sábado, 4 de enero de 2025

LA TOMA MILITAR DE CARACAS PARA JURAMENTAR A EDMUNDO GONZÁLEZ

Describe un opositor en las redes sociales que el color verde de la vegetación del Waraira Repano es uniforme militar de camuflaje de soldados agazapados, que las rocas que se puedan visualizar a lo largo del trayecto de La Guaira-Caracas son vehículos militares prestos para disparar y que las palmeras que puedan agitarse en el estado La Guaira disimulan entre su maderamen sistemas defensivos antimisiles, casi detallando a los S-300 de fabricación rusa. Y así como éste, muchos otros se lanzan a exponer su trillada creatividad con el propósito, en primer lugar, de conquistar el poder político en su imaginación y, en segundo, denotar que el gobierno bolivariano se encuentra sumido en un trance de terror y paranoia ("cagado") ante la perspectiva de que Edmundo González ingrese al país y se juramente.
Como chinchorro divirtiendo a un niño, empiezan así, temprano, a balancearse las redes sociales con su cargamento opositor de ilusiones, sin caer en la cuenta, como ya es historia, que se repite mil veces más el esquema consabido de soñar realidades y suplantar el mundo con virtualidades, así como la ceguedad de no comprender que, si hay redes sociales para expresar posiciones fantasiosamente insurgentes, es porque el presunto gobierno en fuga no ha llegado aún a las "últimas" como para bloquearlas. En otras palabras, como ya es cíclico hábito político opositor: cunde más la ilusión que la visión, caldo de cultivo básico para el parto de cualquier locura al estilo Juan Guaidó.
Decía Jorge Luis Borges respecto de Herbert Ashe, el inglés de su cuento Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, que "En vida padeció de irrealidad […]; muerto, no es siquiera el fantasma que ya era entonces" (https://ciudadseva.com/texto/tlon-uqbar-orbis-tertius/). Y, si no fuese porque sabido es que el esbozo se refiere a una fantasmagórica ficción, a pie juntillas podríase creer que el escritor argentino ya visualizaba en 1941 a la oposición política de Venezuela, suponiendo que su deseo era retratarla en medio de un mundo absurdo de extinciones. A su decir, creencia e ilusión, la oposición ha ganado todas las elecciones presidenciales, de diputados y gobernaciones desde que Hugo Chávez planteó la independencia política y moral de Venezuela respecto de los EEUU, en 2000; ha  proclamado la muerte de gobernantes de Venezuela si es que miraba el cielo y descubría un águila volando hacia el norte, u oía a un brujo haitiano proferir maldiciones y muertes contra Venezuela, ni hablar si descubría a un buque de guerra cualquier navegando las aguas del mar Caribe. Hoy, nuevamente, juega el gallo de su imaginación apostando al golpe de una organización mercenaria denominada "Ya casi Venezuela", a la improbable ficción de que un ejército extranjero meta a la fuerza a Edmundo González a Caracas para que se juramente el 10 de enero como Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela y a la fantasía de que hay una "dama de hierro" llamada María Corina Machado, cuasi invencible, quien preparará el evento con la convocatoria de millones de venezolanos lanzados en jubileo a las calles.
Una apoteosis, sin duda, pero que se cae como cristalería ante un guamazo al despertar el soñador: Caracas, prácticamente, es una capital de difícil toma militar, inclusive para un país inimaginablemente armado como los EE. UU., por no decir inexpugnable para una sarta de ilusos que se apoya en redes sociales, hechicería y oraciones. Un valle militarizado, en efecto, como debe ser en medio de circunstancias de agresión y conspiración, con apenas cuatro bocas de acceso, custodiado por aviación y misiles de avanzada tecnología bajo el manejo de militares de la estirpe de Simón Bolívar. Sépase que, para conquistar un poder, hoy y siempre, será necesario hacerse de los símbolos del poder mismo, ubicados todos en la capital. ¡Vaya calamidad! Se le dice tal cosa a la oposición venezolana porque, carente de votos y democracia, está que arde con su opción de sueños golpistas, motines, rebeliones, hospitales y escuelas incendiados, horcas colgantes en las plazas Bolívar del país, ejecuciones en masa, fusilamientos, confiscaciones, exilios y piscinas de sangre.

viernes, 3 de enero de 2025

¿ESTARÁ EDMUNDO GONZÁLEZ EL DÍA 10 EN REPÚBLICA DOMINICANA O VENEZUELA?

