miércoles, 30 de abril de 2025

¡POBRE PANAMÁ!

Donald Trump tiene a Panamá sitiado sin disparar un tiro. Ha dicho que recuperará el canal y la presión de esa loca amenaza mantiene los ánimos políticos caldeados en el istmo. Su canciller, Javier Martínez-Acha, a quien Nicolás Maduro llamó "imbécil", acusándolo de haberse "bajado los pantalones" ante los gringos por no defender con honra a su país, ha declarado ante una comisión de diputados de su país que su estilo es callado e inteligente, que nadie coacciona a Panamá y que es mejor seguir así, calladitos con sabiduría, porque al último panameño que se le ocurrió desafiar a los Estados Unidos con un machete (Manuel Noriega) no terminó muy bien.
¡Pobre Panamá! El canciller prosiguió declarando que el memorando de entendimiento que firmaran ambos países recientemente por el tema del canal no "cede soberanía", aunque posibilite la presencia de militares estadounidenses sobre el territorio debido a que su tema es la seguridad. ¡Vaya ingenuidad! Que los tales militares no estarán de modo permanente ni podrán establecer bases militares, como si dijera que Panamá no es Irak, de donde no los han podido expulsar en veinte años, o Venezuela, de donde costó un ojo de la cara sacarlos de la Base Aérea Generalísimo Francisco de Miranda.
Irak y Venezuela poseen el dulce petrolero que jamás empalaga, y Panamá el canal, infraestructura geoestratégica de tráfico interoceánico. Allí hay ingenuidad, a no dudar.
La interpelación se pone tensa cuando un diputado le cuestiona por qué los militares panameños tienen que pedir permiso a los estadounidenses para circular en ciertas zonas de su país; y el inefable Martínez-Acha responde que sólo deben "notificar", no pedir "autorización. ¡Sin palabra!
Un país como los Estados Unidos, que amenaza con anexarse a Groenlandia o Canadá, no parece el más confiable como para atenerse a un tonto memorándum de comportamiento. Sueña con cogerse el canal, no pagar peaje y espantar a China.
¡Pobre Panamá! Cuatro veces intentó desprenderse de Colombia infructuosamente, y desde la cuarta vez conversó con los yanquis para que en lo sucesivo lo respaldaran (1846, Tratado Mallarino-Bidlack). Su historia e independencia, en verdad, están cifradas en torno al canal, construido por los gringos, finalmente, quienes se sienten padres vitalicios de la criatura, del mismo país panameño. Nada de extraño tiene que lo reclamen como colonia.
El canciller hace honor a su apellido: es un hacha sin filo, sin la H.

domingo, 27 de abril de 2025

EL GRINGO CANAL DE PANAMÁ O SUEZ

Los Estados Unidos construyeron el Canal de Panamá, finalizándolo en 1914; Francia, el de Suez, en 1869. Pero los estadounidenses quieren imaginar que ellos también construyeron el de Suez para ordenar su paso gratuito a través de él, como ya lo hacen con el primero.
El apego gringo a su hechura, por la que pagó después un arrendamiento de 250 mil dólares anualmente hasta 1999, podría estar escenificando en la mente comercial de Donald Trump una confusa explosión conceptual de derechos de propiedad, autoría, regalías, que lo impulsan a decretar que ese canal es suyo, de urgente recuperación.
No le debe resultar admisible que su país haya tenido que pagar 10 millones de dólares a Panamá para ellos mismos construirlo, además de la renta indicada. De puño y bolsillo yanquis, es el colmo que la estructura sea de otros. «El Canal de Panamá es nuestro, lo construimos, gastamos»,  debe de estar devanándose el seso Trump, «¡Lo retomaremos! ¡¿Qué hacen los chinos allí?!»
No hay mesura ni consuelo para considerar que el canal fue prácticamente estadounidense durante casi un siglo, usufructuado en el ínterin. En la turbia mente presidencial hay resistencia para separar propiedad de usufructo, la figura del uso y disfrute del bien ajeno. ¿Qué cabe esperar de quien nada tuvo que ver con el Canal de Suez, ni con Groenlandia, y ya los proclama como suyos? Ha poco Panamá es de su propiedad como Canadá podría ser el estado 51 de su imperio.
Los gringos son responsables técnicos en gran medida de la construcción de la centenaria industria petrolera venezolana, pero, para sus efectos, son sus dueños, dueños hasta del petróleo, y por esa razón, más allá del rol de patio trasero que le encasquetan a Venezuela, no toleran que se vendan hidrocarburos a terceros.
Tuvieron también que ver con el fallo del Laudo Arbitral de Paris (1899), que despoja del Esequibo a Venezuela, y no es de extrañar que ahora quieran revivir algún extraño derecho de propiedad o arbitraje para cogerse las riquezas de esas tierras.
Cabe pensar que, para acabar con la codicia o con los locos sueños de propiedad, bueno es no hacer tratos con la hormiga o, en su defecto, acabar con el néctar irresistible, como pensó hacer Saddam Hussein en su tiempo al querer volar los pozos petroleros para quitarse la maldición gringa de encima.


