Cuando al presidente de cualquier otro país se le ocurre realizar una gira, sea por Europa o Asía, la prensa de nuestro país suele ser en extremo dadivosa. Se realizan giras paras renovar contactos de tipos políticos o comerciales; para promover un producto o para establecer alianzas. Pero si la gira la realiza el presidente Chávez, entonces la hace, seguramente, con el propósito de asegurarse un lugar de asilo en el extranjero porque está casí caído en su patria, para repartirse la bicoca con no sé quién o para, malévolamente, hacerle un premeditado daño a la nación.
En un principio, cuando el contagio revolucionario no se había extendido por nuestra América, sólo Chávez realizaba giras, y se lo criticaban pregúntándose para qué. Hoy, que la cosa está más compleja, otros presidentes también la hacen, y todo el mundo sabe para qué. ¿Lo sabían? Fíjense.
Si la gira la realiza un presidente muy afín a Chávez, entonces se dice que Chávez lo mandó o que también es un ser desnaturalizado que no quiere a los suyos, buscándole el mal en el mundo. Luego, si la gira la realiza otro, afín a Chávez pero con ciertas diferencias, como Lula, por ejemplo, entonces la prensa visceral titula: Lula salió por el mundo a desdecir o desvirtuar lo hablado con Chávez, siempre buscando incordiar a los dos países, supuestos líderes en disputa por la América del Sur. Periodista y columnistas titulan sus trabajos con con alusiones comparativas: Lula sale al mundo a consolidar una verdadera potencia, Lula sale al mundo a comportarse de verdad como un verdadero presidente. O para ser concretos en la realidad: "Lula y su gira: nace un imperio", que publicara Domingo Alberto Rangel en Quinto Día, del 17 al 24 de agosto de 2.007. Siempre con la espinita.
No hablemos de los presidentes adversos ideológicamente a Chávez: ellos salen al mundo a hacer giras para recoger el fruto de su mítica y nada vista situación de conquistadores del espacio inter estelar. Al final, después de un sesudo esfuerzo de análisis, realizan la síntesis superhumana: Chávez debería aprender.
Periodismo+político Medios+de+comunicación Oposición+política-Venezuela
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2 comentarios:
PARAGUAY: VIDELA SÍ, CHÁVEZ NO
(Publicado en Kaosenlared x Luis Agüero Wagner)
Mientras en los países de la región los Derechos Humanos y la libertad de pensamiento van ganando terreno e incluso sirven de plataforma a los políticos para captar votos, los émulos del senador Mc Carthy en Paraguay, capitaneados por el propietario del diario ABC color Aldo Zucolillo, han retrocedido medio siglo en el tiempo que mide el contexto internacional, en un país en el que sólo basta alejarse unos 15 kilómetros de la capital para volver del mundo contemporáneo a la prehistoria, pasando por el modernismo, la edad media y el mundo antiguo. Es lo que se deduce del desmesurado espacio que vienen dedicando a satanizar a Hugo Chávez y a su política exterior, llegando al extremo de escrachar con fotos e infografías a supuestos simpatizantes paraguayos de la revolución bolivariana.
Nada más natural en un medio donde los políticos que hablan de derechos humanos pierden intención de voto entre el electorado, y la popularidad sube cuando más mano dura prometan.
Para honrar la memoria, debemos puntualizar que no siempre la prensa paraguaya se mostró tan susceptible a las amenazas a las libertades públicas de la región, sobre todo en tiempos en que los dictadores se asemejaban más al prototipo promovido desde el norte que a sus propios pueblos. Nadie se escandalizó en el periodismo libre cuando el General Alfredo Stroessner visitó Venezuela en junio de 1957 para estrechar vínculos con el dictador militar del país caribeño, General Marcos Pérez Jiménez, en tiempos en que ambos subproductos de la política exterior estadounidense concedían graciosamente tajadas del espectro radioeléctrico a sus adulones. Para que no queden dudas sobre el carácter marcial de su visita, Stroessner se alojó en el local del Círculo de las Fuerzas Armadas de Venezuela, en Caracas.
Un par de décadas más tarde, un 20 de abril de 1977, era recibido por Stroessner con los honores correspondientes, el Teniente General Jorge Rafael Videla, quien llegaba al Paraguay acompañado de su esposa Alicia Raquel Hartidge. A la noche se llevó a cabo una recepción de gala en el Palacio de Gobierno de Asunción, donde no faltaron los pundonorosos y austeros luchadores por la libertad de expresión, que aún no habían sido seleccionados por la embajada norteamericana como propagandistas de la democracia tutelada. Es conocido que la National Endowment for Democracy , la USAID y la CIA se abocarían a fabricar entre ellos a bien remunerados disidentes y “luchadores por la democracia” en el crepúsculo del régimen militar paraguayo.
Al conocerse a principios de marzo en Asunción la próxima visita de Videla, ABC color publicaba su recordado editorial donde criticaba al presidente Jimmy Carter por su énfasis en la promoción de los Derechos Humanos y defendía al proceso argentino sentenciando que al presidente norteamericano le era muy fácil pontificar lejos del problema. Por las mismas fechas eran apresados en Asunción Alejandro José Logoluso y Marta Landi, entregados a los sicarios de Videla por las fuerzas represivas paraguayas. Los grupos de tareas de Pastor Coronel tampoco se apiadarían de José Nell, paralítico desde que recibió una bala en los disturbios desatados en Ezeiza por el retorno de Perón.
El 28 de enero de 1999 Hebe de Bonafini pidió a Baltasar Garzón que solicite la extradición del dictador Stroessner, presentando documentos tales como una ficha policial de la Dirección de Registro de Extranjeros paraguayos de la desaparecida argentina Dora Marta Landi Gil, que está fechada en Asunción en marzo de 1977; una tarjeta del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social de Marta Landi, que está registrada en Asunción el 10 de marzo de 1997; y un informe de la policía de Asunción, donde se notifica que Marta Landi (argentina), Alejandro José Logolusso (argentino), José Nell (argentino) y otros han sido expulsados del país. Este informe policial está fechado el 16 de mayo de 1977. Entre los documentos, también destacan un registro de vuelo en el que se acredita que, el 16 de mayo de 1977, el capitán de corbeta José Abdalá, (alias Turco) trasladó a Landi Gil y a su compañero, Alejandro José Logolusso, de Asunción a Buenos Aires.
El destino de todas estas personas, embarcadas en el vuelo del que jamás regresarían, con seguridad poco importan a Zucolillo y otros paladines de la democracia sin chavismo, ayer tan ocupados en recibir las mieles de la proximidad al poder dictatorial, como hoy en sostener su autocomplaciente y fantasmática reputación democrática, aún al precio de buscar sombras en el cuarto oscuro de su conciencia. LUIS AGÜERO WAGNER.
Wagner, los datos históricos me son útiles, sobre todo los alusivos a la violación de los derechos humanos.
Los medios de comunicación, tutelados también, padecen de amnesia convenientemente. O como usted dice: su conciencia es un cuarto oscuro.
Toda nuestra América está gobernada por una clase oportunista, nada patriótica, que chantajea el progreso de los países con la opulencia de sus bolsillos.
Este problemita de los dictadores latinoamericanos bien merece la pena investigarlo, pues hoy todo esta emborronado por los medios de comunición y los políticos de maleta
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