la Asociación Nacional de Supermercados y Automercados (ANSA). Ponme a prueba, dijo Venezuela, y verás como crezco.
Respecto de las sanciones, habrá que creer que eso del superávit en contra es para los Estados Unidos también una amenaza inusual, aparte las discordancias ideológicas.

jueves, 3 de abril de 2025

VENEZUELA COMO BOTÍN EN EL NUEVO ORDEN MUNDIAL

Si el mundo es un teatro donde innombrados poderes determinan el curso de la sociedad humana, entonces, valga la redundancia, hay dos teatros de operaciones, militares para mayor seña. El primero es Ucrania, apuntando a Europa (Occidente), y el segundo, Irán-Siria, apuntando al Medio Oriente (Oriente), ambos frentes fraguando el nuevo esquema de poder mundial.
Tres potencias se dividen el nuevo orden, a saber, Estados Unidos, Rusia y China, destacando la desaparición de la vieja Europa como polo de poder. Por el contrario, su destino parece rifarse en los acontecimientos que se suscitan ahora en la guerra de Ucrania.
En el nuevo esquema, como si de un acuerdo global se tratará, Rusia resolvería sus preocupaciones en su flanco occidental, dando cuenta de Ucrania y de gran parte del ego europeo; Estados Unidos y su satélite Israel, habiendo reducido ya a Siria, doblegarían a Irán, amén de hacer recular la idea nacionalista de Palestina en Gaza; y China reclamaría su mesa con la recuperación de Formosa.
Para ese logro, es claro que tales actores adoptarían la política de "dejar hacer, dejar pasar", resolviendo la individualidad propia permitiendo la ajena. Un panorama en extremo bélico, a no dudar, mientras se cumplen los objetivos de la nueva realidad geopolítica.
Latinoamérica, en especial Venezuela, que es un país de enorme importancia energética, y hasta Brasil, de potencial variado, al no disponer de un poder militar disuasivo para el nuevo esquema mundial, queda al margen del desarrollo, estigmatizada como zona de minería y reservorios. Su papel proveedor quedará en importante parte bajo efecto estadounidense, pero, si se está por creer en una nueva era de entendimiento geopolítico, se dividirá en zonas de influencias china, rusa y gringa.
Las actuales acciones de los Estados Unidos contra Venezuela (sanciones, aranceles, restricciones a la producción petrolera, Esequibo), intentando reservársela con sus recursos minerales, evidencian su afán por asegurar desde ya su tajada geopolítica, por cierto, secularmente colonialista (Doctrina Monroe); evidenciando también que, para este orden nuevo y cualquiera que advenga, el rol empático del país bolivariano siempre será un problema por dilucidar. En el barajar de las cartas, la potencia que lo sume podría asegurar una prometedora ventaja.
Pero, incluso, para esta hipotética proyección geopolítica, luchar siempre podrá cambiar el curso del destino e historia.


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miércoles, 2 de abril de 2025

EL MUNDO QUIERE GUERRA Y VENEZUELA ANDA POR AHÍ

El mundo es una bomba. Resuena a paso militar. Sus naciones se atapuzan con diversidad de problemas y cunde la impotencia al grado que la guerra aflora como la más fácil alternativa.
Viejas doctrinas hablan, maquiavélicamente, de desviar la atención con el inicio de una guerra cuando un líder presente problemas en su gestión o vida política. Benjamín Netanyahu, el actual primer ministro de Israel,  calzó en el esquema y se enrumbó a guerrear contra Líbano, Gaza, Siria e Irán, ésta última la joya dorada de su corona. Y esa situación extraordinaria de su país en guerra lo mantiene en el poder.
Otros rezos susurran que, cuando un país no pueda con sus problemas económicos y depresiones, guerree contra su opresor y confunda el mercado. Bajo tal tesis se explica el génesis de la primera y segunda guerras mundiales, brutal lucha de mercados. Estados Unidos al presente, con tanto problema (atraso militar, deuda con China, dólar infundado, declive económico, líos discriminatorios y migratorios) no parece precisamente un país estable, y se despedaza. Con Donald Trump ha girado hacia la modalidad de guerras comerciales, sin dejar, claro está, de guerrear de modo convencional y encender guerras a través de otros que combatan por ellos. Generar una guerra contra China probablemente conlleve a extraviar el cuaderno deudor.
Otros países, opulentos o no, se defienden o aspiran a recuperar o resarcir situaciones. China tiene una mecha encendida en Taiwán, su querida Formosa; Corea del Norte tiene su contraespejo en su homólogo del sur; Rusia desarma a Ucrania por su seguridad nacional; Irán debe mantenerse alerta ante la amenaza israelí; Venezuela se prepara para evitar el despojo de su Esequibo.
Países ricos hay que se deshacen en suicidios. Son los llamados de primer mundo, donde el individualismo y la competencia han derivado en deterioro de los vínculos primarios de organización, como la familia y la comunidad. Son países (Europa, Rusia, Estados Unidos) que viven por adelantado la soledad como secuela típica de una guerra.
Considérense los siguientes eventos como indicios del fin de una era: Alemania, sabedora de su responsabilidad en las dos grandes guerras, deja a un lado sus escrúpulos contra el militarismo y se arma, presuntamente temiendo a Rusia; y Rusia, por su lado, convoca a sus reservistas para ampliar su ejército a 2.19 millones de efectivos.

lunes, 31 de marzo de 2025

EL MUNDO DE DERECHAS DE LAS REDES SOCIALES

Entrar a las redes sociales como TikTok, YouTube, X e Instagram, entre otras, es como meterse en un agujero dimensional. Allí la vida transcurre de manera idílica desde el punto de vista de la ideología económica y política que pugna por hacerse absoluta en el mundo, el capitalismo, lógicamente es oposición a esa otra ideología política y económica que es el comunismo o socialismo, suerte de especie sobreviviente o en extinción.
Manda Donald Trump a placer como emperador y el sionismo y fascismo blanden a placer sus cachiporras contra el ganado humano. Rusia y China, si no están destruidas, transitan el camino hacia el abismo. No existe Nicolás Maduro ni el socialismo, y Venezuela, ágilmente, salta la cuerda como colonia estadounidense. Taiwán es una república que derrotó a China; y Cuba, nuevamente, es el burdel de los Estados Unidos y del montón de agringados ex cubanos que entonces la visitan orgásmicamente.
Ucrania ganó la guerra y el fascismo y nazismo, otra vez, levantan el brazo para saludar al mundo, reconociendo que la flamante inhabilitación política de Marine Le Pen, a propósito, fue un error de Francia. Irán fue derrotado por Israel y la Franja de Gaza, como lo deseó Trump, es un carísimo malecón aristocrático. Europa, que se pudría de vejez, se renueva en juventud y propone una liga mundial de dominio, como el Tercer Reich. Corea del Norte, arrodillada, fue asimilada por la del sur.
Guyana brilla como un resplandeciente país petrolero con su Esequibo de respaldo, ayudando a los imperios a extraer el petróleo de Latinoamérica, cual caporal.
Un sueño realizado de algún modo sobre un plano real, a no dudar. La confirmación tajante de que el mundo con sus máquinas y su novedosa inteligencia artificial es de derecha. Un lugar libertariamente inhóspito, de "cívica" mansedumbre, virtual como cabe comprender, donde es muy peligroso hablar o publicar una verdad so pena de bombardeo. «Si no estás conmigo, estás en contra; si no haces tal, te bombardeo».
Correr una cortina y dejar ver un apéndice de la realidad, como un árbol, póngase por caso, podría ser causal de fusilamiento por parte de ese fanático mundo virtual. Pruebe a decir, por ejemplo, que el Esequibo es venezolano como Taiwán chino o Ucrania rusa y verá cómo los humanoides ánimos y mecanizados androides se disponen al combate con sus narrativas.


