lunes, 15 de octubre de 2007

Del "sentimiento patriótico" de la oposición venezolana

El oposicionismo venezolano todos los meses tiene un golpe de Estado planteado, gran sueño entronizado en esas oscuras cavernas del pasado que son sus mentes. El país se cae, es su prédica y la lucha debe continuar hasta el final, o al menos hasta que el mundo civilizado (EEUU) los acompañe en la aventura. Porque, si a ver vamos, es ese el único oxigeno que alienta la aventura oposicionista venezolana de querer borrar con la violencia al gobierno presidido por Hugo Chávez, frustrado ya en el pasado: el apoyo gringo concretado en cientos de miles de dólares, con todo y el vasallaje implicado en esta compra-venta de conciencias.
Los cartuchos de sumir en crisis a la industria petrolera, alborotar a los militares y quebrar la constitucionalidad con el golpe de Estado de 2.002, ya lo consumieron, fallando el tiro; sin embargo, no es impedimento para que las aventureras mentes se sigan acomodando en sus butacas para seguir con el sueño de insuflarle vida a la ilusión del relajo pre intervencionista, única y gran esperanza que les queda. No les importan las consecuencias. Son las mismas mentes que no ven o no quieren ver que prácticamente son "muchachos de mandados" cuya acción de ir a abasto a comprar el artículo ya está caramente pagada y que en un futuro y eventual gobierno títere impuesto a los venezolanos desde el exterior ellos no trascenderían la condición de payasos.
Recuerdan al infausto mago de Las ruinas circulares, cuento de Jorge Luís Borges: pasó toda su vida proyectado en la realidad a su hijo, una figura de carne y hueso pero de origen místico; cuando finalmente logra cristalizar el sueño y su corazón se insufla de la vanidad creacionista, descubre que él mismo es una ilusión proyectada por otros dentro de una aparente cadena. Del mismo modo trascurren sus vidas muchas existencias venezolanas, proyectando la caída una vez más del aparato constitucional, cuando la realidad es que están enajenados hasta en el alma y ni siquiera son dueños de sus propios anhelos o pensamientos, teniendo el triste destino de anhelar y sentir por otros.
Porque a quien le conviene que un país de la riqueza energética como la de Venezuela esté sumido en la ceniza de la guerra y la división es al interés extranjero trasnacional, para no nombrar el país que todos sabemos, gente que responde al concepto de la depredación neocolonial, contraria a la salud soberana de cualquier país del mundo. Habría que decir que gente así no es venezolana, ni en espíritu ni materia, por más que esgrima el argumento de pertenecer a una oposición a ultranza o haber nacido en esta tierra; son a lo más, como dice el cuento, sueños proyectados por otros. Se debe sentir, aunque mínimamente, amor por la patria, por Venezuela, para merecer el gentilicio, y no andar por ahí soñando en voz alta con asaltos y masacres para validar una aberración de la especie humana en sociedad: una verdadera dictadura política. No es de dudar que haya gente que viva más tiempo fuera de Venezuela que en terreno propio y, sin embargo, se llame venezolano con toda y su aspiración de incorporar sus fronteras a la geografía del país extraño donde más pernota. ¿Quién no recuerda aquellos manifestantes "venezolanos" durante el aciago año 2.002 que buscaban a CNN para darles declaraciones en su lengua vernácula: el inglés?
Cuando el hecho es que ni pueblo tienen, según cifras, la alternativa no tanto ya del golpe -ya probada- sino la de la intervención extranjera fatiga sus cabezas. Aspiran que George W. Bush antes de irse les haga ese favor, aupados por la impunidad y aventurerismo gringos en el contexto del derecho internacional. Cubanos y venezolanos mayameros se dan la mano, sudadas de esperanza: sueñan con el día del retorno para poner las cosas en su santo y antiguo lugar.
La eventualidad de una oposición que realmente sienta amor por su país exorcizaría el fantasma de la traición a la patria, pero es evidente que eso no está planteado en Venezuela. Cuando se recibe dinero para adelantar las "luchas patrias" de derrocar a un gobierno de origen constitucional; cuando las comisiones oposicionistas van a Washington a poner la queja de que el gobierno es demasiado democrático (apoyo popular) como para tumbarlo por las vías convencionales del golpe interno; cuando se ha perdido la esperanza que tenían con la quiebra de PDVSA; cuando han oído a los militares saludar con "¡Patria, socialismo o muerte, venceremos!", no queda otra opción que rezarle al intervencionismo.
Rosales, opositor venezolano, presentándole sus preocupaciones al Departamento de Estado estadounidense. Lo acompañaron Timoteo Zambrano, Delsa Solórzano, Andrés Velásquez, entre otros "patriotas", según perfil de este artículo. El señor Shannon los escuchó antes que se fueran hablar con Insulsa, de OEA. Imagen tomada de Aporrea.org

Cada mes del año tenía -y tiene aun más- su santo y seña en su lenguaje golpista. Hoy mismo, mes de octubre, andan en eso, tienen el plan en marcha (vea aquí mismo El golpe de octubre). Cobran en Súmate y en la embajada estadounidense quienes ruedan con el propósito de caldear los ánimos en la ciudad, empujando a los muchachos de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) a trancar la vialidad, e intentando embochinchar los hospitales y las escuelas, esforzándose por obtener una condena de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, cocinando una olla con la pervertida Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) contra Venezuela, entre otros tanto llantos en el exterior (véase Marciano en domingo en Diario Vea. - (2.007) oct 14; últ. pág). La cosa es hacia afuera, porque aquí no pueden, no tienen alma, arraigo, engarce, punch, fuerza, gente, prestigio, corporeidad, pueblo o lo que usted le ponga de nuestra tierra. Es decir, para ser justos, no pasan de ser unas ilusas proyecciones que preocupan en tanto fantasmas cuya misión es caotizar él entorno estudiantil privado, su punta de lanza en está nueva faceta del golpismo intervencionista. Asumen que tales estudiantes tienen la piel más delicada y una complexión anímica más crédula a su loca prédica de amor a la patria desde afuera y desde el pasado. Fin de mundo. Llamémosle locura de octubre.

