viernes, 28 de septiembre de 2007

EEUU y el doble discurso de la paz y el exterminio

Veinte años tardó la aprobación de la Declaración de los Pueblos Indígenas en el seno de la ONU. Finalmente se respetarán sus derechos, entre ellos la "propiedad de sus tierras, los recursos naturales de sus territorios, la preservación de sus conocimientos y tradicionales y la autodeterminación" (José Luis Carpio en "La Puerta de Alcalá" en Las Verdades de Miguel. - (2.007) sep 21-27; p. 4).
Razón del retardo: actitudes reacias de países colonizadores como EEUU, Canadá y Australia, quienes se abstuvieron en la votación final durante la Asamblea General, insólitamente, ya en los albores del siglo XXI. No bastó con que exterminaran los asentamientos originarios y los redujeran luego a reservas, sino que, al parecer, al sol de hoy, consideraron que todavía quedan unos cuantos recursos naturales en sus tierras, sin que les hubiera dado tiempo explotarlos. Ni siquiera pesó el cargo de la conciencia histórica del genocidio y el vilipendio. Más allá de la vida, asesinada -vale preguntar-, ¿qué más se tiene que dar para lograr el voto a favor de un gringo?

¡Ah, no, pero después tienen frente para hablar de derechos humanos, cuando son sus principales mancilladores, fuera y dentro de sus propias tierras!
Pero no crea, el tema indígena no es el único rasgo del doble discurso de los EEUU. También se llenan las fauces hablando de contaminación y medio ambiente, y hasta donde sé no han querido subscribir el Protocolo de Kyoto, por las restricciones que implicaría para ellos ponerle cortapisas a su gran maquinaria industrial, militar y científica, contaminante a gran escala, reductora de la capa de ozono y promotora del efecto invernadero. ¿Da esta actitud indicios de que le importan los demás cuando no quieren respetar el hábitat? En el fondo -lo sabe todo el mundo- su espíritu imperial lo que busca es apoderarse de las fuentes estratégicas de recursos naturales del planeta, y no hay tratado que les deje las manos libres para eso. Sueñan profundamente, por ejemplo y para tocar un punto que nos atañe, con apoderarse del Amazonas, hipotéticamente único pulmón del mundo en una circunstancia crítica a futuro. Ya andan con la insidia de que no lo sabemos cuidar y le dicen a sus escolares que hay que recuperarlo en algún momento. Tienen al menos tres bases militares en su contexto y James Stavridis, jefe del Comando Sur, ya manifiesta querer conocernos mejor para enseñarnos a "conocer la cultura de la región". A través de tratados y convenciones de protección a la fauna y la flora locales, intentan en lo posible retrasar la exploración y explotación de los recursos de nuestra región, como si nos estuvieran convenciendo de que se los reservemos para cuando ellos terminen de arrasar completamente con otros ambientes.
Porque de eso se trata, arrasar. Su modelo de desarrollo no admite otra práctica, herencia directa de la occidental cuna europea, que alcanzó el desarrollo industrial a costa del arrasamiento de los recursos naturales locales. Ahora, desarrollados, proponen el subdesarrollo para otros y le leen la cartilla del "desarrollo sustentable", concepto que, por cierto, sin las salpicaduras siniestras del colonialismo, es realmente aceptable.
Finalmente, hablan de desarme y de guerra más humanos. ¿Creen ustedes que tenga que documentar este punto? Aquí el doble discurso es primordial. Recomiendan a otros el desarme y ellos se arman hasta en sus dientes. Propugnan el discurso de la paz a través de la amenaza de bomba o la invasión. Propugnan el respeto a la soberanía de los pueblos y es el país que más invade. Propugnan la consolidación de las democracias en el mundo, pero las tumban cuando les conviene, instalando títeres como Augusto Pinochet, en Chile, y Parvez Musharraf, en Pakistán. Cuando no es el cuento del comunismo es el terrorismo, y están a un paso de declarar, oficialmente, al islamismo como causal de guerra.
El corolario en este aspecto bélico y de desarme es su negativa a ratificar el tratado de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE), ya hecho por Rusia y otras antiguas repúblicas soviéticas.
¿Entonces? ¿Con qué moral hablarle al mundo de paz, guerra, ambiente o derechos humano? ¿Con cuál?