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CON TRATO Y LETRA, GUYANA SE APROPIA DEL ESEQUIBO Y HASTA LO RIFA

La transnacional petrolera Chevron fue cesada por Donald Trump en Venezuela. Se le ordenó recoger sus bártulos e irse en retirada, perdiendo importantes inversiones. Producía 250 mil barriles diarios, un 25% de la producción nacional. Su cese de operaciones casi que se convierte en una cruzada nacional de protesta contra el presidente gringo por su sevicia contra Venezuela, luciendo por momentos su defensa por el país bolivariano como un contrasentido socialista. Pero es claro que habrá que entender que se trata de negocios. Nada desestimable: son más de 3 mil millones de dólares menos para Venezuela al año, una caída de 10% del PIB.
Pero Chevron no se echó a llorar. Casi de inmediato se compró aproximadamente el 5% de la empresa energética Hess, la cual represente el 30% de participación en el proyecto petrolero del mayor crecimiento del mundo, ubicado en Guyana. Dejó sus operaciones en Venezuela, pero con la adquisición entra en competencia con la otra transnacional gringa, la ExxonMobil, por márgenes de participación sobre el petróleo que se descubre en Guyana, es decir, en el Esequibo y sus zonas de influencias, especialmente marinas. De manera que ambas trasnacionales de baten a cuchillo por Guyana y su presunta propiedad de la riqueza mineral.
Guyana, esencialmente, es un rincón de 60 mil Km², siendo el resto reclamado por Venezuela, esto es, 160 mil Km² de tierra esequiba. Significa que ese país ya es tratado internacionalmente como dueño del Esequibo, especialmente si se mide por la afluencia de leoninas transnacionales energéticas, que transan con Georgetown y no con Caracas.
Se dice que es el país de mayor crecimiento económico del mundo en virtud de los beneficios que obtiene de un petróleo de propiedad cuestionada; así también, se le describe como el país con la mayor cantidad de petróleo per cápita y, finalmente, se le atribuye el proyecto petrolero de mayor crecimiento del planeta, como se dijo arriba. Todo ello sobre la base de proyección mayoritaria de una riqueza y espacio que no le pertenecen.
Si esto no es un despojo de facto por la vía de la letra y el trato de otros países, y empresas del mundo, debe aclararse qué es. Guyana rifa las riquezas del Esequibo y el mundo acude. Lo que haga Venezuela en su defensa, incluida la creación del Estado Guayana Esequiba, es poco, comparativamente.
 


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domingo, 30 de marzo de 2025

LA INEVITABLE GUERRA CONTRA “GUYANA”

Venezuela podrá tener el reservorio petrolero más grande del planeta, pero no por ello tiene sus ventas aseguradas en el mundo. Los Estados Unidos se han propuesto reservarse al país bolivariano como un espacio estratégico para su porvenir impidiendo que nadie compre sus riquezas. Como un ganado, en consonancia con la idea del "patio trasero" o "granero" que siempre han propalado respecto de Suramérica.
La primera idea es evidenciada por la fragilidad de sus compradores, espantados por los aranceles del 25% que ofreciera Donald Trump a quien le compre a Venezuela. Varios de esos compradores se han rotulado como aliados de Caracas bajo el discurso de lucha contra la unipolaridad o imperialismo. China apenas oyó de las sanciones, suspendió, así como India. China compraba 500 mil barriles diarios e India 65 mil.
La segunda idea, eso de "granero", es cuento viejo, soportado en el disparate político de la Doctrina Monroe (1823), "América para los americanos". Estados Unidos posee un mapa de los reservorios de agua dulce del continente, desde el Alto Perú hacia la Patagonia, ya con los ojos puestos en el mayor del mundo, el Acuífero Guaraní; hacia el norte, se afana por apropiarse de la Amazonía, denominada "pulmón mundial", enseñando desde hace rato a sus niños en escuelas que es de su tutela, intentando enajenarlo a través de figuras declaratorias de la ONU, como el tal "patrimonio de la humanidad", que facilitaría su toma militar en cualquier momento.
Ergo, volviendo a la primera idea, suena hasta natural que ambicione los hidrocarburos de Venezuela. Su futuro energético podría hasta depender de ello. Rusia no le compra el rubro a Venezuela, pero, a diferencia de la fragilidad china e india como socios, su relación con Caracas reviste un mayor compromiso por los acuerdos de seguridad y defensa proyectados entre ambos países. Irán es otro rol por revisar.
En momentos en que Washington cierra sus tenazas sobre la riqueza bolivariana, conspirando Trump desde Guyana, llegada es la hora de ensayar una declaratoria o acción audaz respecto de las amenazas dichas con el propósito de plantar la voz en el continente ante el desafuero y probar las alianzas. En la guerra, que empieza antes de los primeros disparos, se debe conocer con quién se cuenta. Ese cálculo determinará la apertura "oficial" de la batalla, sea ofensiva o defensiva.
 
 


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sábado, 29 de marzo de 2025

HAY QUE RESPONDER A GUYANA CON EL PLOMO DE LA HISTORIA

En tiempo pasado (1987) Venezuela llamó al presidente colombiano y le advirtió que bombardearía Bogotá si no retiraba de inmediato la corbeta Caldas, que había incursionado en aguas del golfo de Venezuela, presuntamente con el propósito de apropiación de una zona no delimitada. Entonces Venezuela, próxima y afecta a Washington, disponía de una fuerza aérea relativamente superior. El recule colombiano fue un hecho.
Tiempo más atrás, en 1825, el Brasil imperial ocupó con cuatrocientos hombres la capital de Chiquitos, en el Alto Perú (actual Bolivia), ofrecida al imperio por el coronel realista Sebastián Ramos, aterrado ante el avance de los patriotas bajo el mando de Antonio José de Sucre. Consumada la ocupación, el comandante brasileño a cargo (Manuel José de Araujo) le anuncia a su emperador (Pedro I) y a Sucre la incorporación del territorio mencionado. El Gran Mariscal de Ayacucho le respondió: «prevengo pues al Sr. Comandante General en Santa Cruz que si V.S. no desocupa en el acto la provincia de Chiquitos, marcharé contra V.S. y no me contentaré con libertar nuestras fronteras, sino que penetraré al territorio que se nos declara enemigo [Brasil] llevando la desolación, la muerte y el espanto…» Los brasileños recularon y fue necesario la intervención de Simón Bolívar para contener a Sucre.
En tiempo presente Guyana incursiona en la esfera esequiba, llegando a la audacia de explotar su riqueza y hasta pagar con su soberanía apoyo extranjero para enfrentar a Venezuela. La respuesta del país bolivariano está en curso dado que los hechos son de flagrante desarrollo.
Venezuela es un país obligado por historia a responder con coraje y magnanimidad. Es un país libertador, líder continental, baluarte ideológico y hasta genético de la dignidad y el porvenir latinoamericanos. A diferencia de Panamá, que se arrodilló ante los Estados Unidos por el tema del Canal homónimo, debe responder so pena de ser humillado por la potencia norteña.
Y ha de jugar dos cartas: la de su propia entereza actuando directamente en el territorio en disputa (como hizo con el patrullero costero que puso en fuga a la ExxonMobil) y la del apoyo de sus aliados, Rusia y China, que hoy tienen el reto de llevar al hecho la retórica de alianza, tanto más si ha poco Rusia pactó con Caracas acuerdos estratégicos en materia de seguridad y defensa.