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viernes, 25 de abril de 2025

HAY QUE PARAR LAS GUERRAS DE PUTIN, NO LAS DE TRUMP

Donald Trump exclama "¡Vladimir, pare!" en su red Truth Social. Así el presidente de los Estados Unidos se involucra en el conflicto entre Ucrania y Rusia, guerra que prometió acabar en 24 horas si llegaba a ser presidente.
Hoy es presidente y la guerra sigue detonándose con mayor estruendo. Rusia acaba de realizar el mayor ataque a Kiev, según analistas: 70 misiles, 145 drones…
Hace un mes Trump medió y logró que las partes no atacasen sus respectivas infraestructuras energética. Durante la pausa, de acuerdo con Rusia, Ucrania atacó veladamente, evidenciando su escaso interés en respetar nada, deseosa de proseguir, apoyada por los halcones militaristas de Europa (Alemania, Francia e Inglaterra).
Todo esto en medio de un contexto lesivo para sí misma, dado que Ucrania pierde a diario territorio y rotundamente la guerra, dosificadamente como se la administra Rusia. La proyección es una victoria imposible, así como una derrota segura. Se suma el reclamo de Trump para cobrar sus 500 mil millones de dólares de asistencia tomando las minerías raras del territorio. El mismo presidente gringo le dijo a Volodímir Zelenski que, de seguir en "combate", pronto no tendrá país que defender.
Molesto por el ataque, que contraría su palabra empeñada en terminar esa guerra, el presidente estadounidense amenaza veladamente a Rusia con que "pasarán cosas" si continúa con los ataques, horrorizado por los 12 muertos y 90 heridos resultantes. Para, Vladimir, "Mueren 5000 soldados a la semana. ¡Logremos el acuerdo de paz!", completa Trump el mensaje en su red social.
Entonces parte un emisario de Trump a Rusia a conversar con Putin, pero ocurre lo imponderable, producto del genio de Zelenski, ansioso de proseguir destruyendo su propia patria: hoy (viernes) muere Yaroslav Moskalik, un teniente general, alto mando del Estado Mayor ruso, víctima de la explosión de un carro bomba. El hecho augura el fracaso de cualquier conversación por los momentos y un seguro redoble en los ataques contra Kiev.
Paré, señor presidente, clama Trump, aureleándose de un espíritu pacifista y conciliador ante el mundo, sin mirar en su propio plato político. Trump, mientras pide paz para otros, lleva la guerra a Yemen, matando a decenas de civiles con bombardeos; Trump, además, apoya a Israel en su masacre contra Gaza, aspirando a erradicar étnicamente a los palestinos.
¿De qué moral habla el gringo?