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3 comentarios:

luis dijo...

Amigo ya que amo a mi pais, es que no se puede permitir que chavez continue.
El no ama a los ams pobres; los utiliza. ¿porque se la pasa regalando dinero en todas partes y no arregla nuestros problemas?
Ese solo hecho lo desenmascara.
Lo deja desnudo. y fijate yo vivi en USA, trabaje alla, y tengo dos hijas que son nacidas alla, y me regrese a mi pais, que me habia pagado los estudios.¿cuantos cahvistas estan viviendo en USA? y esos no se quieren venir. Aunque esten ilegales. Y aqui yo ganaba en un mes lo que ganaba alla en una semana.
pero tenia una deuda con mi pais. Y por eso no quize la ciudadania, que me exiguian para trabajar en ciertos lugares. Y me la daban, no tenia que pedirla.
y si nos ponemos serios, a quien menos le interesa un golpe en venezuela es a USA. Ya que no sabrian cuando le volveriamos a mandar petroleo.
Y eso es lo que les interesa. el petroleo. Mas nada. A ellos no les interesa ue aqui seamos feudales o monarquicos,siempre y cuando puedan llenar su tanque de gasolina.
¿Y que hace chavez? Les da su petroleo, le da la plataforma deltana a la compañia de ¿adivina? BUSH. Y si quieres buscas informacion quienes son los socios mayoriatarios, esta hasta la condoleza.
Vamos, en serio. ¿como es la vaina? ¿o sea que aqui todos los que estamos contra chavez somos agentes del imperio?
Si eso es cierto todos los chavistas son agentes de CUBA. Y se acabo el peo.
Fijate el gasuducto de la guagira ¿quien produce ese gas en colombia? Los gringos de la Chevron. Y quien lo compra cuajado de la risa .¿quien?
Pero estamos contra los gringos. ¿entonces por que le vendemos petroleo para que sus barcos puedan venir a invadirnos?
¿es que chavez es un suicida?
Si son el enemigo. ¿no seria un golpe arrecho dejarle de vender petroleo? ¿no los cagaria de verdad verdad?
a tesis que al imperio le interesa un golpe en el pais se cae por falta de logica.
chavez puede hablar mal de bush pero es su socio en le negocio.
Buscate la informacion de la plataforma deltana y luego hablamos

Anónimo dijo...

Por favor, el mundo entero abandonó la convención de los derechos humanos y todo acuerdo internacional firmado por Venezuela por culpa del Petroleo. Argentina, Brasil, USA, todos mueven la cola según la plata, y la plata que genera y da el petroleo es lo que mantiene a chavez en el poder.
Ya con la experiencia de Hittler, Castro, Franco, ya era para que en el mundo se hubiesen tomado medidas drasticas contra el fulano de miraflores; pero no, el mundo no ha evolucionado lo suficiento, los hombres, las naciones, las conciencias, los derechos tienen un precio.
En cuanto a los venezolanos, que va, mientras cada gremio esté bien no se ocuparán de respaldar a otros;asi los médicos andan por su lado, los artistas por otros, los transportistas... y no se dan cuentan que a todos los están matando por igual, los roban por igual, los secuestran... es un problema cultural muy grande.
Parece que es verdad un dicho: "Todo tiene precio" Nuestra patria vale un barril de petrolio.

Oscar J. Camero dijo...

Sr. Luis, concuerdo con usted en que de un manotazo no podemos desprendernos de tan largo papel de surtido energético de los EEUU, pues en el porcentaje importador de los gringos representamos el 15% y en porcentaje exportador nuestro, el 60, si no me equivoco; pero eso no es impedimiento para que aspiremos a tener soberanía sobre nuestro productos y verdérselo a quien querramos, como hicieron ya con nosotros lo mismos gringos en el caso de las armas o buques españoles con su tecnología al betarlas.
Llegado ese momento, que llegará si para el país es beneficioso dejar de verderle crudo a tan fastidioso comprador, ¿qué hará usted? ¿Se pondrá de parte de ellos cuando amenacen con obligarnos o me argumentará que nuestra soberanía es negativa y que el dinero de un comprador valer más que el otro? No me deja otra opción que plantearle las cosas de este modo.
Venezuela, para dolor de muchos, redefine sus relaciones con los EEUU por motivación de ellos mismos: es un comprador que está aspirando en lo inmediato obtener petróleo sin pagarlo, como se hacían antes en este país.
Para el momento, en la gradual situación de independizarnos, Venezuela le vende petróleo a EEUU por la misma razón que ellos lo compran. ¿Por que no se hace esta pregunta?: ¿Si ellos son tan bravos, por qué nos lo siguen comprando?