La lista de traidores a la patria en el mundo es larga. Pareciera una expresión genética. La ciencia hace poco descubrió un gen que predeterminaba la cobardía. Quizás, de la misma manera, los traidores no sean del todo responsables de sus horribles actos debido a alguna predeterminación natural.
Tal vez hasta estén emparentadas ambas lacras. No extrañaría que la cobardía pudiera ser parte consustancial de la traición. Sin embargo, la horripilancia de los actos de un traidor no permite detenerse a considerar semejantes amortiguaciones. Se desaprueba la bajeza y ya, en medio de un profundo sentimiento de preocupación por la especie humana.
Un traidor es una figura repulsiva con carga o sin carga genética. Jamás es inocente y nunca calificará para una conceptuación estética de lo bello, así se trate de un míster o una miss universo. En este caso, el alma mata al cuerpo. Normalmente, estas criaturas son de vida breve y terminan ejecutadas por sus propios coetáneos o Estados.
Esta saga de golpear lo propio y abrazar lo extraño es legendaria. Quizás el peor de todos sea Efialtes de Tesalia, el que traicionó al espartano Leónidas para entregar a su pueblo al enemigo persa; o Mir Jafar, siglo XVIII, un comandante hindú que entregó a su país al coloniaje británico; o la Malinche, la amante de Hernán Cortés, vendedora de mexicas.
Probablemente, Ahmad Chalabi, un político iraquí que entregó a su país a los Estados Unidos, sea el penúltimo traidor a la patria de la Edad Contemporánea. Adversaba a Sadam Hussein y, con la narrativa de liberar a su país de un dictador brutal, en 2003 proporcionó información falsa sobre armas de destrucción masiva a la inteligencia gringa, precipitando la invasión. Chalabi buscaba ascenso político.
Y, finalmente, quizás sea María Corina Machado la última traidora a la patria de la era. Cualquier parecido con Chalabi no es coincidencia, dado que un traidor a la patria busca el oro del poder entregando a los suyos. Adversa a Nicolás Maduro y aspira a gobernar a Venezuela a cualquier precio. Implora constantemente por una invasión, mintiendo sobre una Venezuela terrorista y narcotraficante, cuna de un Cártel de los Soles y un Tren de Aragua.
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