miércoles, 23 de abril de 2025

EL MIEDO QUE CARCOME A LOS EEUU

¿Quién es más vulnerable económicamente: el país que más le vende a otro o el que más le compra? O, dicho de otro modo: ¿el vendedor o el consumidor?
China es el principal proveedor de los Estados Unidos desde hace décadas, aunque declinó un poco ese rol en favor de México en 2023, el otro gran socio comercial del país del norte. China significó hasta 2022 un 17% del total de las importaciones gringas, una cifra que ha venido disminuyendo de topes superiores al 20%.
Por su lado, países de la Unión Europea (UE) como Países Bajos y Alemania, de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) como Brunei, Camboya e Indonesia, además de otros como Taiwán y Corea del Sur, son los principales importadores de China. En este contexto, los Estado Unidos, más abajo en la escala, representan apenas 6.59% del total de las importaciones chinas.
Se tiene que la brecha comercial entre ambas potencias es notoria, 17a 6, lo cual, a propósito, ha debido tener su peso en la redada arancelaria que recientemente aplicara Donald Trump al mundo, pechando a China con la mayor carga, 145%. Las cifras también facultan para aseverar que es China el mayor vendedor de los Estados Unidos, no pudiéndose decir lo mismo de estos respecto de China. El país que más vende a China es Brasil y el que más le compra a los Estados Unidos es Canadá.
De manera que, sobre tal contexto, se pueden aislar ciertas relaciones de fuerza en tanto dependencia. Puede China afectar a los Estados Unidos dejándole de vender como podría afectar Brasil a China haciendo lo mismo; pero no podrían los Estados Unidos con la misma contundencia golpear a la economía china al dejarle de vender, como sí lo harían, por ejemplo, con Canadá, su principal comprador.
Semejante relación de poder y dependencias delata el punto crítico que se escurre entre ambas potencias económicas del mundo: el miedo. Los Estados Unidos declinan como potencia hegemónica ante China, superados ya económicamente, apenas aventajando al dragón en capacidad militar, por ahora (un aspecto: los gringos no saben fabricar misiles hipersónicos). Las monerías imperiales de Trump con sus aranceles y amenazas constituyen un rictus de muerte ante lo inevitable: la caída, el desastre. Como se dice, son los zarpazos teatrales de la fiera herida de muerte.


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domingo, 20 de abril de 2025

EL LOCO DIOS DE LA CREACIÓN HUMANA

Si usted es un ingeniero genético, un diseñador o creador de vidas, pongámoslo así, y le toca trabajar en un proyecto de poblamiento de un planeta, dos cosas son seguras en su cometido: primero, no creará una forma de vida que amenace a la suya como creador y, segundo, tampoco otra que ponga en riesgo el preciado hábitat donde se ha le encomendado diseminarla.
Es lógica elemental.
Lo primero es una locura, pues sólo un idiota crea una víbora para que posteriormente le quite la vida; lo segundo, una estupidez, porque no tiene sentido el trabajo de crear vida sobre un espacio para que luego la misma lo arruine y, consiguientemente, se autodestruya. No parece posible que exista un dios o creador o persona inteligente tan tonta que pueda empeñarse en propósito semejante.
Sin embargo, gran parte de la humanidad se afana en creer que al hombre lo creó un dios, teniendo esta criatura los atributos dichos. Históricamente ha evidenciado una soberbia inmarcesible, misma que lo empuja constantemente a superar a quien le pinten como dios y así erigirse él mismo en uno. Además, como complemento del rasgo, la historia también lo presenta como un asesino natural, difícilmente atenuando en su ímpetu por la empresa educativa.
Lo otro es el ambiente, su tabla de tiro al blanco, no obstante ser su casa. En aras del lucro o espoleado por algún tonto sentimiento de porfía, de entretenimiento o vanidad, es capaz de fabricarse una silla para su confort con la madera del último árbol del planeta. No se hable de los animales y sus pieles o dientes o uñas o lo que sea. Para el caso, tiene menos sentido una divinidad así que la misma humanidad creada.
Otra parte de los humanos dice que es un producto evolutivo, con una data de 500 mil años de combate contra el clima, el entorno hostil, animales, su misma especie… Un gato o un perro en la naturaleza no requiere ni vestidos ni herramientas para sobrevivir en su hábitat. El humano, en cambio, es una vulnerabilidad en pelotas que debe inventar de todo hasta para defenderse de un mosquito que, por cierto, puede acabar con su vida. ¿Qué evolución es esa que sobrevive sin tener la facultad probada para vencer tan enormes adversidades ambientales en épocas tan salvajemente primigenias?