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5 comentarios:

Fernando dijo...

Que opinión tienes de lo que esta pasando en Birmania ???

Oscar J. Camero dijo...

Fíjate: Los estudiantes, los monjes y los militares tiene gran estima en este país budista. Hay una complejidad interna a considerar. Por supuesto, hay una situación de abuso de autoridad de una de las partes (unos militares), pero eso no quita que no puedan darse otras soluciones diferentes a la que proponen los gringos (que no se qué hacen por allá), siempre con su rasa óptica militarista. Eso no significa que no se pueda negociar y buscar entendimiento, es un país con una dinámica cultural diferente a la occidental. No se puede deportivamente juzgar a todo el mundo bajo la óptica cultural de los lente propios. No se puede andar proponiendo por ahí que todos los países y su leyes sean iguales a los EEUU, y lo que sea bueno y malo allá lo sea en el resto del universo.
Pero no, vienen y dictaminan rápidamente que hay que sancionar económicamente a Birmania. Si se resiste, casco azules con ella.
¿Pero por qué? Los birmanos tratan de madurar un problema entre ellos, al menos creo que se merecen la oportunidad de un intento.
En cualquier caso, más calificada está China o la India para intervenir, más cercanos y más afines, culturalmente hablando.
Esto es un comentario rápido sobre un tema espinoso, sobre cultura, etnocentrismo, racismo, segregación cultural, barbarie y guerra de civilizaciones.
Pero igualmente lo cuelgo para, al menos, decirte algo.
En todo caso, independientemente de una errática o precisa apreciación sobre el tema, para mí, moralmente, EEUU no tiene calificación para andar metiendo el pico y andar criticando disturbios que ellos fomentan en otros países.

Alain dijo...

Barbaro manito tienes exelente material...Realmente es un placer leerte. Muy cierto todo el comentario. Se disfrutan cada una de tus palabras tan certeras.
Saludos,

Anónimo dijo...

Disculpe pero un golpe de estado es un golpe de estado y en eso no tiene nada que ver la dinamica cultural de esa gente, lo s que hoy reprimen salvajemente las protestas se montaron en el poder gracias a un gole de estado.

Ya ene l 88 se alzaron y mataron a 3 mil de ellos (civiles) y es un poco gracioso tratar de insinuar que estos disturbios son provocados por los EEUU.

La libertad es algo universal buscado por todos los seres humanos, esa gente busca la libertad y creo que lo que menos tienen en mente es hacerlo para luego tener en su país un modelo Occidental

Oscar J. Camero dijo...

Como le dije, es un tema espinoso. Nadie aprueba el golpe de Estado ni las muertes, pero usted no tiene derecho a llegar con su libertad redentora a matar a unos porque estos a su vez matan a otros. Es absurdo. No hablemos entonces de libertad, sino de asesinatos.
Queda claro que los EEUU no han provocado esas muertes (nunca lo afirmé), pero yo le hablo en el espíritu del artículo escrito, donde se describe cómo estos señores no comen cuento a la hora de meterse donde les da la gana y a como de lugar. Son profesionales pescadores en río revuelto: ahora mismo andan en algo por aquellos lares. No lo dude.
Otro punto: cuando usted afirma que la libertad es un concepto universal, está pecando de etnocéntrico y sin darse cuenta está sugiriendo la libertad que usted conoce como modelo que le calza a todos. Lejos están las cosas de ser así: no habrían tantos problemas en el mundo.
Es un concepto relativamente cultural. Ahora mismo yo dudo que mi idea de libertad sea igual a la suya, no obstante pertencer a la misma cultura y ser ambos hasta venezolanos.
Si las cosas fueran universales como usted lo sugiere, háblame entonces de por qué de un tiempo para acá está planteado una confrontación de civilizaciones, según algunos teóricos. Concílieme el mundo árabe, islámico, con su mundo conocido.
Universal es una ecuación matemática o una ley científica, como la ley gravitacional, y sin embargo la ciencia misma presupone convenciones para funcionar. Pero es muy dificil expresarse de modo científico, unívocamente, universalmente, sobre temas tan movedizos como el amor, la libertad, la amistad, paz, etc.
Son temas que han animado las disquisiciones filosóficas y los tratados morales a lo largo de la historia.