miércoles, 15 de agosto de 2007

¿Cómo curar a un escuálido herido?

Después de unos días de asedio mediático con relación al asunto del "maletinazo", que la oposición en su locura quiere convertir en causal de renuncia de un gabinete entero, vuelve el ministro de Energía y Minas de Venezuela, Rafael Ramirez, con un discurso con sabor a aquel de color "rojo rojito", para que le duela a más de un opositor escuálido.

Puntos como la recuperación de la Faja Petrolífera del Orinoco, la consecuente confrontación con USA (el dios escuálido), el recuerdo de la vieja y colonialista PDVSA, el entreguismo de la IV República (a quien sólo le faltó ceder en el "derecho de pernada"), el obreraje y el dineral dilapidados en verdaderos regalos al imperio; son perlitas que siempre duelen en un oído y corazón heridos. ¿Cómo curar a un escuálido herido?

¿Quién se iba a imaginar que un hombre tan flemático como el ministro pudiera soltarle a la jauría los bocados que más le han dolido? ¿Se acuerdan del "rojo rojito"? Casi que la oposición venezolana va al Tribunal de La Haya para plantear las violaciones de los derechos de los PDVESOS, quienes se resistían a seguir dejándose pintar de blanco o verde para no hablar del amarillo jipato?

Necesitamos más ministros con este talante, que conecte con la gente; o gente trabajadora como Vielma Mora, Chacón Escamillo, Lara, en fin, gente que horade el tamiz pomponso del recuerdo de la IV República, ese que queda descrito cuando dicen todo afectados "Yo fui ministro de tal o cual cosa".

¡Traidores en su mayor parte es lo que fueron, pero con una cualidad que adoran las clases dominantes: explotaban y robaban de lo lindo! Memorable es la valija de Vinicio Carrera, Cecila Matos, CAP, Blanca Ibáñez, etc, todo un precipitado de educación universitaria y elitesca. El primero de ellos dicen que se llevó el presupuesto de la Autopista de Oriente. Aquellos si eran ministros o funcionarios de calidad.

Hoy 15 de agosto, en horas del mediodía, Rafael Ramírez, Ministro de Energía y Minas, declaró:





2 comentarios:

Anónimo dijo...

Curame la cabeza del guevo

Oscar J. Camero dijo...

Lo haríamos, che, pero una criatura que habla así da síntomas de haber perdido la otra y, en consecuencia, no vales la pena. ¿Viste el nombre de la página? Bueno, es para tí, pero sin el adjetivo. Gracias por visitarnos. Si la publicación logró conmocionarte hasta el punto de hacerte expresar en 5 palabras la profundidad de tu pensamiento, es porque hemos logrado nuestro objetivo. Reconócelo: o mutas o te extingues. Y para que entiendas, mutar es cambiar, pajarito.