sábado, 19 de abril de 2025

EL TRUMP SOCIALISTA CONTRA EL LIBRE MERCADO

China viene de representar más de 20% de peso en la economía de los Estados Unidos. En 2017 pesó 21.6%. En declive, en 2024 las exportaciones chinas representaron un 13.3% de las importaciones de ese país, lo cual, no obstante, sigue denotando una enorme desproporción en la balanza comercial recíproca.
En efecto, Estados Unidos apenas pinta un 6.5% en el total de las importaciones chinas en ese último año, implicando un déficit comercial notable en su balanza. Entonces China le vendió 438.900 millones de dólares y Estados Unidos a China 143.500.
Esa diferencia, esos 295.000 millones a favor del dragón, es lo que trae de cabeza a Donald Trump en su obsesión por volcar las ollas del destino. Y esa razón en cifras es lo que ha llevado al magnate a querer revertir semejante realidad económica adversa con la aplicación de locuaces aranceles. 145% es el arancel impuesto a China, y hay la amenaza de elevarlo a 245.
También esa razón en cifras documentó a Trump para elaborar su tabla de aranceles para el resto del mundo: aquellos países con quienes padecía un déficit comercial fueron pechados con un mayor porcentaje arancelario. Por ejemplo, Vietnam (46%) y Venezuela (15%) son un par de países que más vende que compra a los Estados Unidos.
La pregunta crítica en este ámbito capitalista es: ¿dizque no es el mercado una especie de organismo vivo que respira y se mueve de acuerdo con sus propias leyes "naturales", habiendo la necesidad de dejarlo solo, a sus anchas, para mejor desarrollo, sin intervención divina ni humana? ¡Pues, el capitalista Trump de pronto dejó ese credo a un lado y ha decidido intervenir para intentar revertir el mercado, al mejor estilo regulatorio socialista!
¿Alguien que no sea el mercado tiene la culpa de semejantes números? ¿Es posible arreglarlo de modo artificial, obligando a los países a comprar lo que no necesiten con tal de complacer al loco y tapar el hueco deficitario? Por ejemplo, Corea del Sur es una respuesta estúpida a tan loca pregunta: su líder ofreció comprarle gas licuado (GNL) con tal de que le bajen los aranceles.
China, por su lado, se vengó de los Estados Unidos. Acaba de revelar que todo lo que es marca en Gringolandia ella lo fabrica a bajo costo, por ejemplo, a $50, finalmente revendido a 10 mil.


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lunes, 14 de abril de 2025

DEL RESCATE DE RICARDO SÁNCHEZ A LA HABILITACIÓN DE HENRIQUE CAPRILES

El movimiento de habilitar a Henrique Capriles Radonski para que participe en las venideras elecciones supone un esfuerzo gubernamental para terminar de quebrar a la oposición política venezolana, tradicionalmente perdida en el divisionismo, apetito de poder y protagonismo. Sobre su persona pesaba una sanción que todavía distaba de expirar, habiéndole impedido participar en varios torneos electorales, el último de ellos las elecciones presidenciales de 2024.
Superado Capriles como líder opositor por María Corina Machado, se había entablado desde hace rato un pulso de poder entrambos, llegando el primero, sorprendentemente, a contrariar a la segunda en el tema de las sanciones y peticiones de invasión contra Venezuela. El último tema de controversia fue, a propósito, el electoral, mostrándose renuente a obedecer la orden de Machado de no participar para no restarle valor al plan golpista de imponer en algún momento al fallido Edmundo González como presidente.
Pero el impulsivo Capriles, al estar inhabilitado, se encontraba impedido para apostar más fuerte contra la caudilla a través de un acto de desacato. Y he aquí donde entran en escena los tanques del pensamiento (think tanks)  del partido de gobierno, permitiendo que el exgobernador mirandino pudiera participar y propinar así un golpe de muerte a una posible narrativa de unidad opositora que pudiera fortalecer a la Machado.
Es así como ahora el opositor se postula a diputado y se prepara para retomar su carrera, quedando en el pasado, en virtud del ajedrez político, sus cargos de corruptela, asesinato y traición a la patria. Porque eso fue Capriles, una lesión a la república durante los turbios años de la guarimba, con daños morales y actos de ofensión a los derechos humanos, en todo tiempo imprescriptibles. La ganancia para el progreso, en nombre del cual actúa el partido de gobierno, es el debilitamiento de la actual esbirra imperial, María Corina Machado. Sirve la movida, además, para variopintar la oferta electoral y legitimarla como hecho participativo y democrático.
Sólo se espera a futuro no asistir a una obra bufa de teatro donde, de pronto, se descubra al político ejerciendo un cargo ministerial de gobierno o dirigiendo una instancia ideológica del partido (¡abominación!). Hay por allí un precedente llamado Ricardo Sánchez. En un tiempo crítico fungió como dirigente estudiantil opositor y el gobierno, más allá de asimilarlo, lo rescató como joven de redención.