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viernes, 28 de marzo de 2025

EL “IMBÉCIL” DE MARCO RUBIO COLOCA UN PIE IMPERIAL SOBRE EL ESEQUIBO

Se prepara el despojo territorial contra Venezuela, el robo del siglo. El Esequibo, con sus 160 mil Km² minados de estratégicos minerales para el desarrollo de cualquier país del mundo, está más que en picota: está siendo tomado progresivamente por Guyana. De hecho, Guyana extrae 250 mil barriles diarios de petróleo de la zona en litigio y ya lo catapultan como el país con más reservas per cápita del mundo. Es decir, en medio de un leonino coro de poderosos aliados para explotar las riquezas, ese país cuenta como suyo lo que no es para proyectar su desarrollo nacional y pagar apoyos.
En franco desconocimiento del Acuerdo de Ginebra de 1966 (la instancia de derecho civilizado más formal y legítima para zanjar el diferendo), en medio de un convulso momento histórico de irrespeto a la institucionalidad mundial, Irfaan Ali, presidente guyanés, juega su audaz carta de apropiamiento del territorio. Lo toma, lo explota y lo ofrece a países como Estados Unidos e Inglaterra para sofocar el precio de enfrentar a Venezuela.
Cual pirata, utiliza plataformas y laboratorios móviles de la ExxonMobil para el robo, transnacional petrolera a quien licenció. Así, recientemente, con semejante adecuación, tuvo que huir de una zona marina donde perforaban y extraían hidrocarburos varios barcos y un buque Flotante de Producción, Almacenamiento y Descarga (FPSO) ante la presencia de un patrullero de la Guardia Costera venezolana. Vengativo, prometió desquite y amenazó a Venezuela con invitar al Secretario de Estado gringo, Marco Rubio, como su padrino de pelea.
Y Rubio se presentó, en efecto. Anda de gira en el Caribe para desmedrar a Venezuela respecto de sus vecinos. Inmediatamente anunció ejercicios militares de su país con Guyana, especificando que el crucero de la Marina de USS Normandy acompañaría al patrullero guyanés Shahoud. Dijo a Venezuela que "Si atacaran a Guyana o a ExxonMobil o algo así, sería un día muy malo". Desde Caracas, Nicolás Maduro, presidente bolivariano, lo llamó "imbécil".
En otras palabras, por la fuerza se entroniza el robo, pues, imperialmente, como ya ocurrió en 1899 con el Laudo Arbitral de Paris. Guyana rifa una soberanía que no le pertenece y los colonialistas gringos se apresuran a participar en la rapiña con obvios intereses. Y, como de apadrinamiento se trata, hay expectación sobre la respuesta venezolana y la efectividad defensiva de sus alianzas.

miércoles, 26 de marzo de 2025

TEMOR Y ASEDIO CONTRA VENEZUELA

Inmigrantes, sanciones, Tren de Aragua, aranceles al petróleo y traiciones patrias son las líneas temáticas de ataque contra Venezuela, todas con motor propulsor desde los Estados Unidos. Júzguese si Venezuela no es un país de tremebunda importancia y preocupación para el mundo, especialmente para aquellos que se la quieren apropiar con sus enormes reservas de petróleo y oro, sin ánimo de compartir con nadie. Es como si se dijera, para justificar tantas líneas de ataque contra un pueblo, que quien lo controle gana la guerra.
Y es que el mundo ha estado en perenne guerra desde su fundación. Como se sabe, un permanente trajinar por la vida, el pan, el dinero, el confort, los metales preciosos y, especialmente, los egos atrabiliarios y vanidosos, concretados en imperios. Tal es la historia. Algunos países como China, India, Rusia, Irán, etc., comercian con Venezuela en términos amistosos para hacerse con los rubros de su interés; otros, como Estados Unidos y algunas naciones europeas, lo hacen también, pero en términos de fuerza y propiedad, como si sintieran que el país bolivariano les pertenece y navegaran todavía las aguas de la época de la Conquista.
Acaba Donald Trump de decretar aranceles del 25% contra aquellos que le compren petróleo a Venezuela, logrando amilanar, por ahora, a grandes compradores como China (500 mil barriles diarios) e India (70 mil). Previamente había Trump ordenado el retiro de Chevron del país, abortando una producción de 250 mil barriles diarios. Marco Rubio, el Secretario de Estado estadounidense, por su lado, anda en una gira por el Caribe con el férreo propósito de contener la influencia y comercio de Venezuela en la región, y de aquellos sus aliados, como China y Rusia. Los gringos tienen el franco propósito de destruir Petrocaribe, un mecanismo solidario de ventas venezolanas a sus vecinos.
Se le aplican cientos de sanciones, sus inmigrantes son secuestrados, se le acusa de invasión a Estados Unidos con el Tren de Aragua y la traición política es un lastre en el desarrollo nacional. Sin duda, Venezuela y su modelo socialista ha de ser un país heroico para resistir tanto apedreamiento y generar tanto temor y preocupación. ¿A qué se le teme tan delirantemente? Si el socialismo es un modelo de quiebra segura, ¿por qué combatirlo si lo buscado es arruinar la patria de Simón Bolívar?
 

domingo, 23 de marzo de 2025

NEGOCIO MIGRATORIO Y MIGRANTES TONTOS

Ahora se sabe que la emigración en Venezuela no fue un hecho espontáneo, producto de la atroz crisis económica y política del modelo socialista del país. Fue inducida, programáticamente, por operadores políticos de la extrema derecha para, por un lado, generar zozobra social, beneficiarse económicamente de la misma, por el otro, y, finalmente, cumplir la meta política de lograr una intervención extranjera por razones humanitarias. El programa de trabajo emanaba desde Washington por la vía de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y los operadores (beneficiarios) fueron Leopoldo López, Julio Borges, Juan Guaidó, Carlos Paparoni, María Corina Machado, entre otros.
Todos se enriquecieron creando empresas de "coyotes" para trasladar a millones de estúpidos que perdían la cabeza en pos del mal llamado "sueño americano", percibiendo cientos de millones de dólares por concepto de ayuda humanitaria y coordinando fraudulentamente con personeros de organismos internacionales (como la ONU, por ejemplo), a quienes timaban con amenazas de bloqueo de fondos para las ayudas procedentes del país norteño. Para que se tenga una idea de la dimensión del negocio de estos seres, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) calcula en más de 7 millones la cantidad de migrantes venezolanos, la mayoría empujada hacia el barranco de la incertidumbre a partir del caos sicológico generado por las protestas y guarimbas en 2017; empezaron a cobrar diez mil dólares a los migrantes por trasladarlos hacia los Estados Unidos y se robaron el 90% de la ayuda humanitaria. Se dice que Juan Guaidó, por ejemplo, sólo utilizó en ayuda humanitaria el 3% de lo consignado,  cogiéndose el resto.
Sí, arriba se dijo migrante bobo. La verdad es que estúpido es quien no comprende o es incapaz de mirar más allá de la superficie de una apariencia, ciego de fondo (véase el diccionario). No se percataron que estos taimados vinieron a pintarles el país como una letrina y a retarlos a quedarse en ella cuando allende el mar presuntamente palpitaba el "sueño americano", rebosante de felicidad. Se dejaron timar, primero con el humo del miedo callejero a los relajos desestabilizadores, además de la presión de las sanciones económica; después con el lavado cultural de las redes sociales y, finalmente, con el hechizo de la existencia de un país mejor, que ahora les patea el trasero.

miércoles, 19 de marzo de 2025

VENEZUELA PERDERÁ EL ESEQUIBO SI NO DEJA LA FANTASÍA DE SER EL CHICO BUENO DE LA HISTORIA

Venezuela está perdiendo el Esequibo. Irfaan Ali, presidente de Guyana, se alió con los Estados Unidos y su transnacional petrolera ExxonMobil, una carta que parece determinante en el contexto histórico de los reclamos fronterizos: el enano se sube a los hombros del gigante para combatir. Venezuela, por su lado, país asediado, sancionado, políticamente correcto, insiste en el reclamo formal ante tribunales internacionales, sin atreverse a una acción simétrica de ocupación como la de su adversario.
La situación se torna dramática si se considera que a los Estados Unidos se le va la vida como potencia hegemónica si no asegura nuevas fuentes de petróleo, debiéndose comprender que no reculará en su propósito de obtenerlas, aunque cueste una guerra entre dos países ajenos a su soberanía, lo cual, por cierto, es una consabida costumbre de su aparato de Estado. Que otros peleen en la distancia mientras ellos cargan petróleo, oro u otro rubro precioso, es un cuadro histórico familiar. Actualmente roban petróleo de Irak y Siria.
Ponerse a creer que algún tribunal internacional fallará a favor del país bolivariano es una ingenuidad y una fatal estrategia para hacerse con la razón, la cual, en estos casos, jamás ha sido respetada. El Laudo Arbitral de París (1899), el mismo al que se aferra Guyana y le concede los 160 mil kilómetros cuadrados del Esequibo, es una prueba de ello. Allí hubo una componenda entre los Estados Unidos y el Reino Unido para despojar a Venezuela, según ya es de conocimiento universal. Hay petróleo de por medio, además de diamante, oro, bauxita, manganeso, coltán, cobalto, uranio, silicio, etc.: eso compra voluntades y sostiene imperios.
Venezuela debe atreverse en el plano territorial y dejar la fantasía de confiar en los tratados y la buena fe de "honestos" personeros. Así como tomó la disputada isla de Anacoco y construyó un fuerte militar, debe realizar avances similares sobre la realidad y empezar a poblar ese territorio para arraigar el espíritu bolivariano. La confrontación, francamente, es inevitable y, eventualmente, importará en la contienda el peso venezolano que pueda albergar ese territorio. En todo caso, estaría compensando, simétricamente, los avances reales que sí ha hecho Guyana sobre ese espacio en litigio.
 

