Es 9 de enero en Venezuela, pocas horas antes del día D, cuando se juramentará presidencialmente Nicolás Maduro, además del pretendido e insólito Edmundo González como realidad paralela. María Corina Machado, la líder de una famélica concentración en Chacao para reunir fuerzas y avanzar contra el "régimen", decide hacer algo ante la avasallante tapadura de opciones golpistas que implementara el gobierno.
No se puede entrar ni salir del país. No vuela una mosca sin que los cuerpos de seguridad del Estado ya conozcan sexo, color y dirección de vuelo. Caracas es una fortaleza. Al decir de una ONG, 85 son los nuevos detenidos insurgiendo contra el orden, nuevos "presos políticos" en su narrativa opositora. El gobierno, por boca de su nuevo presidente y ministro de interiores, informa que han detenido a 125 mercenarios de distintas nacionalidades, gringos unos, latinoamericanos otros. En otras palabras, el ansiado ingreso de Edmundo González para su coronación es un sueño, tanto más como tan poca gente para apoyarlo hay en el ambiente. ¡Un desastre!
María Corina Machado evalúa el entorno. Impotencia, irascibilidad y amenazas de que una jornada tan importante pueda parecerse a un atardecer de pueblo es lo que destila el cuadro. A unas decenas de metros, hay funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) cuidando la concentración de ciudadanos de la "sociedad civil", una verga burlesca, peor aún si los tiranos aseguran que los tombos están allí para protegerla a ella de ella misma, de un eventual autosecuestro, o de un loco que pretenda incendiar la pradera con su sacrificio.
Decide activarse y ordena a un hombre de su confianza, Roalmi Alberto Cabeza, que la saque de aquella somnolencia, y, entonces, ocurre lo imposible, según lo referido por comando político: apenas intenta abandonar la concentración, la abordan una veintena de colectivos, drones y varios vehículos. "Dispararon e hirieron al conductor de la moto que la transportaba. Se la llevaron al detenerse. Salió viva de casualidad", y el conductor fue apresado con un tiro en la pierna.[1]
Hecho insólito porque, como se dijo arriba, a pocos metros estaban los funcionarios de la PNB y sus mismos adeptos, que no la dejaban por el presunto riesgo de secuestro en contra de su persona, y no es factible pensar que una balacera se suscite al pie del cañón de sus seguidores sin alboroto alguno. La historia, así como decidieron difundirla, se revierte tristemente contra su ego porque, de haber ocurrido el asunto de tal manera, entonces tenemos a una lideresa de papel que con su "secuestro" fue incapaz de motivar una revuelta ni siquiera local, no hablemos ya de un motín de alcance sideral.
La realidad del cuento, o el cuento real, fue que su motorizado, espoleado por su paranoia persecutoria, perdió el control del vehículo y rodó a la altura del liceo Gustavo Herrera, próximo a la avenida Libertador. Acudieron funcionarios de un punto policial próximo para atender el incidente, lo cual se comprende con grandísima razón en medio del contexto político del momento. Indagaron su identidad y, en efecto, al saberse, se enfocaron en dilucidar en que circunstancia estaba, si libre por su voluntad u obligada, dadas las sospechas políticas y policiales de que la oposición pudiera estar tramando autoatentados o tramando ir contra ella misma con el propósito de encender la pradera.
Pero no pasó más. Los funcionarios la dejaron en libre marcha cuando notaron su esfuerzo por montar un espectáculo. Se grabó un video donde aparece una María Corina como bajo los efectos de algún estimulante o relajante, explicando que estaba bien y que había extraviado una "carterita" azul.
De inmediato se hizo un coro internacional y los presidentes y expresidentes más leoninos en contra de Venezuela alzaron la voz y pidieron hacer algo en contra de la "dictadura". La OEA, sin muchos pelos en la lengua, convocó a una reunión de emergencia para evaluar la situación. El paraco de Álvaro Uribe Vélez desde Colombia pidió invasión contra Venezuela. Bastó que se proyectara un deseo belicista de la dudosa dama de hierro para repetirlo hasta el cansancio y hacerlo una verdad severa en contra del gobierno de Venezuela.
Al aparecer en las redes el susodicho video de una María Corina relajada echando cuentos azulados, donde se ve vivita y coleando, nadie desde el exterior corrigió nada, avergonzados de su precipitación. Triste, la OEA desconvocó su aquelarre. Y ahora el tal Roalmi, conductor motorizado, sin ningún rasguño en su cuerpo producto del aberrante tiroteo, tendrá que enfrentar cargos en el Ministerio Público por asociarse para delinquir y alterar el orden público.[2]
Habría querido el mundo opositor que el tal capítulo del secuestro hubiese sido cierto para tener de donde agarrar una palanca para golpear a Venezuela; son capaces de llegar a la muerte, de matar, como ya lo ha demostrado en capítulos pasados.
REFERENCIAS DOCUMENTALES
[1] "Régimen de Maduro secuestra a María Corina Machado a su salida de la concentración en Chacao; hay un herido", Diario las Américas, 09-ene-2025. [En línea]. Disponible en: https://www.diariolasamericas.com/america-latina/maria-corina-fue-violentamente-interceptada-su-salida-la-concentracion-chacao-informa-su-comando-n5369350. [Consultado: 14-ene-2025].
[2] M. E. Rodríguez, "Detenido ciudadano que según María Corina Machado fue 'herido' mientras la trasladaba - Últimas Noticias", Últimas Noticias, 13-ene-2025. [En línea]. Disponible en: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/sucesos/detienido-ciudadano-que-segun-maria-corina-machado-fue-herido-mientras-la-trasladaba/. [Consultado: 14-ene-2025].
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