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domingo, 13 de abril de 2025

EL SERIO PROBLEMA DE VENEZUELA

En apariencias, el problema de los aranceles impuestos a Venezuela por los Estados Unidos luce como lo primordial a superar en la actualidad para estabilizar la marcha del país. Pero tal eventualidad es, prácticamente, una situación rebasada, después de traducirse como una variación más sancionatoria que cumple años ya asestando golpes económicos sin lograr el objetivo planteado, que es deponer al gobierno bolivariano.
Venezuela es ducha ya en la materia. Los años de ataque padecidos, como en todo ser viviente que se adapta, supera y sobrevive, llevó a la nación a comprender que la clave de su destino no está en la dependencia extranjera, sino en el desarrollo de la potencialidad interna. Es decir, bajarle preponderancia a la narrativa petrolera (de hecho, no ha podido vender su rubro principal a sus anchas) y enfocarse en la producción alimentaria, agrícola y pecuaria.
La experiencia de la carestía orientó al venezolano a inventar y fabricar, a hacer sus propios detergentes, a cocinar en un principio a leña, a sembrar o criar en el patio de la casa y, sobremenara, a resistir, comunal y políticamente hablando. De manera que el "novedoso" chantaje de los aranceles está condenado al fracaso si su misión es trabar la madeja de suministros y aprovisionamiento para obligar a un quiebre político por descontento popular. Como el humo del cigarrillo en los ojos, el humo del fogón en los pulmones activó los sentidos. En 2018 el gobierno implementó un Plan de Recuperación Económica y hoy, en 2025, según la vocería de los automercados y supermercados (ANSA), existe un 98% de abastecimiento y el 97% de los productos que se expenden son nacionales.
Luego, el problema de los aranceles no es tal, sino una molestia transitoria, circunstancial, almacenada en la memoria de los eventos conjurados. El real problema de un país es lo que amenaza su existencia y libertad, y eso a veces, por su incrédula posibilidad de acaecimiento, se secunda o posterga.  Y Guyana es esa amenaza para Venezuela con su alianza estadounidense e inglesa en aras del Esequibo: el problema real más allá de las apariencias. En el ínterin de la disputa territorial, es segura la proyección imperialista de desbordar márgenes y situaciones para invadir.
Venezuela debe retomar permanentemente, armarse para disuadir y zurcir alianzas para plantar frentes de defensa o combate.
 
 

