Según informaciones, el golpe de Estado en Bolivia ya está preparado, esperando no más el arreglo de una circunstancia detonante en la calle por parte de organizaciones como la CIA y los sectores interesados de la sociedad boliviana. Buscan un muerto, un motín, una escasez alimentaria, una tranca de transporte de insumos importates para la población, un cerco empresarial o que el gobierno de Evo Morales extreme las medidas de seguridad -con algún error o exceso- para alebrestarse. Los factores golpistas, reconcentrados en Santa de la Sierra, han diseñado un plan denominado Nación Camba cuyo propósito es tumbar al "indio de mierda" -como reza el documento- a través de la implementación de cinco pasos estratégicos, uno de los cuales es hacer fracasar la Asamblea Constituyente.
Esperan como zamuros girando en el cielo o posados en la rama de un arbol.
La situación entraña un peligro enorme para la seguridad física del presidente Evo Morales, según puede deducirse del grado de frustración que priva en los sectores ultraderechistas del continente. Con una situación de crisis de las social-democracias a en el mundo, el consecuente florecimiento de alternativas distintas, cuando no de la izquierda, y la última y pesarosa derrota en Venezuela de sus intenciones golpistas, coloca al presidente Boliviano ante la ofensiva de una gente que no se perdonaría cometer más errores. Hugo Chávez está "vivito y coleando".
El golpe no puede fallar, y es sueño dorado volver hacia estadíos saludables en el tiempo, como la época de defenestración de Salvador Allende. El manual tumba gobiernos diseñado en ese entonces por la CIA evidenció ahora, con la experiencia de Venezuela, que la letra escrita se duerme y pierde contacto con la realidad, pero al mismo tiempo tan amargo suceso le dio la oportunidad de actualizarse. Acostumbrados a ver al pueblo como una sola espalda correr hacia allá, lo olvidaron dentro de sus cálculos, y la gente aquí en Venezuela repuso al presidente luego de haber funcionado la receta golpista.
Deben de haber aprendido la lección y, como es lógico afirmarlo, ello atenta contra Evo, quien a su vez debe también encontrar en el pueblo su pervivencia política y vital. Es la misma cofradía de siempre: el Departamento de Estado y los sectores pudientes del país, quienes históricamente se han confabulado para exprirmirles las ubres al patio trasero hasta la saciedad. Son los mismos tanto en Perijá como en la Patagonia de nuestra América, y los conocemos. Quien pare en consideraciones del tipo "EEUU es la mejor democracia del mundo", "combate el terrorismo y la violación de las leyes" y, por lo tanto, es incapaz de conspirar contra la institucionalidad de Bolivia, está viviendo en las nebulosas.
EEUU no para en "estupideces" cuando sus intereses están amenazados. Es el campeón del doble discurso, el país más explotador del mundo, el más grande violador de los derechos humanos, el mayor fabricante de armas de muerte y degradador de las condiciones ambientales de vida en la tierra... En fin, el más inescrupulosos. ¿Lo digo yo? Revísese el pasado y el mismo presente. Basta con tener bajo consideración dos joyas curriculares flagrantes, como la invasión a Irák por encima de la autoridad de la ONU y la terrorífica dictadura que alienta en Pakistán en manos de Parvez Musharraf, como en un pasado hiciera aquí con Augusto Pinochet, de quien obvió todos su crímenes en aras de mantener sus intereses e influencia en una zona que considera su patrio trasero, supuestamente amenazada por el comunismo, viejo cuento de la guerra fría que aún tiene seguidores en Venezuela.
Dado un quiebre de la institucionalidad en Bolivia, su futuro se proyecta nada halagador. La rapiña a duras penas contenida en sus clases pudientes se desataría y en concordancia con los intereses trasnacionales someterían al país a un profundo "rascado de la olla", con todo el apuro de saberse bajo el reloj de la "transición" para la expoliación. Para pagar el favor hecho por el Gran Amo del Norte, los bolivianos traidores se verán en el trance de firmar acuerdos y tratados a largo plazo con él y con las grandes trasnacionales. Un desastre. Cuando el país esté lo suficientemente "asegurado" y comprometido con firmas, entonces llamarán a elecciones, saliendo a la luz pública benefactores disfrazados de ovejitas. Ya el plan Nación Camba maneja un nombre para la sustitución de Evo, René Joaquino, alcalde de Potosí.
Y en esta situación, negada, cabría preguntar ¿dónde estaría Evo Morales?
Fuente: Antonio Leigue, citado en Bolivia, fisiologia de un golpe de Estado: de Salvador Allende a Evo Morales
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