viernes, 14 de marzo de 2025

COMO GORBACHOV EN RUSIA, TRUMP OPERA EL DESPLOME IMPERIAL DE EEUU

Desde el punto de vista de su decadencia, es muy probable que la medida de Donald Trump de realizar guerras comerciales sea la correcta para minimizar gastos y buscar beneficios. Los Estados Unidos son un país encumbrado económica y militarmente que no escapa a los ciclos históricos del devenir y decaer humano, entrampado en medio de un proclamado modelo de crecimiento que ya no rinde dividendos, agotado, endeudado, que parece clamar por sindéresis y recogimiento de energía y recursos. Es un lugar común la expresión de que a todos los imperios les llega su fin. Trump, entonces, estaría tapando fugas del sistema y evitando un colapso mayor por desangramiento global.
El mundo vivió la contracción de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en la década de 1980 con la perestroika, propulsada por Mijaíl Gorbachov. Fue un evento de reconocimiento de la debilidad imperial respecto de ese gigantesco monstruo soviético de entonces, potencial mundial, pero económicamente endeble. La llegada de Gorbachov cuestionó el gasto desmedido del hecho de ser una superpotencia con filamentos de responsabilidad extendidos sobre repúblicas balcánicas y bálticas moribundas como países, con una guerra abierta en Afganistán (la cual concluyó) y con generalizados problemas estructurales de corrupción y burocracia.
El parecido, pues, podría no ser casual, sino una natural elaboración de la historia para evitar el colapso de un organismo político en problemas. En los manuales se denomina supervivencia, instinto de conservación. Ese Trump obsesivo realizando recortes de presupuestos y personal, saliéndose de organizaciones internacionales y abominando de costosas guerras, podría estar operando el sinceramiento de la verdadera capacidad de sostenimiento político y económico de su país.

sábado, 1 de marzo de 2025

LA PERRA QUE SE LE ESCAPÓ EN LA CASA BLANCA A VOLODIMIR ZELENSKI

Volodímir Zelenski, el pelele que envalentonaron los mismos EE. UU. y Europa para que se midiera con Rusia en una desigual contienda, vivió hoy un inédito capítulo histórico de maltrato entre presidentes. Durante la reunión en que firmaría ciertos acuerdos para transferir a EE. UU. tierras raras y recursos naturales a cambio de apoyo y garantías de seguridad frente a Rusia, terminó gritándose con el presidente de los EE. UU., Donald Trump, y llamando "perra" al vicepresidente después de que éste le espetara que era irrespetuoso.
En medio de una tremenda crisis política que roza lo existencial, se presentó en la Casa Blanca para implorar ayuda y así proseguir su guerra contra Rusia, asunto que otros prefieren denominar masacre, por cierto, dado que nada en la lid ha ganado. Aturdido por el aproximamiento entre Trump y Vladimir Putin, y por la férrea conminación del gringo para que le devuelva el dinero prestado para su guerra, Zelenski bajó el tono y accedió a irse a los EE. UU. e hipotecar el restante de su país, ofreciéndolo como pago por los 350 mil millones de dólares que le diera Joe Biden durante su mandato.
Pero allí, en el Despacho Oval donde se reuniera con Trump y el vicepresidente JD Vance, delante de las cámaras de los medios de comunicación estadounidenses, el asunto se salió de control. Un impulsivo Trump lo acusó de irresponsable, de aproximar a la humanidad hacia una tercera guerra mundial, en medio de gritos a pesar de tenerlo a su lado. Que Ucrania perdía la guerra, que no tenía soldados ya para combatir y que, incluso así, se atrevía a cuestionar a los EE. UU. cuando recomendaba terminar, fueron otros trapos sucios que se le sacudieron en la cara; para finalizar, Trump le dijo que era un malagradecido porque los EE. UU., no obstante distar un océano respecto de Ucrania, había aportado más dinero que los 100 y pico mil millones aportados por Europa. Que lo peor era qua él, Volodimir Zelenski, quería más recursos para proseguir la guerra.
Zelenski también gritó y en un cruce con JD Vance, soltó la palabra "perra".
Sobre la mesa quedaron las actas de los acuerdos y los bolígrafos para las firmas, intocados, porque Trump, pese al fervor que había demostrado para obtener la concesión de los recursos naturales y tierras raras ucranianos, despreció acordar nada y el antiguo comediante tuvo que retirarse con su equipo hacia un cubículo cercano para rumiar los acontecimientos; pero es el caso que la vergüenza y humillación fueron con Zelenski en tal día porque hasta allá lo persiguieron Marco Rubio y Mike Waltz, secretario de Estado y asesor nacional de seguridad, respectivamente, para ordenarle el abandono inmediato de la Casa Blanca.
Se va, pues, Zelenski a su suerte, como ha poco lo amenazara Trump. Sin nada, de nuevo frente a Rusia con sus solas manitas, murmurando que el mundo debía de tener otro liderazgo, cifrando sus esperanzas en Europa, quien, al enterarse del zaperoco, se solidarizó con su estropeada persona. Pero la vieja Europa está agotada, viciada, descabezada, perdida en medio de una inexplicable hermandad de la decadencia (la Unión Europea). Con Alemania y Francia propone asumir el vacío de los EE. UU., pero es un decir lejano del hecho. Caduca en armamento y tecnología bélicos, ya sufre una derrota frente a los rusos porque ha sido ella, Europa, quien en realidad ha guerreado contra Rusia a través de Ucrania durante este tiempo; y con la retirada de los EE. UU. del escenario y una segura crisis de valores en la OTAN, el miedo arruga los corazones frente a un enemigo que le rompe las fronteras.
Es vieja la historia de la declinación de poderes: griegos, romanos, españoles, ingleses… Europa vive una hora pesarosa de reacomodo de poderes en el mundo donde su humanidad pierde la acostumbrada preponderancia.
 