sábado, 12 de abril de 2025

LOS LAMECULOS DE TRUMP

Tenía que lucirse, además de convencer. Donald Trump estaba frente al Comité Nacional Republicano, el equipo que cuida políticamente a su partido y recauda fondos. En particular, debía combatir esa especie que afeaba su estrategia de imponer aranceles a medio mundo, tildada de peligrosa.
Y lo dijo, a escasas horas de entrar en vigor su andanada de impuestos. Le están besando el culo un montón de países, clamando por negociar y eliminar los aranceles [aplausos]. ¡Ahora sí chillan y claman por respetar a los Estados Unidos! «Por favor, por favor, señor, haga un trato. Haré lo que sea. Haré lo que sea, señor», dijo Trump que le rogaban. Se presume que fueron 75 los lameculos, esos que, desesperadamente, llamaron a Gringolandia para "negociar".
Horas después, luego de que Wall Street se derrumbara y gente de su propio partido republicano alarmara con daños a la economía mundial, Trump reculó y pausó durante 90 días sus aduaneros impuestos. Adujo piedad ante el nerviosismo que manifestaron algunos "histéricos" que "se pasaron de la raya" con su miedo. No obstante, se presume astucia de su parte, acostumbrado a amenazar y luego recoger la red para descubrir quién ha caído en su jugada.
Y en esta ocasión el objetivo no pareció querer desatar guerra mundial alguna, sino descubrir a los "chorreados" de siempre, como se dice en Venezuela, o a los lameculos, acepción de la Real Academia Española, y saber hasta cuánto extorsionarlos. Presuntamente fueron 75 los del tal oficio que llamaron a Trump para comerciar acuerdos.
El primer lameculos en llamarlo fue el líder de Vietnam, To Lam, quien desea sacudirse el arancel de 46% que le aplicara; acto seguido llamó Shigeru Ishiba, de Japón, quien le recordó haber sido por cinco años consecutivos el as inversor en su país; después sonó el timbre de Han Duck-soo, Corea del Sur, quien ofreció comprarle mucho gas licuado, invitándolo a invertir en navíos. Según noticias, la Meloni italiana se apresura a viajar para copar el cuarto puesto.
De acuerdo con Trump, son lameculos aquellos sus principales socios comerciales, como la UE, y Brasil por Suramérica; no lo son, los que tienen un superávit a su favor en el comercio bilateral, como Venezuela y China.
En fin, habrá que entender que tales oxiuros disponen del plazo dicho para ofrecer mejores caricias negociadoras.
Dícese que el tenaz de Trump espera por un milagro desde Venezuela, cuyo mandatario rehusó semejante acto de coprofagia.


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miércoles, 9 de abril de 2025

NO HABIA PANDILLEROS EN EEUU, LADRONES EN PERÚ NI PROSTITUTAS EN COLOMBIA HASTA QUE LLEGARON LOS VENEZOLANOS

Tanto fue la hiperinflación en Alemania en el periodo de entreguerras que un pan llegó a costar 4 millones de marcos. Había que llenar una carretilla para su compra. Darse calor con una quema de billetes salía más económico que comprar el carbón. Con el tiempo, este país derrotado en la primera guerra mundial y sitiado por las condiciones del vencido del Tratado de Versalles se llenó de insólitas carestías que no fue extraño que desarrollara una ideología de la raza para culpar a los judíos de sus padecimientos, así como a otros grupos como los gitanos, polacos, soviéticos, afroalemanes, Testigos de Jehová, homosexuales, discapacitados, disidentes políticos y delincuentes.
Estados Unidos en la actualidad transita un peligroso sendero de la guerra, esta vez comercial. Su presidente, Donald Trump, profundamente despectivo con el mundo, a quien culpa del declive de su país, lo ha sometido al impuesto de unos aranceles que espera le devuelvan la grandeza debida a su imperio. Pero en el ínterin, se ha desmoronado la bolsa de valores, el dólar se ha debilitado, se habla de recesión y China, la primera potencia económica del planeta, podría bloquear la refinación de multitud de metales vitales para la industria gringa como cobre, litio, germanio y galio, además de las tierras raras. El hallazgo de alguna responsabilidad de decadencia en los inmigrantes, delincuentes y parásitos, según Trump, podría estar preparando una cómoda narrativa de desviación de culpas ante el fracaso.
Los venezolanos han sido estigmatizados de manera inclemente en el mundo (especialmente Latinoamérica) a partir de una narrativa política de odio bolivariano desarrollada por la ultraderecha del país, real promotora de la migración. Su objetivo original fue denostar de Venezuela y contribuir al derrumbe del régimen político imperante. A partir de entonces, el mundo de derechas del continente se hizo solidario con el plan de defenestración contra Nicolás Maduro,  señalando y maltratando estúpidamente al migrante venezolano, como si con ello contribuyera a la causa política. No había ladrones, ni prostitutas, ni pandilleros en Chile, Perú, Estados Unidos, Colombia, Ecuador, Panamá, entre otros, hasta que llegaron los impuros. Faltaría nomás que Colombia, por ejemplo, presente unos índices de disminución de vírgenes adolescentes por efecto de las venezolanas.
En el fondo, son unos tristes países que, como la vieja Alemania, camuflan sus propias ronchas existenciales detrás del discurso del chivo expiatorio necesario.