Mientras María Corina Machado espera para completar la jugada política del 10 de enero en contra de Venezuela, Edmundo González, con el dinero de CITGO y el oro "inglés" robados a los venezolanos, se despliega en una gira a través de los países latinoamericanos que pujan por derrocar a Nicolás Maduro. A saber: Argentina, Uruguay, Panamá y República Dominicana. El 4 y 5 de enero estará entre los primeros, y el 8 y 9, entre los segundos.[1]
Por supuesto, hay más países involucrados en esta componenda mortal contra la patria de El Libertador, cual si se viviera en aquellos tiempos primigenios cuando Simón Bolívar se esforzaba por parir la Gran Colombia y sobraban los Santander y Páez para frustrarlo. La lista conspirativa la completan Colombia por antonomasia, Brasil, Ecuador, Perú, Chile, Costa Rica y El Salvador, todas especies reptantes de la política proimperialista latinoamericana o, por igual decir, estados colonialistas de principios del siglo XX. Tan ahítos de conspiración están que alcanzan para que la creatividad golpista los involucre en fake news, como es el caso de Nayib Bukele, de quien se dijo que apoyaría con personal militar el ingreso de González a Venezuela.[2]
Gustoso González aceptaría el tour por esa América acuciada aún por las potencias colonialista, pero es claro que su itinerario obedece a un plan de acción, circunscrito a los cuatro países mencionados. Mientras que su vicepresidenta espera agazapada en la Embajada de los EEUU en Caracas, Edmundo discurre por entre cuatro de los siete países con los que Venezuela rompió relaciones por su injerencia interna después de las elecciones del 28 de julio de 2024, todos iracundos contra el gobierno bolivariano, dos de ellos con bases militares estadounidenses (Panamá y República Dominicana) y los otros dos con la infraestructura en construcción (Argentina en Tierra del Fuego[3] y Uruguay, ya permeada por la oferta "antinarcóticos" gringa, buscándole sede a la  SFAB, Brigada de Asistencia de Fuerza de Seguridad).[4] Ni se comente que los restantes países de la ruptura (Costa Rica, Chile y Perú) ya poseen en sus territorios sus respectivos centros de mandos gringos, desde donde se les ordena ir contra la integridad latinoamericana.
Y he aquí el plan, que se explica por sí solo. Edmundo dejó para el final, día 9, visitar a República Dominicana, un país saturado de historia injerencista respecto de Venezuela, con una base militar aérea en San Isidro y otra en proyección en la provincia de Barahona, siendo la primera "un punto estratégico para la operación de aeronaves militares" y centro de entrenamiento.[5] Desde la tierra de Juan Bosch se planificó contra Venezuela atentados contra presidentes en los años sesenta del siglo pasado y hasta se esbozaron planes de bombardeo.
Mientras la vicepresidenta virtual "calienta" la calle desde la oquedad de su embajada, con llamados a marchas, el accionar de sus "comanditos" y redes sociales, no queda más remedio que pensar que Edmundo estará desde el país centroamericano fraguando el modo de ingreso a Venezuela, con el apoyo de los EE. UU., la gran figura estelar en toda historia de división y ataque en América Latina desde la época de la fundación republicana del siglo XIX. Estando el día 9 en República Dominicana, ¡distará a un día de la juramentación y a dos horas y media de vuelo hasta Venezuela! Con una acción de apoyo desde Santo Domingo, aún innominada, se sacaría la derecha política venezolana la espinita que le clavó la revolución a Rómulo Betancourt en los años sesenta. El presidente de ese país merenguero, Luis Abinader, es lo suficientemente bajo de estatura moral para arrastrarse contra la unidad política latinoamericana.
 
REFERENCIAS DOCUMENTALES


[1] "¿Qué países de Latinoamérica visitará Edmundo González? - EL NACIONAL." 03 Enero. 2025, https://www.elnacional.com/mundo/que-paises-de-latinoamerica-visitara-edmundo-gonzalez/.
 
 
 
 
[5] "Bases militares de Estados Unidos en República Dominicana: Descubre su ...." https://vivadominicana.info/bases-militares-de-estados-unidos-en-republica-dominicana/.
 