miércoles, 26 de febrero de 2025

ALGO MÁS SOBRE LA ULTRADERECHA VENEZOLANA: SU NECROPSIA

Aunque ya se había dicho de mil maneras, tomando en consideración su nula capacidad de convocatoria como maquinaria política, la muerte de la ultraderecha política en Venezuela hoy se hace oficial con las declaraciones del gobierno de Donald Trump, quien, tajantemente, señaló que no aspira a cambios en el poder político de Venezuela.
Es sabido que esa ultraderecha de María Corina Machado y Edmundo González trabajaba en un plan conspirativo concreto desde 2024, pasando por las elecciones, siguiendo con acciones violentas desestabilizadoras, para finalizar en enero de 2025 con el derrocamiento de Nicolás Maduro en ocasión de su investidura presidencial.
Para sus propósitos defenestradores, en lo que concierne al sabotaje electoral, hizo la tarea. Es decir, logró empañar internacionalmente el resultado de las elecciones hackeando el proceso del Consejo Nacional Electoral (CNE), instrumentándole un ente de escrutinio paralelo (Súmate), burdamente falsificatorio. Así precipitó la figura de Edmundo como presidente electo, exiliada, pero en reserva para una sincronización de eventos que tendrían que haberse desarrollado a principios de enero.
En cuanto a desestabilización con hechos violentos, derribó esta ultraderecha unas cuantas torres eléctricas y detonó algunas explosiones en las instalaciones petroleras.Pero falló en lo que no puede fallar una organización política para acceder al poder de manera más o menos democrática: poder de convocatoria. María Corina Machado y Edmundo González jamás tuvieron gente más allá de la farsa mediática que pone y quita imágenes, y contrata mulas propagandísticas y palangristas.
El corazón del asunto es que todo este esfuerzo conspirativo, con el parto de Edmundo como presunto presidente, los actos de terror y millonarias concentraciones de militantes, lo apuntaló la ultraderecha para recoger su fruto con el apoyo final y fundamental de Donald Trump como presidente de los EE. UU.
El 9 y 10 de enero, con Nicolás Maduro juramentándose, como señal en el cielo para iniciar el reloj de los acontecimientos, explotaría la ultraderecha un helicóptero en pleno vuelo, volaría con C4 un fuerte militar y, como efecto recapitulativo de lo anterior, inundaría las calles con manifestantes deseosos de un cambio político. Como corolario, teatralizando un secuestro que delineara al "régimen" como un monstruo violador de derechos fundamentales, María Corina Machado se ofreció para que la capturaran unos funcionarios policiales. El plan final fue mantener a una Venezuela en vilo, sumida en una especie de barbarie política para cuando asumiera Trump.
Pero, como es regla en los crímenes "perfectos", no contó la ultraderecha con los avezados cuerpos de seguridad del Estado que, paso a paso, le desarticuló el plan. La gruesa táctica de los influencers de decir a los cuatro costados que habría señales en el cielo fue un elemento que recogió la inteligencia para empezar a desenmarañarlos. Nada explotó (había también planes de volar un vagón del metro de Caracas) y no hubo señal para nada; la gente no acudió a ningún llamado para marchar más allá de unas dos mil personas; y el procurado secuestro de una victimizada lideresa jamás paso de ser nomás que una parodia de un rostro dopado contando un cuento de carteritas azules.
Mientras tanto, Edmundo González desde el exterior ardía en deseos de llegar a una mega concentración política que lo recibiría como héroe, pero, como se dijo, jamás hubo la señal de explosión ni en el cielo ni en ninguna otra parte.
Así el cuento, llegó el esperado momento de la juramentación de Trump, pero Venezuela estaba tranquila. Posteriormente, casi a la velocidad de la luz, Trump sentó a su enviado especial Richard Grenell con Nicolás Maduro para hablar de petróleo, negocios, detenidos gringos e inmigrantes, desmoronando las ansias golpistas de los complotados, asombrándolos con el gesto.
Lo que tanto había esperado la ultraderecha llegó, en efecto, pero llegó judicializándola por ladrona, desarticulándole su fuente de ingresos (USAID), sin decir por ninguna parte que derrocaría a Maduro ni que andaba involucrado en ninguna revolución de ninguna sociedad civil por la libertad de nadie. Llegó Trump, sí, pero no preparado para ninguna fiesta de fuegos artificiales; y en el caso de que preparado estuviere, no había a la vista ninguna Venezuela en llamas.
Por el contrario, un poco más adelante, el 22 de febrero, a un mes de su posesión presidencial, su gobierno declara oficialmente la defunción de este grupúsculo político venezolano a través del enviado especial para Venezuela: su gobierno no está interesado en cambiar a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela y, como guinda del pastel, el funcionario se permite agregar de manera entusiasta que el 31 de enero, cuando vino a Venezuela, es el día más importante en su carrera como diplomático.
 
 
 
 

viernes, 21 de febrero de 2025

VOLODIMIR ZELENSKI Y MARÍA CORINA MACHADO, GEMELA DERROTA

Es duro. La ilusión ─que no el análisis─ llevó a Volodímir Zelenski y a María Corina Machado a estar seguros de que sus objetivos se alcanzarían una vez que un político tan decidido como Donald Trump gobernara los EE. UU. Pero no ocurrió; por el contrario, Trump no los apoyó, y se desandó el camino transitado por la imaginación.
Porque fue una utopía lo que entre ambos floreció, aunque lejos el uno de la otra. Ganarle una guerra a la potencia nuclear más poderosa de la tierra siéndose un ejército prácticamente convencional es una desfachatez neuronal equivalente a ganarle unas elecciones democráticas al partido político de mayor arraigo popular en la historia de Venezuela siéndose prácticamente un grupúsculo fascista con arraigo en el extranjero, como todo fascismo.
Trump quiere su plata. Aduce que su país entregó 500 mil millones de dólares a Zelenski para financiar una guerra inútil e imposible, del mismo modo que denuncia que la Agencia de los EE. UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) es un nido de corrupción que estafó a los estadounidenses con un monto de millones de dólares entregados a la ultraderecha venezolana por concepto de ayuda humanitaria que nunca se concretó al no ser derrocado, tampoco, Nicolás Maduro. Ucrania está virtualmente derrotada, con pérdida significativa de territorios, y Venezuela, fortalecida por su lucha feroz contra las sanciones, se encamina hacia un nuevo período presidencial que termina en 2031.
Suele la imaginación elevar al soñador a gran altura sobre el firmamento, desde cuya "grandeza" aspira a contemplar la vastedad de sus logros y poder; pero suele la realidad propinar duros golpes contra el suelo. Trump ha propuesto a Zalenski que pague la deuda con las ricas tierras raras, gas y petróleo que posee Ucrania; y ha encomendado el desmantelamiento de la USAID y la investigación de los fondos entregados a los pilluelos de la derecha política de Venezuela, entre ellos mil 700 millones de dólares asignados a Juan Guaidó, así como otros montos para María Corina Machado y su ONG Súmate, Julio Borges, Leopoldo López, Antonio Ledezma, Miguel Pizarro, David Smolansky, periodistas como Carla Angola, entre otros muchísimos vándalos saqueadores de imperios.
Pero lo que más duele es el trato, tanto más cuando proviene de quien tendría que haber emanado el apoyo final. Zelenski le alzó el tono a Trump, negándose a empeñar a futuro a Ucrania; y de inmediato el vicepresidente de los EE. UU., J.D. Vance, lo amenazó con que lamentará el haber hablado mal de Trump. La dureza de tales palabras y tratos han de doler como palo a perro, asestado de modo inmisericorde, como si el enemigo fuese Ucrania y no Rusia. El colmo de la indignación se concretó en esas reuniones de paz entre Trump y Vladimir Putin iniciadas en Arabia Saudita, sin la presencia de la involucrada Ucrania y con el agravante de una evidente empatía entre ambos mandatarios.
De igual modo, fue fortísimo el golpe recibido por la ultraderecha venezolana cuando presenció la reunión entre Richard Grenell (enviado de Trump) y Maduro, ambos conversando sobre petróleo, gringos presos e inmigrantes, como si ellos, lo opositores, no existiesen y no hubiesen ganado las elecciones, como tanto se esfuerzan para que así lo crea el mundo. Es otro trato para perros. Impío es el golpe cuando, de hecho, es él, Donald Trump, el baluarte final para sostener la lucha fascista en Venezuela. Sin los EE. UU. hay Maduro para rato y oposición bajo tierra. De paso, les corta a ellos, a sus soldados, el financiamiento, empieza a perseguirlos con el FBI y, como corolario, le bombea millones de dólares al "tirano".
La crueldad mayor está en haber ilusionado al "presidente electo" más allá de los márgenes de lo posible, a ese pobre viejito ahora sin patria, encallado en algún lugar del mundo con su esposa e hijas, esperando retornar al ultraderechista juego del envite y la tramposería, como se dice en Venezuela.
 