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sábado, 5 de abril de 2025

SE ARANCELA A VENEZUELA CON EL 15% PORQUE VENDE MÁS QUE COMPRA A LOS EEUU

Vienen los aranceles, además de sanciones. El emperador del universo, Donald Trump, así lo dispuso. Son para todos y algunos, respectivamente: para todo aquel que le venda productos a los Estados Unidos y para aquellos que requieran alguna presión especial debido a su peculiar relación con el imperio. Aranceles para pechar el "privilegio" de venderle a los gringos y sanciones para aquellos que se les declaran amenazas inusuales.
El emperador Trump decidió que el impuesto universal será de un 10%, es decir, para todas las importaciones de aquellos países con los cuales Estados Unidos mantenga un superávit a su favor; y un impuesto especial por encima del 10% para aquellos con los que mantenga un balance comercial desfavorable.   
Por ejemplo, a Vietnam se le calzó un 46% porque en la relación comercial entrambos países el asiático mantiene un superávit a su favor: le vende al gringo 136 mil millones de dólares, comprándole apenas 13 mil. ¡Un desastroso desbalance! A Venezuela se le endosa un 15% porque en 2023 y 2024, a pesar de años de sanciones, tuvo un superávit comercial a su favor, 1094 millones de dólares en 2023 y 541 en 2024. Las exportaciones de Venezuela hacia los Estados Unidos en 2023 aumentaron en un 770% mientras que sus importaciones apenas crecieron en un 10%. ¡Otro horrible desbalance para el imperio!
Y es que nada le ha caído mejor a Venezuela para atornillar su independencia económica que esas mil sanciones aplicadas desde que Barack Obama y su congreso se inventaron la ley de "Defensa de los derechos humanos y de la sociedad civil en Venezuela" en 2014 y 15; por supuesto, se dice lo anterior con la debida consideración al dolor generado durante el ínterin a millones de venezolanos. El gobierno se vio obligado a parir soluciones y a implementar en 2018 el Plan de Recuperación Económica.
Su resultado es que al sol de hoy hay un abastecimiento del 98% en los supermercados y el 97% de los productos que se expenden son de fabricación nacional, de acuerdo con la Asociación Nacional de Supermercados y Automercados (ANSA). Ponme a prueba, dijo Venezuela, y verás como crezco.
Respecto de las sanciones, habrá que creer que eso del superávit en contra es para los Estados Unidos también una amenaza inusual, aparte las discordancias ideológicas.