jueves, 2 de enero de 2025

LOS CIEN MIL DÓLARES POR EDMUNDO GONZÁLEZ

Nicolás Maduro se juramenta el 10 de enero como presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela.  Prácticamente desde el mismo momento de las pasadas elecciones la atención política nacional y mundial está centrada sobre tal fecha como paso subsecuente de un proceso. El cable político ha alcanzado alta tensión porque, también, el candidato opositor, Edmundo González, que no reconoce a Maduro y se autoproclama a sí mismo como el presidente electo legítimo, anuncia su juramentación.
El primero lo hará ante la Asamblea Nacional y la institucionalidad y poderes del Estado venezolano; el segundo, quien se encuentra en España asilado, propone entonces regresar al país para hacerlo, muy probablemente en un lugar clandestino, ante las cámaras y micrófonos de los países interesados en derrocar a Maduro y servirse gratuitamente de los recursos naturales de la patria de Simón Bolívar. Lo secundaría su vicepresidenta virtual, María Corina Machado, y facciones de la fauna política del país, como Primero Justicia, Vente Venezuela, y entes y ONGs financiadas desde el exterior.
Y así se tiene que para el 10 de enero se está planteando que dos personas asuman una única función gubernamental, lo cual, técnica, política y moralmente es imposible, siendo, además, nomás en su hipótesis, un acto de abochornamiento de la condición presidencial de un país, rayándose con el gesto en lo circense, la ridiculización y en la pérdida de dignidad ante el mundo, hecho en el que invierte la oposición con tal tenacidad que se le va la supervivencia política en ello, dado que más beneficia al conspirador que al gobernante la destrucción de la noción de país, aunque el mismo sea cuna de todos. Su misión puntual es deslegitimar con efecto derrocador.
En consecuencia, el gobierno debe considerar que se le realiza un ataque mortal, y debe emplear bajo esa bandera toda su capacidad defensiva para neutralizar (o destruir) al enemigo, denominación que merece sin empacho quien para el contrario busca la muerte o el desmantelamiento. Para nadie se oculta que la oposición venezolana sueña con que Nicolás Maduro sea asesinado o se muera en una cárcel estadounidense al estilo Manuel Antonio Noriega, sin escatimar los respectivos pasos previos para lograr ese fin: invasión de Venezuela por los EE. UU., imposición de una dictadura de derecha, asesinato masivo de militancia política adversa.
Las razones de defensa estriban sobre el compromiso del gobierno con la mayoría que lo apoya (militancia en peligro de muerte), el sostenimiento histórico de la república (en riesgo de colonización) y la preservación de la institucionalidad y dignidad nacionales. Se está hablando de uno de los países más heroicos de la tierra, claramente amenazado con invasión y guerra civil.
Tales riesgos hacen que luzcan pobres los 100 mil dólares que ofrece el aparato del Estado venezolano por el suministro de información sobre el paradero de Edmundo González, en estos momentos en trance de ingreso al país, según dinámica política de los agentes conspiradores internacionales y según sus propios anuncios.  Aunque, si se analiza, es posible que se trate de un gesto de sobreseguridad de un gobierno que ha sabido con sus cuerpos de seguridad neutralizar intentonas y sabotajes de los más pintados a lo largo de los años, incluyendo personajes presuntamente letales, mercenarios, con experiencias de guerra en Irak y Europa.

EL SERIO PRONÓSTICO OPOSITOR DEL 10 DE ENERO DE 2025

El gobierno, de acuerdo con él humor augural de la oposición venezolana, cae ahora, el 10 de enero. Lo dicen los signos del cielo y de la tierra, como siempre ha pronosticado el futuro del mundo la historia y prehistoria de los pueblos, tiempos inmemoriales ha.
En un principio fue la oscuridad y el caos; luego advino la luz y la voluntad planeadora; después surgió la vida, inconcebible expresión bondadosa de los dioses. Y por ese entonces planeaban muchas águilas y zamuros entre los primigenios cielos. El hombre entonces cazaba y se refugiaba entre cuevas contra el frío y las temibles fieras. El porvenir, en fin, después del cotidiano presente de lucha y supervivencia, era materia de fuerzas oscuras o luminosas de la tierra, cosa de miedo y misterio, lenguaje de dioses vernáculos o extraterrestres que debía ser decodificado.
Así los griegos destripaban aves y leían lo por venir en sus vísceras, y no entraban en batalla si no había el debido augurio; los romanos tenían para sí que, si un águila volaba en determinada dirección en el cielo, se recibía un mensaje prometedor de los dioses; más atrás, en los albores de los tiempos civilizatorios, la negra sangre de los sacrificios se estatuía en una firme garantía de victoria. Ya más acá, muy próximos a la era de la razón, resonante es la historia de Agamenón sacrificando a su hija Ifigenia para ganar la guerra de Troya, hecho que se logró a costa del dolor de su mujer, la reina Clitemnestra.
Siete mil años después de la primera civilización humana conocida, inventada la escritura, conquistado el método de la razón y de la historia como garantía de la memoria humana, inventada la imprenta,  perfeccionado el método científico, iniciada la revolución industrial y llegados a la era informática y cuántica, en un lugar sagrado de Suramérica (Venezuela), la oposición política proclama que nada de lo avanzado mencionado anteriormente en pro de la madurez humana impide la magia de la ilusión humana de cara al porvenir.
De tal modo que para sus estándares los pronósticos de un brujo en Haití respecto de la caída del presidente de Venezuela, por ejemplo, revisten serios presagios para la ciencia política, la cual debe, sin cortapisas asumirlos como ciertos; o el paralelismo mágico de la caída de Bashar Al Assad en Siria, allá en Asia, que apunta de alguna manera desconocida a que ha de haber también una caída en Venezuela; o el acto de nombrar a un presidente paralelo y virtual como conjuro contra  la realidad,  de manera que, de modo consolador, la ficción resulte más real que lo tangible físico; o la gestión aún no desarrollada por un presidente de una país enemigo por allá en el norte de América, presunto garante y apoyador de verdaderas democracias.
De la oposición política venezolana sorprende, en verdad, que no haya acudido en marcha a realizar hecatombes en lugares públicos como plazas o estadios para pedir a los dioses la caída de Nicolas Maduro o de cualquier otro representante de un gobierno indudablemente popular, mostrando con ello un serio desprecio por la evolución humana y al mismo tiempo ejercitando una inteligencia que bebe agua de los pozos mágicos y primigenios de la prehistoria humana.