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jueves, 20 de febrero de 2025

DEL ESQUEMA DA VINCI-IMPRENTA A LA ÉPOCA TRUMP-INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Camínese por la selva de las redes sociales, que no son más que ventanas de la polis en su cabal sentido griego. Se recordará, pues, al viejo filósofo: el hombre es un animal político. Casi todo es político, sino económico, en cuyo caso, entonces, se pensará en otro viejito, aunque no tan vetusto: Carlos Marx.
El primero con la máxima de que el hombre es expresión de su ciudad y sociedad, trasuntando política en cada gesto; y el segundo, con la otra máxima de que la organización social humana es reflejo de una maquinaria de gastos, trasuntando economía en cada gota del sudor evolutivo. Las dos banderas, pues.
Pero andando entre la espesura informática, se notará, como se expresó en otro escrito, que hay un cambio en el contexto humano, como si se ingresara a otra época. Es claro que desde hace rato el hombre transita de la era industrial a la digital, precipitándose hacia una consolidación o cambio en algún sentido inescrutado.
El impacto chino con su Inteligencia Artificial (IA) Deepseek, gratis, mutó en alta medida el comportamiento del hombre, internauta en gran medida, siempre espécimen político, provisto ahora ya no sólo con una ventana hacia el mundo con sus redes sociales, sino con una especie de abismo hacia el conocimiento. Como si se hablara de un Leonardo da Vinci por doquier (guardando las reales distancias), considerado el último humano universal, aquel que en su tiempo abarcó la totalidad del humanismo existente.
La llegada de la imprenta desbocó la difusión del conocimiento, haciéndolo prácticamente inasible para una única vida humana. Luego, aquel que ambicionase abarcar lo sistematizado en una disciplina cualquiera del conocimiento humano, podría terminar frustrado. De allí que la mente y civilización humanas no tuvieron otra salida que dividir el campus del saber en parcelas, especializándose. El escozor e impotencia ante lo múltiple y extenso es un humano padecimiento propio de la Modernidad, del mismo modo que lo fue la ignorancia en épocas primigenias. El humanismo se resiente de no saberse suficiente para abarcar y explicar su propio destino.
No obstante, la misma era informática ha puesto reparo a dicho sufrimiento humanista. Se inventó la IA, desbordando los límites de la adquisición cognitiva, y ha fungido como apagafuegos de esa ansiedad cósmica generada por la imprenta y sus libros, y por la maquinaria de la revolución industrial. IA y robotización, como respectivos corolarios, van de la mano.
 La tal IA china generó con su llegada una catástrofe financiera en los mercados estadounidenses del rubro de la misma especie. Gratuita y barata, quebró la "industria". Cien veces más económica en la construcción de su infraestructura y entrenamiento, no tiene rival en la actualidad, obligando a la competencia a la gratuidad; y los EE. UU., el mismo país que la creó, ha cifrado en su proscripción y sanción la esperanza de contención.
Al artilugio tecnológico lo acompaña el juego de actitudes políticas y económicas. No se vaya tan lejos y véase en el advenimiento de Donald Trump una concreción del mencionado cambio de época. La política (en su sentido localista griego) no es la misma desde el mismo momento en que la tecnología amplia el conocimiento y la casa humanos. El político estadounidense, en apariencia díscolo, padece de desbordamiento: la luna, marte, el sol, Groenlandia, el Canal de Panamá, le pertenecen. Su tan mentando sentido pragmático lo centra en las líneas económicas (cual empresario que es), paralelos de la política. A un tiempo que amplía el radio de su vista dígase extraterrena, retrotrae la esfericidad de su economía. No más gastos, no más membrecías a organizaciones, no más extranjeros parásitos, no más burocracia, no más financiamientos, no más ejércitos pandémicos, tal vez no más guerras de corte convencional.
El impacto de los cambios es tal que quien esperaba dar continuidad o apoyo a una empresa lógicamente política con la llegada del personaje ha tropezado con objeciones de forma y fondo.
Es el nuevo tiempo, hora de mutar.
 
 
 


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miércoles, 19 de febrero de 2025

EL REGRESO A VENEZUELA: TRUMP, BUKELE, BORIC, LULA, PETRO…

Está ocurriendo. No es un capricho de la pluma que escribe y malgasta la imaginación de todos. Nayib Bukele, el primero, expresó su disposición de pedirle petróleo a Venezuela, no importando que hubiere él criminalizado a Nicolás Maduro con multitud de insultos y desconocimientos; posteriormente saltó Gabriel Boric, el presidente de Chile, otro insultador catalogado como de izquierda "progresista", enviando a su ministro de Justicia y Derechos Humanos a decir que no reconocerá a Edmundo González y que están abiertos a la reconciliación.
Ahora acaba de hablar Brasil. Pide electricidad a Venezuela para su estado fronterizo de Roraima. Desde 2019 se había interrumpido ese flujo en la frontera porque Jair Bolsonaro reconoció a Juan Guaidó, quien lo que hizo fue exportarle oscuridad. Vino luego Inácio Lula da Silva y para 2024 ya había dado la orden del restablecimiento eléctrico, pero habrá que suponer que después de las elecciones en Venezuela no le gustó un Maduro presidente y prosiguió con su oscuridad.
Pero llegó Donald Trump y los estremeció, primero humillando a Gustavo Petro, de Colombia, y al mismo Lula da Silva con el envío de los inmigrantes encadenados; y después con el trato petrolero que estableció con Maduro, por encima de grescas ideológicas, poniendo en primer plano el interés económico de su país y ridiculizando los estúpidos escrúpulos de ese montón de mandatarios que desconoció la democracia en Venezuela sólo por hacerle coro al gringo.
Pues el gringo llegó y negoció, dejando tapujos a un lado. Y, ahora, helos allí, tartamudeando, razonando que no hay petróleo u otro rubro, pero que Venezuela vende y es más económico comprarle. Al demonio se fue el esfuerzo de atacar al país bolivariano para impresionar al flamante presidente de los EE. UU., quien no apreció un carajo la campaña y, peor inclusive, amenazó a todos con la aplicación de aranceles a sus exportaciones y les arrojó inmigrantes desde los cielos.
La historia está llena de esos capítulos. Los poderosos marcan la pauta y esperan que los endebles se les ajusten o aparten, como la maleza al caminar, dando, por otro lado, un trato preferencial al adversario, a quien esperan sumar. Estrategia lógica, por demás: no se gana lo que ya se posee. Y así Donald Trump, en su aparente política loca, lo que ha hecho es aplicar principios de la guerra política: se ha sentado con Maduro, el primero, con Vladimir Putin ahora y en breve lo hará con Kim Jong-un, el líder de Corea del Norte. Revísese cualquier episodio de la Antigua Roma que involucre el trato al adversario; o, si se quiere un ejemplo moderno en materia comercial y tecnológica, que es como hablar de la guerra, evalúe la competencia entre Microsoft y Linux, donde el sistema operativo del primero terminó conciliando con la popularidad del segundo para exorcizar desgastes.
De manera que Bukele, Boric, Lula y Petro son considerados unas especies de patio pisoteado, maleza en el camino, mesnada que corea. De allí la falta de consideración del estadounidense para con sus personas. Es curioso como estos líderes mutan sus dignidades para acoplarse y pedir. Ahora la moda impuesta es ir a charlar con Maduro porque valoran en, primer lugar, el interés de sus respectivos países: petróleo, electricidad, apoyo en la frontera, aceptación del amo norteño.
Son varias las curiosidades. Una de ellas es que tres de esos presidentes que rompieron la mancomunidad latinoamericana de atacar al hermano (Venezuela) para congraciarse con el extranjero (EE. UU.) se autodenominan de izquierda: Boric, Lula y Petro. La curiosidad final es que Lula, como Boric con su ministro, envió a negociar a una tal Ludmila Lima da Silva, perdiendo la oportunidad de expresar personalmente sus rectificaciones y reconocimientos respecto del gobierno de Venezuela.
Con todo el historial consabido, que todos pidan no es algo curioso, sino un acto cínico. Si no, cerrando ya, véase lo de Petro, quien no tuvo aspavientos para pedir ayuda en la frontera a Maduro para ordenar el zaperoco de sus irregulares y paramilitares, sin mencionar a Edmundo González (a quien quiso reconocer), pero sin reconocer abiertamente tampoco a Maduro. Así juegan los inciertos.
 