jueves, 3 de abril de 2025

VENEZUELA COMO BOTÍN EN EL NUEVO ORDEN MUNDIAL

Si el mundo es un teatro donde innombrados poderes determinan el curso de la sociedad humana, entonces, valga la redundancia, hay dos teatros de operaciones, militares para mayor seña. El primero es Ucrania, apuntando a Europa (Occidente), y el segundo, Irán-Siria, apuntando al Medio Oriente (Oriente), ambos frentes fraguando el nuevo esquema de poder mundial.
Tres potencias se dividen el nuevo orden, a saber, Estados Unidos, Rusia y China, destacando la desaparición de la vieja Europa como polo de poder. Por el contrario, su destino parece rifarse en los acontecimientos que se suscitan ahora en la guerra de Ucrania.
En el nuevo esquema, como si de un acuerdo global se tratará, Rusia resolvería sus preocupaciones en su flanco occidental, dando cuenta de Ucrania y de gran parte del ego europeo; Estados Unidos y su satélite Israel, habiendo reducido ya a Siria, doblegarían a Irán, amén de hacer recular la idea nacionalista de Palestina en Gaza; y China reclamaría su mesa con la recuperación de Formosa.
Para ese logro, es claro que tales actores adoptarían la política de "dejar hacer, dejar pasar", resolviendo la individualidad propia permitiendo la ajena. Un panorama en extremo bélico, a no dudar, mientras se cumplen los objetivos de la nueva realidad geopolítica.
Latinoamérica, en especial Venezuela, que es un país de enorme importancia energética, y hasta Brasil, de potencial variado, al no disponer de un poder militar disuasivo para el nuevo esquema mundial, queda al margen del desarrollo, estigmatizada como zona de minería y reservorios. Su papel proveedor quedará en importante parte bajo efecto estadounidense, pero, si se está por creer en una nueva era de entendimiento geopolítico, se dividirá en zonas de influencias china, rusa y gringa.
Las actuales acciones de los Estados Unidos contra Venezuela (sanciones, aranceles, restricciones a la producción petrolera, Esequibo), intentando reservársela con sus recursos minerales, evidencian su afán por asegurar desde ya su tajada geopolítica, por cierto, secularmente colonialista (Doctrina Monroe); evidenciando también que, para este orden nuevo y cualquiera que advenga, el rol empático del país bolivariano siempre será un problema por dilucidar. En el barajar de las cartas, la potencia que lo sume podría asegurar una prometedora ventaja.
Pero, incluso, para esta hipotética proyección geopolítica, luchar siempre podrá cambiar el curso del destino e historia.


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miércoles, 2 de abril de 2025

EL MUNDO QUIERE GUERRA Y VENEZUELA ANDA POR AHÍ

El mundo es una bomba. Resuena a paso militar. Sus naciones se atapuzan con diversidad de problemas y cunde la impotencia al grado que la guerra aflora como la más fácil alternativa.
Viejas doctrinas hablan, maquiavélicamente, de desviar la atención con el inicio de una guerra cuando un líder presente problemas en su gestión o vida política. Benjamín Netanyahu, el actual primer ministro de Israel,  calzó en el esquema y se enrumbó a guerrear contra Líbano, Gaza, Siria e Irán, ésta última la joya dorada de su corona. Y esa situación extraordinaria de su país en guerra lo mantiene en el poder.
Otros rezos susurran que, cuando un país no pueda con sus problemas económicos y depresiones, guerree contra su opresor y confunda el mercado. Bajo tal tesis se explica el génesis de la primera y segunda guerras mundiales, brutal lucha de mercados. Estados Unidos al presente, con tanto problema (atraso militar, deuda con China, dólar infundado, declive económico, líos discriminatorios y migratorios) no parece precisamente un país estable, y se despedaza. Con Donald Trump ha girado hacia la modalidad de guerras comerciales, sin dejar, claro está, de guerrear de modo convencional y encender guerras a través de otros que combatan por ellos. Generar una guerra contra China probablemente conlleve a extraviar el cuaderno deudor.
Otros países, opulentos o no, se defienden o aspiran a recuperar o resarcir situaciones. China tiene una mecha encendida en Taiwán, su querida Formosa; Corea del Norte tiene su contraespejo en su homólogo del sur; Rusia desarma a Ucrania por su seguridad nacional; Irán debe mantenerse alerta ante la amenaza israelí; Venezuela se prepara para evitar el despojo de su Esequibo.
Países ricos hay que se deshacen en suicidios. Son los llamados de primer mundo, donde el individualismo y la competencia han derivado en deterioro de los vínculos primarios de organización, como la familia y la comunidad. Son países (Europa, Rusia, Estados Unidos) que viven por adelantado la soledad como secuela típica de una guerra.
Considérense los siguientes eventos como indicios del fin de una era: Alemania, sabedora de su responsabilidad en las dos grandes guerras, deja a un lado sus escrúpulos contra el militarismo y se arma, presuntamente temiendo a Rusia; y Rusia, por su lado, convoca a sus reservistas para ampliar su ejército a 2.19 millones de efectivos.