martes, 18 de febrero de 2025

EL EJEMPLO QUE DONALD DIO: SE SUMA CHILE

Ya empezaron. Chile también chilló, aparte de El Salvador, quien fue el primero. Su ministro de Justicia y Derechos Humanos, Jaime Gajardo, fue el encomendado por Gabriel Boric para enviarle un guiño a Venezuela, a su aborrecido Nicolás Maduro, declarando que no reconocerán a Edmundo González y que "siempre vamos a estar disponibles para retomar las relaciones diplomáticas [con Venezuela]."
Recuérdese que Nayib Bukele realizó una epopéyica exposición que trascendió a los medios, donde concluyó que El Salvador no tendrá reparos en pedirle petróleo a Venezuela si ya un país tan poderoso como los EE. UU. lo hizo. Ellos, El Salvador, siendo un país tan chiquito, como pareció musitar.
Pero fue Donald Trump el patrón. Él envió a su emisario a conversar con Maduro para estabilizar la producción petrolera con su Chevron, por encima de las diferencias ideológicas, preservando los intereses económicos de los EE. UU. y procurando compensar su balanza comercial con Venezuela respecto de China. Lo demás, en su filosofía pragmática, son pendejadas. No venden petróleo Edmundo González ni María Corina Machado; tampoco manda ya Bashar al-Ássad en Siria, sino un terrorista de Al Qaeda, con quien ya se entiende en nombre de los intereses de marras.
Ante semejante ejemplo, los monos, que son buenos imitando, no se pudieron contener. Es como un impulso reflejo, igual al de un perro cuando mira que el amo lanza un palo. Previamente andaban en la jugada de hacerle el coro al gringo Joe Biden desconociendo a Venezuela, presidente incluido; pero llegó Trump y les cambió la seña, mostrándoles su flamante palo y nueva directriz.
Chile encaja en el grupo de los siete países a quienes Venezuela les expulsó en un sólo día las representaciones diplomáticas debido a sus acciones y declaraciones injerencistas por el tema de las elecciones presidenciales de 2024; Bukele, por su lado, desde su llegada al mando en El Salvador, ha venido sembrando desavenencias con Venezuela, reconociendo a Juan Guaidó, primero, y desconociendo a Maduro, después.
Vendrán más. Argentina espera su turno, como Panamá, República Dominicana, Perú, Costa Rica y Uruguay, todos requeridos de la dote energética de Venezuela y de su semblanza en Latinoamérica, con mayor razón si son unos terruños subordinados a Washington. Si el jefe compra petróleo a Venezuela, ellos mueven la cola.
Habrá de ser cosa curiosa ver a Javier Milei razonar también que el petróleo es importante y que no tiene sentido comprárselo a Arabia Saudita teniéndolo en Venezuela tan próximo; concluyendo que ha de privar el interés económico de Argentina por encima de marañas ideológicas, que fue lo que concluyó Bukele respecto de El Salvador después que Trump sentara lo mismo respecto de se patria. Además, sumido como está Milei en el depresivo hueco de la estafa que le hiciera a sus ciudadanos y del golpe bajo que le diera el mismo Trump al clavarle aranceles a su aluminio y acero, bueno es un cambio de tema para refrescar el dolor. Se verá entonces que manda a decir que lo siente por Edmundo y María Corina, que no bombean nada práctico, como dice el presidente de los EE. UU., y que, por el contrario, lo que hacen es robar la plata de los contribuyentes estadounidenses.
Como dijo Bukele, el panorama del hidrocarburo se tornó difícil al fracasar Trump ante la OPEP, que se negó a subir la producción para bajar los precios. Los insultos y las sacadas de madre entre países no tienen porque enturbiar los negocios, hechos de fría matemática. ¡Que los ratones vayan por su queso y las ratas por petróleo! Al final del día, Maduro estará ahí en el poder hasta el dos mil treinta y tantos, esperándolos sentado.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

domingo, 16 de febrero de 2025

EL RETORNO DE LA RATAS

No cumple Donald Trump un mes de haber jurado en el cargo como presidente de los EE. UU. cuando ya acumula varias historias tristes o jocosas. Por ejemplo, triste es la de Gustavo Petro y la de Lula da Silva quienes, a pesar de haberse esforzado por congraciarse con el gringo denostando de Venezuela, fueron humillados con la devolución de un montón de inmigrantes encadenados como criminales.
Jocosa es la del inefable Javier Milei, presidente de Argentina. Creyéndose mimado por su idolatrado Trump porque lo invitó a su juramentación y le concedió el privilegio de dar un discurso, fue pechado con el impuesto del 25% al acero y aluminio que se inventó el gringo. Que lo lamenta, que no hay excepción con Argentina, le dijo el ídolo.
Este arancel también afecta a Brasil, otra nación coleteada por Trump. Argentina verá afectados unos $600 millones anuales por concepto de esa exportación metálica.
Pero la diversión con Milei no termina allí. Como mono eximio para imitar,  retiró a Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) nomás por acompasar al magnate estadounidense, quien sacó a los EE. UU. el primero de dicha organización. La jocosidad está en que ahora EE. UU. vuelve a integrarse a la OMS y el argentino está reconsiderando hacer el ridículo con un retorno.
Así, sin principios morales y personalidad propia, no se puede, diría un ancestro de esos que dan consejos.
Mas hay casos y cosas peores, más allá de la tristeza o jocosidad. Nayib Bukele, por ejemplo, derretido ante el astro norteamericano, propuso convertir a su país El Salvador en una especie de letrina latinoamericana, no bastando con que ya los estigmas colocan a la región como patio trasero. Mandó a decir con Marco Rubio a Trump que podría recibir a criminales de varias nacionalidades desde los EE. UU. a cambio de una tarifa. Algo así como que El Salvador es un lugar para reciclar lo que pudiera apenar procesar en el mismo país de origen. Algo huele mal en Dinamarca.
Por cierto, esta última criatura, quien como Milei imita al gringo, acaba de confesar que no tendría reparos en pedirle petróleo a Venezuela, país del que ha abominado hasta la saciedad acusándolo de ilegítimo en su presidencia, violador de los derechos humanos, de asesino… Dijo que, si EE. UU., que es el país más poderoso del mundo, le compra petróleo a Venezuela, ¿por qué no ellos, que son un país chiquito? Los insultos y las vejaciones, pues, tendrán que verse como se les ven a Trump, como una especie de divertida verruga sobre una personalidad avasallante y pragmática, lo que suponen ocurre con ellos también, Milei y Bukele.
Semejante razonamiento, implosionador de neuronas, hará que en breve suceda una estampida de ratas latinoamericanas hacia Venezuela, emulando el comportamiento de Trump, dado que son también monos imitadores. Milei pediría su petróleo, como lo podrían hacer también los presidentes de Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana, Uruguay, entre otros, unos más roedores y arrastrados que otros. Como analizó Bukele cuando reventó sus neuronas, hay una crisis que ni los EE. UU. ni Europa pudieron sortear ante la negativa de la OPEP a aumentar la producción petrolera para bajar los precios.
Queda, ergo, comprarle a Venezuela. Probablemente exijan revivir Petrocaribe, aquella empresa de mancomunidad latinoamericana que concibió Hugo Chávez para fomentar la hermandad entre la Patria Grande, seguramente invocando aquella cláusula que les otorgaría hasta dos años de gracia para realizar los pagos.
Por suerte Venezuela no necesita nada. Es un país con dignidad y arraigo emancipador, autosuficiente. La providencia lo ha dotado con lo mejor de la creación, el hombre venezolano, y con infinidad de recursos. Se ha crecido con las circunstanciales carencias y sanciones, y ha dejado claro que no reconoce ninguna unipolaridad ni unilateralidad, jamás arrastrable ante nadie.
 


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viernes, 14 de febrero de 2025

RUSIA Y VENEZUELA, EL SILENCIO ESTRATÉGICO QUE DESMANTELÓ A LA USAID

Para ilustrar el modus operandi y líneas de acción de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), se puede centrar la atención sobre dos países que han frustrado sus objetivos: Rusia y Venezuela. De hecho, el fracaso ante estos dos países es tan estruendoso que el búmeran de su efecto terminó decapitándola. Se notó a leguas su inocuidad y, en especial, en la era correctora de Donald Trump con sus políticas de austeridad económica, destacó en extremo el bulto de sus ingentes e inútiles gastos.
Millones de millones de dólares invertidos durante décadas para que, por un lado, Rusia haya terminado más fuerte que antes y ganando su guerra ante Ucrania; y, por el otro, para que Venezuela haya ganado sus elecciones con Nicolás Maduro, aumente en la actualidad la producción petrolera y las empresas gringas hayan renovado sus concesiones para seguir explotando yacimientos en la patria de Simón Bolívar. Un golpe de muerte.
Comentando el "Manual sobre la lucha contra la desinformación" de la USAID para el años 2021, observa la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, que los objetivos de la organización consisten en lograr "un cambio de régimen en Rusia" a través de la socavación de su influencia en Europa, del financiamiento o compra masiva de medios informativos rusos independientes y "la formación de una red secreta de blogueros influyentes en el segmento de las redes sociales en ruso".[1]
Narrativa familiar, ¿cierto? En efecto, aplica igual para Venezuela: lograr un cambio de régimen político a través de la socavación de su influencia en América Latina y el mundo, financiando o creando medios informativos "independientes" y contratando blogueros o influencer en las redes sociales. Ni Vladimir Putin ni Nicolás Maduro fueron derrocados y sus respectivos países, como ocurre con un organismo cuando es atacado, desarrollaron fortalezas ante el acoso y la aplicación de miles de sanciones. Tales escenarios poner a significar que las sanciones son una especie de antibiótico mal administrado que lo que hace es inmunizar a los objetivos en vez de destruirlos.
El ogro desinformador y descarburante de la USAID, con mucho dinero y miles de destinatarios palangristas en el mundo, consideraba preciso escribir manuales para dirigir operativamente la inversión de los miles de millones de dólares procedente de los contribuyentes estadounidenses. Dice un diputado a la Asamblea Nacional de Venezuela que «la USAID ya ha reconocido que compró a nueve mil periodistas de cuatro mil 200 medios del mundo, quienes, bajo la fachada de "defensa por la libertad", publicaban notas negativas contra los gobiernos que le eran incómodos a Estados Unidos».[2] Dentro de Venezuela, éste paquete "donativo" se desglosó entre conocidos palangristas como Luz Mely Reyes (Efecto Cocuyo), Carla Angola y Carlos Méndez (EVTV – Miami), Miguel Ángel Rodríguez y César Batiz (El Pitazo), Fabiola Colmenares (VPI) y Alberto Federico Ravell y Leopoldo Castillos, entre otros.[3]
Pero un detalle crucial, revelador de la mecánica de trabajo de la USAID, como lo comenta Zajárova, es la aplicación del "silencio estratégico", una especie de anverso de la máxima propagandística de Joseph Goebbels de repetir cientos de veces una mentira para hacerla verdad y construir así falsas realidades. Como se comprende, por oposición, el silencio estratégico construye esas mismas realidades falsas callando "aquellas historias, hechos y opiniones que no encajen en la versión de los hechos aprobada en Washington".[4]
En el caso ruso, la prensa "independiente" ignoró olímpicamente los criminales ataques del ejército ucraniano contra civiles sobre varias poblaciones rusas; y en el venezolano, los desmanes acometidos por la "sociedad civil" libertadora de la oposición, sean en marchas o protestas, o en acciones paramilitares coordinadas desde exterior para invadir al país y asesinar al presidente de la república. Un ejemplo icónico es la "Operación Gedeón", propulsada por Juan Guaidó con apoyo logístico de Iván Duque y Álvaro Uribe desde Colombia, y militar desde los EEUU. El gobierno por esa línea se cansó de develar planes de atentados sin que ese cerco mediático se hiciera eco de tales verdades incómodas a sus intereses.
En la actualidad, momento de desplome de tan perniciosa organización contracultural, cursa en Venezuela un escándalo que evidencia el malgasto de millones de dólares destinados para derrocar a Maduro y cubrir hasta en detalles de ayuda humanitaria la consecuente situación de carestía y muerte generada por la inevitable guerra civil. Tanto es más escandalosa la situación cuanto más se descubre que una pila de personajes se robó los montos invertidos y se burló de la "buena fe" del tío Sam. De allí la orden de desmantelamiento de Trump.
Estos personajes son: Juan Guaidó, Leopoldo López, María Corina Machado, Julio Borges, Lester Toledo, Miguel Pizarro, David Smolansky, Carlos Vecchio y Carlos Paparoni, en declaraciones de Nicolás Maduro, de quienes se presume ejecutaron una estafa a los EEUU que rebasa los mil millones de dólares por concepto de derrocamiento y ayuda humanitaria, cifrándose posiblemente en 31 mil millones el monto si se le suman los robos a la nación venezolana por concepto de bienes pertenecientes a CITGO, Monómeros y al oro secuestrado en Inglaterra.[5]
El escándalo no se circunscribe nada más al hecho puntual de desviar unos fondos para embolsillárselos, sino también a la práctica de corromper a un organismo de perfil mundial como la ONU, cuyos funcionarios se dejaron comprar para permitir desfinanciar ONG institucionales y favorecer a otras más acordes con los intereses de los ladrones, como PROVEA y CEDICE, entre otras.
Finalmente, al respecto, concluye Zajárova sobre su caso nacional: "Por ejemplo, la directora general de la Unesco, [Audrey] Azoulay, no solo silencia los asesinatos de periodistas y corresponsales militares rusos a manos de 'banderistas' ucranianos […], encubriendo así al régimen criminal de Kiev, sino que también 'cumple con un régimen de silencio estratégico'".[6]
La lógica dice que, si la ONU fue salpicada por la basura de la USAID, es esperable que sus funcionarios corruptos desde sus cargos oficiales desplieguen campañas para desviar la atención sobre el desfalco y hasta elaboren listas y conceptos sobre cuyo gasto se "invirtió" el dinero.
 
REFERENCIAS DOCUMENTALES


[1] Noticias, Últimas. 2025. "Rusia revela cómo la USAID construía realidades con medios de comunicación", Últimas Noticias (C.A. ULTIMAS NOTICIAS) <https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/mundo/rusia-revela-como-la-usaid-construia-realidades-con-medios-de-comunicacion/> [consultado 14 febrero 2025]
[2] Farnetano, Odry. 2025. "Usaid cubrió plan desestabilizador a través de las ONG y pagó periodistas", Últimas Noticias (C.A. ULTIMAS NOTICIAS) <https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/general/usaid-cubrio-plan-desestabilizador-a-traves-de-las-ong-y-pago-periodistas/> [consultado 14 febrero 2025]
 
[3] Globovisión. 2025. "Luz Mely Reyes, Carla Angola, Carlos Méndez y César Batiz, entre los periodistas que habrían sido financiados por la USAID", Aporrea <https://www.aporrea.org/venezuelaexterior/n401151.html> [consultado 14 febrero 2025]
 
[4] Farmetano, Op. Cit., pantalla 3.
 
[5] González, Kleybergel. 2025. "Maduro: Banda de Guaidó se embolsilló $31 mil millones", Últimas Noticias (C.A. ULTIMAS NOTICIAS) <https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/apertura/maduro-banda-de-guaido-se-embolsillo-31-mil-millones/> [consultado 14 febrero 2025]
 
[6] Noticias…, Op. Cit., pantalla 4.



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